Basta probar ChatGPT durante tres o cuatro horas para darse cuenta de que, aún siendo una herramienta potente y estupenda para lo que ha sido creada - que no es charlar con humanos-, su nivel de imaginación, si es que una máquina puede tener imaginación (de momento), es muy bajito.
Pero lo que no cabe duda es que los seres humanos seguimos teniendo una gran imaginación, especialmente cuando se trata de hacer negocios.
Terence Noble propone en Amazon un libro que recopila 132 poemas, basados en hechos bíblicos, generados por ChatGPT. Estos poemas han sido formateados ligeramente por el autor pero el 95% de los mismos ha sido generado por la red neuronal.
No se dice qué diría Jesucristo al ver a los mercaderes hacer negocios con sus palabras en el Templo de la IA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario