La publicidad actual nos muestra los libros enriquecidos o los libros expandidos que incluyen elementos multimedia como auténticas novedades. Esto no es correcto ya que los libros enriquecidos han existido casi desde el inicio de la informática y bastante masivamente desde la década de los ochenta. Eso sí, en cada época se han utilizado los recursos de hardware que existían y podemos decir que es el hardware el que realmente determina la evolución de los libros electrónicos. Aunque desde el punto de vista mediático, la "cacharrería electrónica" tiene mucho menos predicamento y publicidad que las aplicaciones, software, entornos de programación y formatos de grabación de contenidos digitales, lo cierto es que es la circuitería la que determina qué se hace en cada momento.
O dicho de otro modo, las ideas son siempre las mismas, sólo que se plasman de diferente manera a medida que la electrónica progresa.
Al principio, se usaban casettes de cinta como los que se incluían en los ordenadores domésticos Amstrad. Ya entonces, las funciones que hoy se definen como estándar para un e-book estaban incorporadas (búsqueda, selección, copias, pegar, menú de navegación, etc.)
Después, con la aparición del floppy disk, se comercializaron libros que se acompañaban con disckettes que contenían imágenes (también, con la resolución VGA o XVGA de la época), ficheros adicionales, ilustraciones, etc. En la imagen de debajo, se ve la novela en flopy, "Killware" del año 1999. En la cabecera el Jurassic Park de 1992.
Posteriormente, con la aparición del CDROM (que obligaba paralelamente a una mucho mayor potencia de cómputo en el ordenador y a tajetas gráficas más sofisticadas), las posibilidades se ampliaron y ya podían incluirse vídeos, mayor cantidad de contenidos (se había pasado de una capacidad de memoria de poco más de 1 mega a 600 megas) y música en alta calidad. El DVD supuso otro paso más en la misma dirección.
La irrupción de Internet (que no lo olvidemos, se basa sobre todo en una red de circuitos, cables de comunicación y millones de servidores. El protocolo de comunicación puede cambiar mucho más fácilmente que la red física) permitió comunicar a los libros electrónicos con las redes sociales o con otros lectores.
El hardware va haciendo que los libros electrónicos sean más rápidos y más vistosos, que incluyan más multimedia.
¿Pero cambia algo en el fondo?
En realidad, no. Los nuevos enhanced books siguen siendo un remake de las mismas ideas de los años 80 y 90. Si el hardware sí ha evolucionado exponencialmente en los últimos treinta años, no así las ideas de cómo aplicarlo. Seguimos haciendo lo que básicamente se hacía en papel, el mismo paradigma, las mismas funciones, las mismas ideas.
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