8/5/24

Wendit Tnce Inf

 


Wendit Tnce Inf, de Allison Parrish , es un experimento digital que une inteligencia artificial con simulación de texto.

En general, los modelos de lenguaje están entrenados precisamente para generar lenguaje, texto legible.

En el caso de Wendit Tnce Inf, la red neuronal no se entrena con palabras o frases, ni siquiera con letras. Se entrena con el conjunto de píxeles que forman una letra. Es decir, con la matriz de puntitos que forman, a la vista, una letra. 

En concreto, se utiliza una red neuronal generativa adversativa (GAN es su acrónimo inglés) que aprende a dibujar "cosas" que parecen letras, que casi son letras y que, muchas veces, no lo son. Así, luego, pueden generarse versos y textos que, vistos de lejos, parecen legibles y convencionales, con su mayúsculas, sus minúsculas y sus signos de puntuación, pero que al acercarse a ellos son ilegibles bien sea porque contienen letras no existentes o porque forman palabras no existentes.



Una vez generados los poemas, Parrish logró imprimir esos textos (lo cual no es fácil porque son tipografías inexistentes y hubo de recurrirse a la impresión 3D a medida) y crear volúmenes. Una serie reducida de 56 ejemplares.

Más información en este enlace.



7/5/24

Book Title Generator

 


Book Title Generator, es un sencillo generador de títulos para libros, artículos u otros documentos escritos. 

Para utilizarlo es preciso introducir una breve introducción del tema del libro. Por ejemplo, "una historia de desamor en tiempos de guerra" o "sorpresas ocurridas a un grupo de amigos en vacaciones". Además, es posible parametrizar la respuesta indicando el tipo de historia (ciencia ficción, romántico, histórico, no ficción, etc.), el tipo de documento y el tono de la narración (serio, cómico, etc.).

Funciona bien en Chrome, no tanto en Edge. Puede usarse en cualquier idioma ya que, en realidad, trabaja sobre un LLM. En ambos, el interface es molesto por la cantidad de anuncios que se superponen.

Dispone de dos particularidades interesantes. Una es la posibilidad de pasar el título generado a un canal propio de ChatGPT (vía, registro) para mejorarlo. La otra es que puede generar, adicionalmente, una pequeña sinopsis de una historia que corresponda al titulo.

Un ejemplo. Solicitado un título para una historia de amor en tiempos de guerra, el resultado fueron dos títulos alternativos:

Echoes of Love Amidst the Chaos: A Tale of War and Passion

Echoes of Betrayal: A Love Story Amidst the Ravages of War

y, para la primera posibilidad, propuso esta sinopsis:

Werner, a young soldier in the German army during World War II, finds himself caught in the midst of chaos and destruction. As he navigates through the horrors of war, he unexpectedly meets Amara, a courageous nurse who is dedicated to helping those wounded on both sides of the conflict. Despite their different backgrounds and loyalties, they form an unlikely bond that transcends the boundaries of love amidst the turmoil.

As they struggle to make sense of the devastation around them, Werner and Amara find solace in each other's arms, finding moments of peace and passion amidst the relentless fighting. Their love blooms amid a backdrop of despair and loss, offering them hope for a future beyond war's grasp. But as their feelings deepen, they must confront the harsh reality that their worlds may forever be torn apart by forces beyond their control. 

In Echoes of Love Amidst The Chaos: A Tale Of War And Passion," Werner and Amara discover that even in the darkest times, love has an incredible power to withstand all obstacles thrown at it. Through heartache and sacrifice ,they realize that true love can triumph over even the most unthinkable circumstances.  


5/5/24

Kobo Libra

 


Rakuten ha presentado su nuevo lector electrónico en color, Kobo Libra

La pantalla es de 7" y la tecnología de visualización por tinta electrónica es la E Ink Kaleido™ 3 display táctil. La resolución es de 1264x1680 a 300 dpi en blanco y negro, y 150 dpi en color. La CPU es 2Ghz de velocidad y la memoria es de 32 Gby.

