David Liss, en La Compañía de La Seda, construye una trama plena de intrigas ambientada a principios del siglo XVIII donde Inglaterra y Francia compiten por lograr la hegemonía del comercio mundial. En este caso, el relato se centra en el Londres de 1722 y en las compañías que comercian con la seda y la lana.
Cada capítulo se inicia con un hilo conductor que lleva al lector a imaginarse un escenario que sistemáticamente es desmontado al final del mismo, llevándole de sorpresa en sorpresa. Esto hace la lectura amena e interesante en muchas ocasiones pero, al final, la maraña de intrigas se complica demasiado artificialmente y el final es un tanto simple y anodino para lo que se esperaba de la red de espionajes, corrupciones, trampas, oscuros intereses y personajes sin escrúpulos.
La ambientación histórica es acertada y se refleja de modo realista la vida londinense del siglo dieciocho, tanto en sus barrios más marginales como entre las clases más acomodadas. A veces, no obstante, se nota un excesivo peso de la realidad actual que el autor traslada trescientos años antes de modo un tanto forzado.
Cada capítulo se inicia con un hilo conductor que lleva al lector a imaginarse un escenario que sistemáticamente es desmontado al final del mismo, llevándole de sorpresa en sorpresa. Esto hace la lectura amena e interesante en muchas ocasiones pero, al final, la maraña de intrigas se complica demasiado artificialmente y el final es un tanto simple y anodino para lo que se esperaba de la red de espionajes, corrupciones, trampas, oscuros intereses y personajes sin escrúpulos.
La ambientación histórica es acertada y se refleja de modo realista la vida londinense del siglo dieciocho, tanto en sus barrios más marginales como entre las clases más acomodadas. A veces, no obstante, se nota un excesivo peso de la realidad actual que el autor traslada trescientos años antes de modo un tanto forzado.
Liss aprovecha la novela para plasmar debates éticos y sociales que, probablemente, son mucho más de nuestros días que de aquella época, como la confrontación entre estado e individuo, entre normas e iniciativa personal o, incluso, sus reflexiones sobre la globalización.
a mio esta novela me gutó mucho. Está llena de intriga y me encantó
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