En Biblumliteraria se ha tratado en bastantes ocasiones la posibilidad a muy largo plazo de literatura virtual inmersiva en la que se generarían un escenario 3D, unos personajes y una historia programáticamente, conjunto donde el lector podría "entrar" y participar. Esta posibilidad, el holo-deck (nombre tomado de un dispositivo mostrado en la saga Star Trek), está aún muy lejos de poder convertirse en realidad.
No obstante, en el campo de la música, existe una aplicación japonesa que apunta en esa dirección. Se trata del fenómeno Hatsune Miku, ya muy popular en aquel país.
Originalmente, se trataba de unas librerías que permitían crear canciones de manera sintetizada con una voz perfectamente asimilable a la humana sobre Vocaloid, un sintetizador de voz en cuyo desarrollo participaron Yamaha y la Universidad Pompeu Fabra.
Vocaloid permite sintetizar una canción introduciendo la letra y la melodía, a partir de las cuales se genera la canción completa añadiendo entonación, vibrato, dinámica sonora y tipo de voz mediante samples de cantantes o celebridades reales a los que los algoritmos modifican tono y frecuencia para adaptarlos a las necesidades de la nueva canción. Está disponible para varios idiomas, especialmente inglés, japonés y chino.
Vocaloid permite sintetizar una canción introduciendo la letra y la melodía, a partir de las cuales se genera la canción completa añadiendo entonación, vibrato, dinámica sonora y tipo de voz mediante samples de cantantes o celebridades reales a los que los algoritmos modifican tono y frecuencia para adaptarlos a las necesidades de la nueva canción. Está disponible para varios idiomas, especialmente inglés, japonés y chino.
A partir de esta base, la firma nipona Crypton Future Media desarrolló las librerías (con la voz basada en la de la actriz Saki Fujita) y encargó al artista Kei Garō la creación de un personaje 3D de estilo manga cuyas animaciones pueden ser proyectadas o, más normalmente, presentadas como hologramas. El resultado es una adolescente de cabello fosforescente, muy de estética postmoderna japonesa, llamado Hatsune Miku que ofrece conciertos reales. Regularmente, se promueven espectáculos en los que se combinan las canciones "cantadas" con Vocaloid y las librerías de Crypton, con los hologramas de las animaciones 3D de Miku, hologramas de otros muñecos, y una banda real que acompaña la voz. Eventos a los que asisten miles de jóvenes llenos de un inusitado fervor como se puede ver en los muchos vídeos que pueblan Youtube.
Sin duda, requiere un esfuerzo técnico importante el coordinar todos esos elementos y animaciones en un continuo realista. y verosímil.
Sin duda, requiere un esfuerzo técnico importante el coordinar todos esos elementos y animaciones en un continuo realista. y verosímil.
Actualmente, existe una importante comunidad de desarrolladores de animaciones, vestidos para los muñecos digitales y canciones para Miku. Se han puesto a disposición de ellos nuevas librerías de voces, gran cantidad de freeware y entonaciones, así como una plataforma para desarrollar las animaciones (MikuMikuDance).
Con todo ello, los conciertos son cada vez más espectaculares y realistas.
Con todo ello, los conciertos son cada vez más espectaculares y realistas.
¿Podemos imaginar un ecosistema similar en el ámbito literario?
Un pequeño tutorial en español de cómo crear canciones con Vocaloid puede verse en este enlace.
Secuelas de estas tecnologías son extravagancias como Boku no Yome, de la firma Gatebox, una esposa virtual, una sumisa Lolita de nombre Azuma Hikari, que espera al solitario y deprimido urbanita de Osaka o Tokyo al final de cada jornada de trabajo para reconfortarle con ternura y sin reproches diciéndole melosa frases del tipo "te he echado de menos, cariño". Un sistema, además, que aprende de nuestros gustos y horarios a medida que se usa. Adicionalmente, controla la domótica del hogar permitiendo que "ella" conecte la lámpara, enchufe el horno o active nuestra música preferida al llegar a casa. Incluso, recuerda fechas y aniversarios. Todo por poco más de 1000 euros.
Extravagancia o inquietante futuro, quién sabe.
Extravagancia o inquietante futuro, quién sabe.
Todos estos inventos raros vienen de Japón. ¿Por qué?
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