La lectura digital colaborativa (Social reading) consiste en aprovechar las potencialidades de los lectores electrónicos y de la red para compartir una lectura entre muchos lectores. El funcionamiento es flexible y se adapta a las ideas de los participantes pero tiene mucho de compartir párrafos que nos emocionan o nos hacen reflexionar con otros, vía e-mail, los cuales puede encontrar esos pasajes igual de interesantes o no, creándose una especie de crítica coral de la obra a medida que se avanza en la lectura. Una especie de aquellos debates “cine-forum” tan de moda en los sesenta y setenta para ver una película pero en modo virtual. Esta interacción entre los lectores puede dar también pie a saltar a canales transmedia (TV, por ejemplo) donde se hable del libro, abrir grupos de interés en las redes sociales, etc., compartir comentarios on-line, dejar saber a otros nuestra experiencia con ese libro casi en tiempo real. Incluso en algunos lectores electrónicos puede apretarse una tecla para que instantáneamente el resto del mundo conozca por Facebook qué pasaje estamos leyendo. Igualmente, podemos ver quién está leyendo nuestro mismo libro, la misma página en la que nos encontramos. Lo que parece es que esta forma de lectura llama a los extremos. O bien uno se enamora del sistema o lo odia (especialmente aquellos para los que la lectura es una actividad que apela a la soledad, a estar con uno mismo y sólo con uno mismo). En este enlace una lista de cuestiones a considerar en el social Reading tanto para lectores como para autores, desarrolladores o editoriales. Incluso existen aplicaciones que facilitan esta interacción como, por ejemplo, Bookglutton
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