Como agua para chocolate (Debolsillo, edición 2009) de Laura Esquivel es una novela corta, escrita en 1989 y reeditada ahora, que narra la vida, la lucha por hallar el camino en la vida y los amores frustrados de una mujer, Tita, a lo largo de dos décadas. Obra de prosa rica, que puede encuadrarse dentro del realismo mágico, siempre llena de sensibilidad, delicada en la descripción y brillante en el lenguaje más que en la propia trama aunque esta es, asimismo, profunda en cuanto al análisis de las relaciones- afines unas, enfrentadas otras- entre mujeres, entre amigas, entre hermanas, entre madre e hija (la figura de la madre dura, lejana, embutida en un luto mental, frustrante, asfixiante, es particularmente atractiva) y en los propios prejuicios de la sociedad mexicana de la época. Es en esta exploración de todas las posibilidades de relaciones femeninas en donde la novela tiene su rasgo más característico. La sensibilidad femenina de la autora se refleja en el cariño y en el detalle con que recrea la personalidad de las protagonistas y su evolución desde la inconsciencia adolescente hasta el destino que la vida trae para cada una de ellas. Como curiosidad formal, Esquivel engarza recetas de la cocina tradicional mexicana en la historia de forma natural, sencilla y apropiada al momento narrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario