Llibre d’Absències ( Edicions 62- Empúries, 1997) de Miquel Martí i Pol es una maravilla. Un poemario que hay que leer. Un análisis de la muerte, de la despedida de los seres queridos, del dolor, de la aceptación del mismo y la apuesta por el futuro de vida aún cuando haya desaparecido el ser querido.
Emociona. Emociona profundamente. Es una visión serena, que vive la ausencia y ama la vida a pesar de todo, porque “és vivint que puc pensar-te i fer-te créixer amb mi”. La aceptación de la muerte, no por justa u olvidada, sino por amor a la memoria del ser querido que es digna de ser recordada. Una vida que no sólo es para mí que sigo viviendo sino para que ella viva aún más en el recuerdo. Un libro de afirmación de la posición humana del poeta frente a la muerte. Poemas que parten, sí, de una experiencia personal pero que inmediatamente son parte de la experiencia vital de cualquiera que haya sufrido una muerte cercana. Una elegía, sí, pero también un canto de amor.
El fluir del texto no cae nunca en lo patético y, sin embargo, estremece. No cae nunca en el tremendismo y, sin embargo, angustia su dolor. No cae en la ingenuidad de minimizar la muerte y, sin embargo, es esperanzador. Profundamente emocionante.
Emociona. Emociona profundamente. Es una visión serena, que vive la ausencia y ama la vida a pesar de todo, porque “és vivint que puc pensar-te i fer-te créixer amb mi”. La aceptación de la muerte, no por justa u olvidada, sino por amor a la memoria del ser querido que es digna de ser recordada. Una vida que no sólo es para mí que sigo viviendo sino para que ella viva aún más en el recuerdo. Un libro de afirmación de la posición humana del poeta frente a la muerte. Poemas que parten, sí, de una experiencia personal pero que inmediatamente son parte de la experiencia vital de cualquiera que haya sufrido una muerte cercana. Una elegía, sí, pero también un canto de amor.
El fluir del texto no cae nunca en lo patético y, sin embargo, estremece. No cae nunca en el tremendismo y, sin embargo, angustia su dolor. No cae en la ingenuidad de minimizar la muerte y, sin embargo, es esperanzador. Profundamente emocionante.
un saludo desde otro blog de libros.
ResponderEliminarGracias, un saludo.
ResponderEliminarLo leeré