Aunque el desarrollo de pantallas para la lectura de libros utilizando tinta electrónica (cataforesis) parece haberse detenido y estabilizado en su pugna con las tabletas, esta tecnología sigue avanzando en el campo de los paneles de gran tamaño, bien sean informativos o publicitarios, incluso decorativos.
La firma E-Ink ha anunciado el pasado año 2016 un nuevo producto en este sentido. Se trata de una pantalla flexible de 32 pulgadas. Al tratarse de un film muy delgado permite realizar carteles de muy bajo peso (apenas 150 gramos) y que pueden colocarse en cualquier lugar. También permiten una curvatura variable. Se prevén ya aplicaciones en los letreros informativos de los transportes públicos que, en vez de ser fijos, serán reprogramables a voluntad. La resolución es de 2650 x 1440 píxeles. Obviamente, al tratarse de tinta electrónica, el consumo es muy bajo.
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¿Por qué no un libro electrónico de este tamaño?
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