10/10/10

Sobre el uso de e-books


Aprovechando un viaje profesional que me ha llevado, en pocos días, por bastantes aeropuertos de Norte América, he usado las horas muertas que en ellos se pasan para contar las personas que veía con laptops, IPADs y lectores de e-books (e-ink). La estadística, ciertamente, no tiene ningún rigor científico pero sí que ofrece una impresión verídica de la realidad diaría.


AeropuertoLaptopsI-PadsE-books
Frankfurt2500
Toronto2430
Nueva York2050
Cincinnati1831
Atlanta3641
Mobile810
Memphis2530
Chicago2741


Es decir, la presencia en la vida real del libro electrónico es aún muy escasa. Eso sí, aunque no los conté, una estimación conservadora sería que el 80% llevaba un teléfono móvil en la mano o hablaba en algún momento por él. Y, una vez dentro de los aviones, prácticamente el 100% de las personas usaban un libro en papel en algún momento por lo que cabe presuponer que lo llevaban también en la bolsa, cuando estaban en el aeropuerto.




2 comentarios:

  1. Interesante observación sobre el terreno. Más que la pequeña cantidad de ereaders en el aeropuerto (ya sabemos que son una parte ínfima del mercado también por otras cifras más abarcadoras), lo que me interesa es que los libros de papel, guardados en las bolsas, aparezcan luego en la cabina del avión. Y me interesa porque jamás he sido capaz de concentrarme en una lectura menos fugaz que la del periódico en un aeropuerto. Uno debe estar atento a la megafonía, a los bultos que haya decidido llevar en cabina, a los cambios de puerta, a los retrasos e incluso a las alarmas de seguridad, etc.
    La lectura en papel, tal vez porque su materialidad nos da un claro indicio del tiempo requerido, no se adapta a los lugares de paso. Nadie empieza un paseo de cinco kilómetros si solo cuenta con quince minutos.

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  2. Y curioso también el hecho de que todos los "avistamientos" fuesen en América y ninguno en Europa.

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