Almost Good Bye, creado por Aaron A. Reed este mismo año, es un muy interesante relato de narrativa interactiva, una historia de ciencia ficción atractiva (un científico que deja la Tierra para siempre en su viaje al espacio, lo que genera el adios que da nombre a la obra), fragmentada, imprevisible, que necesita de la participación activa del usuario para su desarrollo. Pero, además, es un ingenioso experimento de cómo combinar un esqueleto narrativo fijo creado por el autor con un generador automático de contenido - procedural content generation (PCG)- que se integre de manera razonable en el contexto. Así, en vez de tener que codificar pacientemente todos los caminos posibles (lo que por otra parte, obligaría a que el relato fuese determinista), es la computadora la que va creando algunas ramificaciones que, además, pueden ser aleatorias. No es un trabajo fácil ya que aunque las técnicas PCG han dado buenos resultados en la creación de juegos, su uso en la narrativa literaria no ofrece creaciones de calidad sino, más bien, una galimatías abstracto.
Y, precisamente, esta obra de Reed es una contribución significativa
a la búsqueda de esta imbricación entre la calidad del texto humano y la del
generado automáticamente. Lo que Almost Goodbye quiere
analizar es cuál es la cantidad mínima de contenido generado que afecte a la
historia de manera no trivial pero que, a su vez, no derrumbe la calidad
inicial del texto creado por el autor humano. Idealmente, que ese texto
computerizado tenga la misma calidad que el humano. No pretende generar una
historia completa de calidad partiendo de cero (algo imposible de lograr con la
técnica actual) sino crear el mínimo conjunto posible de frases para modificar
la historia de forma interesante sin perder calidad. La estrategia de Reed es
generar frases satélite que se van integrando de manera esporádica (y esto en
mi opinión es importante, lograr que la proporción de frases no humanas sea
siempre pequeña respecto a las humanas para que la calidad no se vea
sensiblemente perjudicada) que van matizando la narración previa, dándole color
o añadiendo conversaciones que sólo son posibles en función de lo que ha
ocurrido anteriormente en la interacción. Estas frases pueden señalarse en color para que el lector sea consciente de qué es lo que la computadora genera por sí misma. El generador se basa en una
codificación de gramáticas que utiliza los textos originales del autor pero que
son modificados por las decisiones del lector en los pasos anteriores y las
restricciones del párrafo que se está leyendo.
Programado en javascript y Undum. Un trabajo interesante, tanto como relato, como por las habilidades técnicas y conceptuales que experimenta. Existen algunas superposiciones entre textos no resueltas que deberían corregirse.
Es interesante leer este artículo técnico del propio autor sobre los aspectos técnicos.
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