Tan cerca estás, aún cuando estás tan lejos.
Sin que tus manos me toquen, me acaricias.
Percibo tu aroma y el leve roce de tu aliento.
Huele a azahar y a lavanda, a cilantro y a gardenias.
¿Cómo es que te siento a mi vera, ansiado cielo,
cuando entre ambos un mundo se extiende inmenso?
Cosas del querer.
porque, en mi mente, despierto te recreo
con la ilusión del amor fresco, del aire limpio.
Dibujo tu rostro en mi memoria,
anhelo que me acurruco en tu regazo,… aunque estés tan lejos.
Hay estrellas en el cielo,
hay estrellas y te quiero.
Cosas del querer.
No me reconozco al mirarme en el espejo.
Tan feliz me veo, tan dichoso
con esa sonrisa que llega del ensueño
de que me ames, de que sea cierto.
¿Qué me has hecho, mujer tierna? ¿Qué me has hecho?
Tan dulce es tu imagen y el deseo.
Te he esperado. Qué bueno que has venido, vida mía. Qué bueno.
Cosas del querer.
No sé cómo son tus labios, ni las ondas de tu pelo.
No sé cómo es tu piel.
No conozco el secreto de tus muslos ni las nubes de tus pechos.
No he recorrido tu espalda, poco a poco, con esmero.
Y tu vientre aún no me ha seducido.
No conozco cómo te acunas en mi hombro
mientras te admiro, mientras te beso.
No conozco el arco iris de tus ojos
ni el gemido de tu anhelo,
ni el escalofrío de tus caricias de mariposa.
¿Cómo es que te necesito tanto,
a qué viene este tumulto, este deseo?
Cosas del querer
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