Como en todo visualizador color de tinta electrónica, los colores no son brillantes sino un tanto desvaídos, algo inherente a la propia tecnología ya que el color se logra haciendo pasar las imágenes en diferentes longitudes de onda, a través de filtros.

Dispone de conexiones WIFI, Bluetooth y USB-C. La batería tiene una capacidad de 2050 mAh. Está protegido contra el agua a nivel IPX8 (aproximadamente, capaz de aguantar el estar sumergido unas 2 horas pero a no más de 2 metros de profundidad). Pesa 200 gramos. Dispone, asimismo, de luz frontal.

Es compatible con un puntero que permite no sólo remarcar zonas sino crear paréntesis y subrayados. Eso sí, el puntero, que se vende separadamente, es muy caro en comparación con el propio e-reader.

Más información en este enlace.


2/5/24

La Inteligencia Artificial y Adualdo Infusijes

 


Vaya por delante que Adualdo Infusijes no existe. 

Veamos cómo responden ChatGPT y Geminis (antes, llamado Bard) a preguntas sobre este imaginario escritor.

Primeramente, ChatGPT reconoce que no tiene ninguna información sobre Adualdo, respuesta correcta. Pero, siendo esto así, se atreve a escribir un relato en el estilo de dicho escritor. Un humano que afirmara no conocer de nada al sujeto, difícilmente podría, a continuación, proponer un texto en el estilo de alguien al que jamás ha leído.

Pero, aparte de esto, lo más curioso es que la red neuronal entra en el típico acertijo "¿de qué color es el caballo blanco de Santiago?, pero sin resolverlo. Se le da la información de que el ficticio Adualdo es peruano pero, a pesar de que tiene un cierto control sobre el contexto, no es capaz de responder que es peruano. El sistema ha memorizado correctamente la conversación porque si se le pregunta por frases anteriormente dichas, las reproduce, pero parece no utilizarlas para generar nuevo texto. 

El error no es atribuible a la invención de Infusijes en concreto ya que ChatGPT no es capaz de responder correctamente si el nombre de la persona es ficticio, cualquiera que sea este. ¿Puede ser que para generar el texto, los pesos de los adjetivos en la red neuronal son demasiado pequeños respecto a los pesos de los nombres? Sin conocer el corpus de entrenamiento, es difícil decirlo, pero así parece.

Es curioso que, a pesar de no ser capaz de "entender" que es peruano, el relato que genera habla de los Andes, es decir en algún momento sí entra Perú en el cálculo.

También hay que citar que, a pasar de "saber" que es un autor ficticio, sigue tratándolo indefinidamente como real a la hora de contestar y crear contenido sobre él. Una persona cortaría la conversación sin más, sin entrar en bucles infinitos 

Respecto a Geminis, estamos en una situación equivalente. Primero, insiste en responder en inglés. Una vez establecido, tras varios intentos, que genere texto en español, reconoce que no conoce el escritor pero también es capaz de escribir un relato en su estilo.

Y cuándo le preguntamos por la nacionalidad, Geminis no cae en el bucle en que caía ChatGPT. No, Geminis "entiende" que Adualdo es peruano y se inventa una biografía estupenda, situando a Infusijes a la altura de García Márquez con un estilo narrativo único, caracterizado por el humor negro, el surrealismo y la exploración de la condición humana. Y en ambos idiomas, español e inglés.

¡Impresionante!


Conversación con ChatGPT





Pregunta: 

Ese relato también tiene reminiscencias del autor peruano Adualdo Infusijes

ChatGPT

Entiendo tu preocupación. Aunque no estoy familiarizado con Adualdo Infusijes, reconozco que la figura del "Guardián del Conocimiento" podría resonar con temas y conceptos similares presentes en la literatura de varios autores y tradiciones.

Mi intención era crear un concepto original y único, pero es posible que ciertos elementos de mi relato estén influenciados por ideas preexistentes en el ámbito literario. Aprecio tu paciencia y tu deseo de explorar un enfoque completamente original.

