8/11/08

Otoño

Los atardeceres se visten de otoño. Los jirones anaranjados y rosados se acompasan con el color de las últimas hojas de los árboles que pronto quedarán desnudos esperando el invierno. Todo va muriendo con la armonía de un lienzo triste. Suavemente, sin aspavientos, con la aceptación de una creación que ya ha cumplido su quehacer del verano. Me gusta, entonces, sentarme frente al sol que se acuesta sobre el horizonte. Los últimos vencejos se refugian en los arbustos y los gorriones pelean por las últimas migajas de grano. Algún caminante apresura el paso para llegar al hogar que le espera antes de que anochezca.

Tu recuerdo me llega de pronto, envuelto en los colores y la luz de la soledad que dejaste. Y me veo frente a una vida sin luz, ante un invierno largo, desnudo como los árboles que lo esperan.

1 comentario: