Sleep no More es un paradigma del teatro inmersivo. Originalmente estrenado en Londres en el 2003, es en el 2011 cuando adquiere celebridad en Nueva York en donde sigue representándose con llenos diarios. También se ha representado en Boston y, este año, también comienza a hacerlo en Shanghai. Es una creación de la compañía británica de teatro Punchdrunk. Félix Barret y Maxine Doyle son los directores del montaje.
La obra - un remedo del Macbeth con reminiscencias de la película Eyes Wide Shut de Kubrick - se desarrolla a lo largo de muchas habitaciones repartidas en 10.000 metros cuadrados, en un simulado Hotel McKittrick. Las estancias recrean desde un hospital hasta una farmacia, pasando por una tienda de taxonomía o una tienda de caramelos. Los espectadores se cubren con máscaras venecianas y deben permanecer en silencio en todo momento. Deambulan de manera libre por el espacio, observando las escenas - mudas en general-, viendo las cartas, los libros, abriendo los armarios, descubriendo qué ocultan los cajones, los elementos que pueblan cada escenario, observando a los personajes, convirtiéndose no sólo en voyeurs sino en partícipes esenciales de la obra. Ni que decir tiene que, para cada persona, cada sesión es diferente, dependiendo del circuito que haga y del momento en que llegue a cada escena.
Obra desmedida, surrealista, enigmática, llena de sensualidad, sexo, violencia.
No es nada barato. El precio mínimo es de 75 dólares en Nueva York. No es fácil conseguir entradas por cuanto que cada sesión admite sólo un limitado número de espectadores.
Más información en el sitio del show en Nueva York.
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