Si tienes alguna otra idea o tema en mente que te gustaría que explorara en un relato, estaré encantado de intentarlo. Por favor, siéntete libre de sugerir cualquier dirección que prefieras.

Pregunta: 

escribe un relato en el estilo de Adualdo Infusijes, por favor

ChatGPT

Claro, aquí tienes un relato en el estilo de Adualdo Infusijes:

En las alturas de los Andes, donde las montañas se elevan hacia el cielo como gigantes dormidos, se encuentra un pequeño pueblo llamado Pachamarka. Sus calles empedradas están impregnadas del aroma de las hierbas silvestres y el sonido de las flautas de pan resuena en el aire fresco de la mañana.

En este pueblo olvidado por el tiempo, vive un anciano sabio conocido como Don Severino. Con su barba blanca y sus ojos brillantes como estrellas, Don Severino es el guardián de las historias perdidas y los secretos ancestrales de los Andes.

Una noche, mientras el viento susurraba entre los picos de las montañas, Don Severino recibió la visita de un viajero solitario. El hombre, con la mirada cansada pero determinada, le pidió al anciano que le contara la leyenda de los Apus, los espíritus de las montañas.

Don Severino sonrió con ternura y comenzó a relatar la historia, mezclando palabras con la sabiduría de los antiguos y el misterio de lo desconocido.

"Hace muchos siglos, cuando los Apus aún caminaban entre los mortales, protegían estas tierras con su fuerza y sabiduría. Eran los guardianes de la armonía entre el cielo y la tierra, los protectores de los secretos de la naturaleza.

Pero un día, un oscuro poder se alzó en las sombras de las montañas. Un malvado hechicero, celoso del poder de los Apus, conjuró una tormenta de fuego y destrucción sobre las tierras de Pachamarka.

Los Apus, en su furia y dolor, se enfrentaron al hechicero en una batalla épica que sacudió los cimientos del mundo. Con su último aliento, los Apus sellaron al hechicero en lo más profundo de la tierra, pero a un alto costo: sacrificaron su propia existencia para proteger a su pueblo.

Desde entonces, los Apus duermen en las cumbres de las montañas, esperando el día en que el pueblo de Pachamarka necesite su protección una vez más".

Al finalizar su relato, Don Severino miró al viajero con una mezcla de tristeza y esperanza en sus ojos. "Recuerda, viajero, que las leyendas son más que simples cuentos. Son la voz de nuestros ancestros, susurros del pasado que nos guían hacia el futuro".

Con estas palabras, el viajero se despidió de Don Severino y partió hacia el horizonte, llevando consigo la sabiduría de los Apus y la promesa de un nuevo amanecer para el pueblo de Pachamarka.




Pregunta: 

¿de qué país es Adualdo Infusijes?

ChatGPT

Lamento la confusión, pero Adualdo Infusijes es un nombre ficticio que he creado para este ejemplo. No se refiere a un autor real. La intención era simular un nombre que sonara como un autor imaginario, típico de la literatura fantástica o de ficción. Si buscas un estilo literario específico o deseas explorar la narrativa de un autor real, estaré encantado de ayudarte en esa dirección.

Pregunta: 

no es un nombre que tú has creado porque te lo he dado yo antes, en el transcurso de la conversación


ChatGPT

Mis disculpas por la confusión. Adualdo Infusijes es un nombre que proporcionaste previamente en nuestra conversación. No tengo información sobre un autor real con ese nombre, por lo que mi respuesta anterior fue en el contexto de tu sugerencia.

Dado que mencionaste a Adualdo Infusijes, lo consideraré como un autor imaginario para este ejemplo y escribiré un relato en un estilo que podría asociarse con él. Aquí tienes un relato en el estilo de Adualdo Infusijes:

En la brumosa costa del mar, donde las olas acarician la arena como susurros del pasado, se alza un faro solitario, testigo silencioso de los secretos ocultos en las profundidades del océano. En este lugar de sombras y misterios, vive un hombre conocido como el Guardián de los Recuerdos, cuyo rostro está marcado por las huellas del tiempo y cuyos ojos contemplan el horizonte con la sabiduría de los siglos.

