Si tú me dices ven lo dejo todo… pero dime
ven, ( Plaza y Janés, 2011), de Albert Espinosa, es una novela corta que
trata sobre el conocimiento personal y la búsqueda de la propia identidad, y en la que lo que menos importa es la
historia en sí misma, la búsqueda de un niño desaparecido.
Páginas repletas de
reflexiones interesantes, bellamente escritas, a veces excesivamente
sentimen- tales, pero siempre cercanas porque en definitiva son las que afectan a
cualquier ser humano. El hilo narrativo es fragmentado, utilizando recuerdos y regresiones
para ir, como si el escritor estuviese cosiendo retazos que van encajando unos con otros, construyendo la
personalidad de los protagonistas. En
realidad, los protagonistas son una excusa para transmitir las reflexiones del
autor.
Una historia sencilla que fluye dejando asomar continuamente
algo de sabiduría humana. Puede parecer ñoño a algunos lectores pero yo no
opino así. Al cabo, las certezas y las dudas, los miedos y los anhelos, las
contradicciones y las sueños, los amores y los desapegos nos conciernen a todos
aunque cada uno de estos sentimientos sean una vulgar repetición desde los
primeros tiempos del ser humano. Es un libro del que, de una manera u otra, se
aprende; con el que se piensa sobre uno mismo y sobre el mundo y con en el que,
al final, sentimos esperanza.
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