Ya anteriormente se ha analizado en Biblumliteraria el problema que crea la poca durabilidad del soporte informático para guardar contenidos. Al contrario de lo que se piensa, los soportes modernos son mucho menos duraderos que los antiguos. Las escrituras en piedra son legibles después de miles de años, los papiros aún existen y el papel - con un cuidado moderado- aguanta asimismo muy bien el paso del tiempo. No sólo eso sino que muchos de los soportes convencionales son resistentes al uso natural, a las caídas, a los roces, a los golpes y a la exposición habitual al sol o la luz.
Por el contrario, los soportes informáticos o modernos adolecen de fragilidad intrínseca. Todos los que utilizan magnetismo (cintas, floppys, etc) son fácilmente borrables con un imán o con cualquier exposición accidental a un campo magnético. No digamos si se estiran, se marcan o se mojan. Los soportes como los CDs o los DVDs son muy sensibles a la luz o a cualquier evento mecánico.
En este estudio, por ejemplo, se dan los siguientes datos sobre la expectativa de durabilidad de los soportes en condiciones normales de uso y conservación.
- Piedra : 2200 años
- Papel de libro: 500 años
- Microfilms: 500 años
- Casettes o cintas magnéticas: 300 años
- Diapositivas: 100 años
- CD/DVD: 100 años
- Discos magnéticos 30 años
- Cinta de vídeo: 30 años
- Papel de periódico: 20 años
Esta fragilidad es también preocupante para la literatura digital porque parece que, confiando en un CDROM o en un DVD, nuestros tataranietos nunca conocerán lo que escribamos hoy. Máxime cuando se añade el problema tan crítico de la incompatibilidad de formatos (yo mismo tengo muchos relatos almacenados en "Floppies" de los años ochenta difícilmente leíbles hoy porque ni hay "disketereas" ni hay sistemas operativos que las entiendan). Puede leerse, al respecto, la entrada "Evanescencia de la literatura digital" de agosto del año 2008.
Ahora, investigadores de la Universidad de Twente han desarrollado un nuevo tipo de disco que amplia enormemente la durabilidad del soporte, afirmando que puede aguantar hasta un millón de años sin problemas y, en el límite, incluso mil millones de años. Jeroen de Vries, líder del proyecto, indica que este nuevo soporte podría incluso durar más allá de la Humanidad para que nuestros conocimientos, imágenes y literatura fuesen redescubiertos por alienígenas que llegasen a la Tierra mucho más tarde de haber desaparecido nosotros del planeta.
La técnica consiste en grabar incisiones en un sustrato de tungsteno recubierto por nitruro de silicio. El tungsteno es especialmente resistente al calor y a las deformaciones por lo que protege mejor la información grabada.
En el vídeo que los investigadores han puesto en circulación puede verse cómo realizan ensayos brutales con los nuevos discos para comprobar su legibilidad tras ellos. Así, por ejemplo, tras calentar el disco a 200 ºC la información contenida en él sigue leyéndose sin problema. A 400ºC se pierde ya algo de la misma pero todavía es posible descifrar parte.
El artículo original de los investigadores puede descargarse del archivo de la Universidad de Cornell.
http://www.salon.com/2013/11/26/books_are_still_most_durable_way_to_store_information_newscred/
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