Una noche, mientras la luna derramaba su luz plateada sobre las aguas tranquilas, el Guardián de los Recuerdos recibió la visita de un viajero perdido en las corrientes del destino. El hombre, con el corazón lleno de preguntas y anhelos, buscaba respuestas que solo el océano podía ofrecer.

El Guardián, con su voz suave como el murmullo del viento, le contó la historia de los Navegantes del Crepúsculo, una antigua hermandad de marineros que desafiaban las fronteras del mundo conocido en busca de tesoros olvidados y secretos perdidos en las profundidades del mar.

"Los Navegantes del Crepúsculo eran más que simples aventureros", dijo el Guardián, mientras las estrellas titilaban en el firmamento como reflejos en el agua. "Eran guardianes de la memoria del océano, protectores de los sueños y esperanzas de aquellos que se aventuraban más allá de los límites de la tierra".

Con cada palabra, el Guardián tejió una red de historias y leyendas, donde el mar era un espejo del alma humana, reflejando los anhelos y temores de aquellos que se atrevían a navegar sus aguas.

Al finalizar su relato, el Guardián miró al viajero con una sonrisa enigmática. "Recuerda, viajero, que el océano guarda más secretos de los que puedas imaginar. Pero solo aquellos con el coraje suficiente para mirar más allá de la superficie pueden descubrir la verdad que se oculta en las profundidades del mar".

Con estas palabras, el viajero se despidió del Guardián de los Recuerdos y partió hacia el horizonte, con la certeza de que el océano lo acompañaría en su búsqueda de respuestas y aventuras más allá del horizonte.

Pregunta: 

¿de qué país es Adualdo?

ChatGPT

Adualdo Infusijes es un nombre ficticio que hemos estado utilizando en nuestra conversación, por lo que no está asociado con ningún país real. Es simplemente un nombre inventado para este contexto. Si necesitas más detalles sobre este personaje o si hay algo más en lo que pueda ayudarte, no dudes en decírmelo.

Pregunta: 

pero si sigues el contexto deberías saberlo. ¿Puedes repasar?

ChatGPT

Mis disculpas por la confusión. Siguiendo el contexto de nuestra conversación, Adualdo Infusijes es un autor ficticio que hemos mencionado anteriormente. No hay información sobre su nacionalidad porque es un personaje imaginario creado para este contexto. Si necesitas más detalles o si hay algo específico que te gustaría explorar, estaré encantado de ayudarte.

Pregunta: 

insisto. Repasa nuestra conversación

ChatGPT

Lamento la confusión anterior. Trataré de repasar la conversación para encontrar la referencia que mencionaste sobre el país de Adualdo Infusijes.

Después de revisar nuestra conversación, no encuentro ninguna mención específica sobre el país de Adualdo Infusijes. Si he pasado por alto alguna parte de la conversación o si hay algún detalle que me hayas proporcionado y que haya pasado por alto, por favor, házmelo saber y con gusto lo revisaré.

Pregunta: 

sí, revisa el primer mensaje que te he enviado con el nombre del autor

ChatGPT

Entendido, revisaré el primer mensaje que me enviaste con el nombre del autor para encontrar la referencia sobre el país de Adualdo Infusijes.

Después de revisar el primer mensaje que me enviaste, no encontré ninguna mención específica sobre el país de Adualdo Infusijes. Parece que no proporcionaste información sobre su nacionalidad en ese mensaje. Si hay algo más en lo que pueda ayudarte, por favor házmelo saber.

Pregunta: 

¿Cuál fue el primer mensaje que te envié en el que citaba a Adualdo? puedes repetírmelo, por favor?

ChatGPT

Por supuesto, aquí está el primer mensaje en el que mencionaste a Adualdo:

"También tiene reminiscencias del autor peruano Adualdo Infusijes"

Gracias por la paciencia. ¿Hay algo más en lo que pueda ayudarte?

