En el año 2013 se registraron en la Agencia española del ISBN, 72.494 libros de primera edición, 2.128 reediciones y 5.584 catalogados
como de autor-editor. Por su lado, los registros de libros electrónicos fueron
20.402. Recalcar que estos números recogen únicamente aquellos libros
registrados en la agencia y que puede haber otros publicados sin ISBN. Con todo,
como este hecho ocurre cada año, las comparativas temporales son homogéneas. La
tabla de crecimiento es la que se muestra a continuación:
Ampliando la escala de las categorías de libro electrónico y
de registros autor-editor, tenemos:
El descenso de las primeras ediciones es evidente y
consistente y, en mi opinión, debido más a la crisis económica general por la
que atraviesa España que a una disminución del gusto y voluntad de la lectura. El
libro no es un bien de primera necesidad (al menos material; otra cosa es
intelectual y las bibliotecas e Internet actúan como comedores intelectuales) y
parece razonable pensar que las personas reduzcan sus gastos en comprarlos. Por
otro lado, si bien el libro electrónico sube, su aumento ya desde el 2011 es bastante plano (de menos de 3000 ejemplares en 3 años) por lo que parece confirmarse que su máximo ya pasó. En cuanto a los
libros registrados como autor-editor, estos sufren la misma caída
aproximadamente que los de primera edición lo que da a entender que la
autopublicación no resuelve los problemas de costes ni facilita la llegada al mercado. Si el
coste de autoeditarse fuera muy reducido o si realmente se pudiera vender significativamente, habría muchos escritores, noveles
sobre todo, que al menos lo intentarían. Sin embargo, esto no está ocurriendo y
la tendencia es lo suficientemente consistente como para tomarla por
estructural.
En la última tabla pueden verse las evoluciones de las
variaciones interanuales.
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