Kafka está bien presente en su Praga natal. Desde finales del año 2014, un nuevo monumento le recuerda en la capital checa. Se trata de su busto mecánico móvil, una escultura dinámica de 10 metros de altura y 45 toneladas de peso que es una metáfora de la Metamorfosis del autor. Compuesto por 42 placas independientes y motorizadas, la cabeza del escritor se recompone de manera continua. La velocidad puede llegar a 6 rpm.
Se trata de una obra creada por David Černý y está situada en la estación de metro de la Narodni Trida. El material es acero inoxidable.
Praga tiene otros muchos lugares de interés relacionados con Kafka, desde el museo hasta el memorial del barrio judio Josefov.
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