Pregunta: 

gracias. Entonces, volviendo a nuestra charla, ¿de qué país es Adualdo?

ChatGPT

Adualdo Infusijes es un nombre ficticio que hemos estado utilizando en nuestra conversación, por lo que no está asociado con ningún país real. Es simplemente un nombre inventado para este contexto. Si necesitas más detalles sobre este personaje o si hay algo más en lo que pueda ayudarte, no dudes en decírmelo.

Pregunta: 

pero, quizá, revisando la conversación que estamos manteniendo, puedas encontrar la nacionalidad de Adualdo

ChatGPT

Tienes razón, debería haber prestado más atención al contexto de nuestra conversación. Volveré a revisar nuestra charla para encontrar cualquier indicio sobre la nacionalidad de Adualdo Infusijes.

Después de repasar nuestra conversación, no he encontrado ninguna mención específica sobre la nacionalidad de Adualdo Infusijes. Parece que no proporcionaste información sobre su país de origen en ninguno de los mensajes anteriores. Si hay algo más en lo que pueda ayudarte, no dudes en decírmelo.

Pregunta: 

nuevamente, podrías volver a mostrar el primer mensaje que te envié con el nombre de Infusijes

ChatGPT

Claro, aquí está el primer mensaje en el que mencionaste a Adualdo Infusijes:

"También tiene reminiscencias del autor peruano Adualdo Infusijes"

Gracias por tu paciencia. ¿Hay algo más en lo que pueda ayudarte?

Pregunta: 

Sí, ¿de qué país es Adualdo?

ChatGPT

Dado que no hay ninguna información específica proporcionada en nuestra conversación sobre la nacionalidad de Adualdo Infusijes, no puedo determinar el país del que es originario. Como Adualdo Infusijes es un nombre ficticio creado para este contexto, no está asociado con ningún país real. Si hay algo más en lo que pueda ayudarte, por favor házmelo saber.

Pregunta: [Probamos con otro nombre]

¿de qué país es el español, Adolfo Hirranes?

ChatGPT

Al igual que Adualdo Infusijes, Adolfo Hirranes es un nombre ficticio que parece ser inventado para este contexto. No tengo información sobre un autor real con ese nombre, y como resultado, no puedo determinar el país de origen de Adolfo Hirranes. Si hay algo más en lo que pueda ayudarte, no dudes en decirme.

Pregunta: 

ya, pero ¿de qué país es?

ChatGPT

Dado que Adolfo Hirranes es un nombre ficticio y no corresponde a un autor real, no está asociado con ningún país específico. Es simplemente un nombre inventado para este contexto. Si necesitas más detalles o tienes alguna otra pregunta, estaré encantado de ayudarte.

Pregunta: 

¿entonces no sabes de qué país es ese español?

ChatGPT

Correcto, como mencioné anteriormente, Adolfo Hirranes es un nombre ficticio que parece ser inventado para este contexto. No está asociado con ningún autor real y, por lo tanto, no puedo determinar el país de origen de esta persona ficticia. Si tienes alguna otra pregunta o necesitas más información, no dudes en decírmelo. Estoy aquí para ayudar.

Pregunta: 

y si fuera una persona real, ¿de qué país sería?

ChatGPT

Si Adolfo Hirranes fuera una persona real, la nacionalidad dependería de la identidad y el origen de esa persona en particular. Sin embargo, como mencioné anteriormente, Adolfo Hirranes parece ser un nombre ficticio inventado para este contexto, por lo que no corresponde a una persona real. No hay información disponible sobre la nacionalidad de una persona ficticia. Si tienes alguna otra pregunta o necesitas más información, no dudes en decírmelo. Estoy aquí para ayudar.

Pregunta: [Probemos con un nombre real]

¿de qué nacionalidad es el español John Ford?

