The Electronic Babylonian Literature es un ambicioso proyecto puesto en marcha por la Universidad Ludwig Maximilian de Munich en el año 2018. Liderado por Enrique Jiménez y financiado por el Sofja Kovalevskaja Award de la Alexander von Humboldt Fundation, tiene como misión catalogar, digitalizar y poner a disposición de los investigadores el corpus de literatura, sobre todo escrita en tablillas, e inscripciones de Babilonia en el milenio anterior a Cristo. Una de las piezas literarias más notables de ese corpus es, sin duda, la Epopeya de Gilgamesh.
El estudio de la literatura babilónica se ha visto obstaculizado por dos factores: el fragmentado estado de reconstrucción de las tablillas que recogen sus textos y la falta de un corpus electrónico de los mismos sobre el que realizar análisis asistidos por ordenador. El proyecto eBL aportar soluciones a ambos problemas. En primer lugar, se ha recopilado un corpus electrónico exhaustivo y se ha transcrito el material en bruto de las tablillas, ahora en gran medida inaccesible a la mayoría de estudiosos, a una base de datos de fragmentos ("Fragmentarium"). En segundo lugar, se ha desarrollado un algoritmo pionero de alineación de secuencias ("cuneiBLAST") para consultar estos corpus. Este algoritmo impulsará la reconstrucción de la literatura babilónica mediante la identificación de cientos de nuevos fragmentos de texto, no sólo en el transcurso del proyecto, sino también en las décadas venideras.
Obviamente, el corazón del proyecto es el Fragmentarium en donde se están guardando miles de fragmentos de texto, hoy por hoy, ilegibles porque no sabemos en qué orden colocarlos y qué fragmentos faltan. Pero, a medida, que todos los investigadores mundiales vayan aportando sus hallazgos a la base de datos de EBL es bien posible que un día logremos encajar unas piezas con otras y llegar a tener un corpus de suficiente longitud para analizarlo sintáctica y literariamente. Lo importante, ahora, es que no se pierda información alguna y que la existente esté catalogada para poder hacer búsquedas informáticas. La compilación de toda la información es un viejo sueño de la asiriología, que muchos estudiosos han intentado hacer realidad desde el siglo XVIII. El primer asiriólogo que transliteró todos los fragmentos que cayeron en sus manos fue George Smith, que dejó más de treinta cuadernos repletos de transliteraciones.
Incluso en su estado actual, incompleto, y tras sólo 5 años, EBL es ya uno de los mayores corpus asiriológicos digitales existentes. Se calcula que contiene el 75% de fragmentos inéditos de Nínive. Con esta cobertura y el uso informático se ha podido, por ejemplo, identificar incluso fragmentos minúsculos y asignarlos a una composición, como el minúsculo fragmento K.17569, que sólo contiene un signo por línea, y que fue unido a un manuscrito del Himno a la reina de Nippur
Más información en este enlace.
No hay comentarios:
Publicar un comentario