El Espantapájaros de Paco Bascuñán es la transposición digital del cuento para niños que en 1925 publicó Kurt Schwitters. En el relato se busca la identificación de las letras y la tipografía con los personajes de modo que los caracteres están construidos por letras amontonadas a modo de caligramas sencillos. Cada pantalla que se va mostrando –a medida que se avanza en la lectura- utiliza una fuente distinta de la que se dan sus datos históricos más relevantes. Se trata de unos diseños sencillos, minimalistas que usan el negro, rojo y gris para su concreción. A medio camino entre la literatura infantil y el juego, es un trabajo que tiene encanto y que, ciertamente, es instructivo además de estéticamente hermoso.
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