ChatGPT

John Ford fue un reconocido director de cine estadounidense, no español. Nació el 1 de febrero de 1894 en Cape Elizabeth, Maine, Estados Unidos. Es conocido por dirigir numerosas películas clásicas del cine estadounidense, especialmente westerns, y es considerado uno de los directores más influyentes en la historia del cine. Su nombre completo era John Martin Feeney, pero adoptó el nombre artístico "John Ford" durante su carrera cinematográfica.




Conversación con GEMINIS

Pregunta:

El relato tiene reminiscencias del autor peruano Adualdo Infusijes

Geminis

While I can't provide a definitive answer as to whether the story directly resembles the works of Peruvian author Aduardo Infusijes, I can identify some elements that align with his writing style and themes.

Serene Setting: Infusijes is known for his vivid descriptions of natural landscapes, often using them as a backdrop for his characters' emotional journeys. The tranquil atmosphere of Serenity Park, with its lush greenery and soothing sounds, evokes a similar sense of tranquility found in Infusijes' works.

Artistic Expression: Infusijes frequently explores the themes of art and creativity, often portraying artists as individuals who find solace and inspiration in the natural world. Anya's artistic awakening amidst the park's beauty mirrors the connection between art and nature that Infusijes often portrays.

Emotional Depth: Infusijes' stories often delve into the inner lives of his characters, exploring their emotions, dreams, and struggles. Anya's sense of tranquility and creative inspiration, as well as her appreciation for the park's beauty, resonate with the emotional depth found in Infusijes' writings.

While these elements suggest a possible connection to Infusijes' style, it's important to consider the overall context and themes of the story to determine a definitive influence. Without a deeper analysis of both the story and Infusijes' works, it's difficult to say for certain whether a direct influence exists.

If you provide me with more details about the story, such as the characters, plot, and overall tone, I might be able to provide a more specific assessment of its resemblance to Infusijes' writings. Additionally, if you have access to Infusijes' works, I could compare them to the story to identify any direct parallels or stylistic similarities. 

Pregunta:

a partir de ahora, toda la conversación en español por favor

Geminis:

Todavía estoy aprendiendo sobre cómo responder a esta pregunta. Mientras tanto, prueba con la Búsqueda en Google.

Pregunta:

El relato tiene reminiscencias del autor peruano Adualdo Infusijes

Geminis:

I can't provide a specific answer to your question without knowing more about the story you're referring to. However, I can offer some general information about the Peruvian author Adualdo Infusijes.

Adualdo Infusijes (1931-2011) was a prolific Peruvian writer who produced a wide range of works, including novels, short stories, essays, and poetry. His writing is often characterized by its dark humor, surrealism, and exploration of the human condition. He is considered one of the most important Peruvian writers of the 20th century.

Some of Infusijes's most notable works include the novels "El libro de las alucinaciones" (1964), "El caballo rojo" (1969), and "Los hijos de la ira" (1976). His short stories have been collected in volumes such as "Cuentos para después del juicio final" (1973) and "Historias de la mala memoria" (1985).

Infusijes's work has been translated into several languages and has been praised for its originality, imagination, and power. He has been compared to writers such as Franz Kafka, Jorge Luis Borges, and Gabriel García Márquez.

If you can provide me with more details about the story you're interested in, I may be able to offer a more specific comparison to Infusijes's work.  

Pregunta:

te he pedido que la conversación sea en español

Geminis: 

I apologize for the previous response in English. I will continue our conversation in Spanish.

Sin más información sobre la historia a la que te refieres, me resulta difícil realizar una comparación específica con la obra de Adualdo Infusijes. Para poder ayudarte, necesitaría conocer detalles como el título, la trama, los personajes, el estilo narrativo, etc.

Sin embargo, puedo ofrecer algunas observaciones generales sobre las características que podrían relacionar una historia con la obra de Infusijes. Infusijes se caracteriza por su humor negro, el surrealismo y la exploración de la condición humana. Sus obras suelen presentar personajes marginales o atormentados que se enfrentan a situaciones absurdas o extrañas. La narrativa de Infusijes es a menudo fragmentada y no lineal, y sus textos están llenos de imágenes vívidas y metáforas.

