La Capilla Sixtina, sede de los cónclaves papales, es una de las joyas artísticas de la Humanidad, y suspinturas en la bóveda constituyen uno de los trabajos más notables y célebres de Miguel Ángel. Debe su nombre al Papa Sixto IV que ocupó el trono de Pedro desde
1471 hasta 1484, quien hizo pintar y adecentar la antigua Capilla Magna entre los años
1477 y 1480. Inicialmente, el trabajo se adjudicó a varios talleres de pintores que se coordinaron entre sí para cumplir con el encargo inicial que presentaba en la bóveda un cielo estrellado. Hay que señalar que Boticelli se encontraba entre ese grupo de artistas. El 15 de agosto de 1483
se consagró la nueva capilla. Posteriormente, Julio II della Rovere, sobrino de Sixto
IV, decidió modificar parcialmente la decoración de la Capilla, confiando el encargo a
Miguel Ángel en 1508, quien pintó la bóveda y los
lunetos, en la parte alta de las paredes. Fue un trabajo arduo que obligó al artista a pintar tumbado boca abajo durante largas jornadas que mermaron su salud. En octubre de 1512 el trabajo se había
terminado y el día de Todos los Santos (1° de noviembre), Julio II inauguró el recinto con una misa solemne.
La aplicación que puede apreciarse en este web es una representación en tres dimensiones de la Capilla Sixtina. Permite moverse libremente en los tres ejes y ampliar las zonas que deseemos apreciar con detalle y con una resolución más que aceptable. Excelente.
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