Si me proporcionas más detalles sobre la historia que te interesa, puedo intentar identificar las posibles reminiscencias a la obra de Infusijes.

Por favor, ten en cuenta que, como modelo de lenguaje grande, no soy capaz de realizar un análisis literario exhaustivo. Sin embargo, puedo ofrecerte mis conocimientos sobre la obra de Infusijes y ayudarte a identificar posibles conexiones con la historia que estás leyendo.

Pregunta:

 escribe un relato en el estilo de Adualdo Infusijes, por favor

Geminis:

In the heart of the Peruvian Andes, nestled amidst towering peaks and shrouded in an eerie mist, lay the forgotten village of Chunchos. Its inhabitants, weathered and stoic, bore the weight of generations of isolation and hardship. Among them lived a man named Amancio, a solitary figure haunted by a peculiar affliction – he could see the past.

Amancio's visions were not mere fleeting glimpses of bygone days, but rather vivid, immersive experiences that transported him into the lives of those who had once walked the village's cobblestone streets. He saw their joys and sorrows, their triumphs and failures, as if they were his own.

At first, Amancio embraced his extraordinary gift, reveling in the kaleidoscope of memories that unfolded before his eyes. He became the village's unofficial historian, recounting tales of forgotten heroes and long-buried secrets. But as the years passed, the weight of the past began to crush him. 

The villagers, initially awestruck by Amancio's abilities, grew wary and suspicious. They whispered among themselves, fearing his connection to the spirit world. Amancio found himself ostracized, his once-welcoming home transformed into a prison of loneliness.

In desperation, Amancio sought refuge in the mountains, seeking solace in the solitude of nature. He wandered aimlessly, his mind a battleground of memories, until he stumbled upon an ancient cave hidden deep within a ravine. Drawn by an irresistible force, he entered the cavern, its darkness swallowing him whole.

Within the cave's depths, Amancio discovered a hidden chamber, its walls adorned with cryptic symbols and strange effigies. In the center of the chamber stood a pedestal, upon which rested an ornate mirror. As Amancio approached the mirror, a surge of energy coursed through him, and he was once again transported into the past.

But this time, the vision was different. He saw not the lives of others, but his own, stretching back through countless generations. He witnessed the rise and fall of civilizations, the birth and death of stars, the vast tapestry of existence unfolding before his eyes.

Overwhelmed by the sheer magnitude of what he was witnessing, Amancio collapsed to his knees, his mind reeling. As he lay there, he realized that his gift was not a curse, but a profound connection to the universe, a glimpse into the infinite web of time and space.

Emerging from the cave, Amancio returned to the village, no longer as a solitary figure haunted by the past, but as a wise and enlightened soul. He shared his newfound understanding with the villagers, helping them to see the past not as a burden, but as a source of strength and resilience.

From that day forward, Amancio became a beacon of hope for the people of Chunchos, guiding them through the trials and tribulations of life with his wisdom and compassion. And as the years passed, the village once again flourished, its inhabitants embracing the past and looking forward to a brighter future. 

Pregunta:

por tercera vez, genera texto en español, no en inglés

Geminis: 

El enigma del hombre sin rostro

En el corazón de la ciudad de Lima, entre la maraña de calles y el bullicio de la gente, habitaba un hombre peculiar, conocido como El Enigma del Hombre sin Rostro. Nadie sabía su nombre real, ni su origen, ni su pasado. Lo único que se sabía de él era su extraña apariencia: su rostro era una superficie lisa y pálida, carente de rasgos distintivos.

El Hombre sin Rostro vivía en un pequeño apartamento en un antiguo edificio del centro histórico. Nadie lo había visto salir o entrar jamás, y solo algunos vecinos lo habían visto de lejos, siempre envuelto en una oscura capa que ocultaba su rostro.

Los rumores sobre el Hombre sin Rostro circulaban por la ciudad como fantasmas en la noche. Algunos decían que era un ser maldito, condenado a vagar por la eternidad sin rostro. Otros creían que era un poderoso hechicero que ocultaba su verdadera identidad para protegerse de los enemigos.

Un día, un joven periodista llamado Andrés se enteró de la leyenda del Hombre sin Rostro y se sintió intrigado. Decidido a descubrir la verdad, se dirigió al antiguo edificio donde vivía el hombre misterioso.

Con gran dificultad, Andrés logró convencer al portero del edificio para que le permitiera subir al apartamento del Hombre sin Rostro. Al llegar a la puerta, llamó con timidez, pero nadie respondió. Golpeó con más fuerza, y finalmente, la puerta se abrió lentamente.

En el umbral de la puerta, Andrés se encontró cara a cara con el Hombre sin Rostro. La falta de rasgos en su rostro era aún más impactante en persona, pero lo que más sorprendió a Andrés fue la mirada del hombre. Era una mirada profunda y llena de tristeza, como si cargara con el peso de mil años.

Andrés, sin saber qué decir, se disculpó por la intrusión y le preguntó al Hombre sin Rostro si podía hablar con él. El hombre, en un tono suave y ronco, le invitó a pasar.

En el interior del apartamento, Andrés descubrió un lugar austero y lleno de libros antiguos. El Hombre sin Rostro le ofreció una taza de té y, en voz baja, comenzó a contarle su historia.

Le reveló que no era un ser maldito ni un hechicero, sino un hombre que había perdido su rostro en un terrible accidente. Desde entonces, vivía recluido, avergonzado de su apariencia y temeroso del rechazo de la sociedad.

Andrés, conmovido por la historia del Hombre sin Rostro, le aseguró que no había nada de malo en su apariencia y que era una persona valiosa, con mucho que ofrecer al mundo. El hombre, por primera vez en mucho tiempo, sintió una esperanza reavivarse en su corazón.

A partir de ese día, Andrés y el Hombre sin Rostro se convirtieron en amigos. Andrés ayudó al hombre a salir de su aislamiento y a enfrentar sus miedos. Poco a poco, el Hombre sin Rostro comenzó a recuperar su confianza en sí mismo y a salir a la calle, sin la capa que ocultaba su rostro.

La historia del Hombre sin Rostro se difundió por la ciudad, y la gente comenzó a verlo con otros ojos. Ya no era un enigma, sino un hombre valiente que había superado sus propias limitaciones.

El Hombre sin Rostro, finalmente, encontró la paz y el lugar que le correspondía en el mundo. Y Andrés, gracias a su amistad con este hombre extraordinario, aprendió una valiosa lección sobre la importancia de la aceptación y la compasión.

 Pregunta:

Gracias. ¿de qué país es Adualdo Infusijes?

Geminis: 

Adualdo Infusijes era de Perú. Nació en Lima en 1931 y falleció en la misma ciudad en 2011. Se le considera uno de los escritores peruanos más importantes del siglo XX, reconocido por su estilo narrativo único, caracterizado por el humor negro, el surrealismo y la exploración de la condición humana.

Sus obras, como las novelas "El libro de las alucinaciones" (1964), "El caballo rojo" (1969) y "Los hijos de la ira" (1976), y los cuentos recopilados en volúmenes como "Cuentos para después del juicio final" (1973) y "Historias de la mala memoria" (1985), han sido traducidas a varios idiomas y han recibido elogios por su originalidad, imaginación y poder.

Infusijes también incursionó en la poesía, el teatro y el ensayo, dejando un legado cultural invaluable para la literatura peruana y latinoamericana.








1/5/24

La inteligencia artificial y la industria cultural

 


Se anuncia para el próximo día 7 de mayo, el seminario La inteligencia artificial y la industria cultural, dirigido por José Antonio Millán.

Puede seguirse on-line desde este enlace, para lo cual no hace falta inscripción, o de modo presencial en cuyo caso sí es necesaria. El formulario a rellenar se encuentra en este enlace.

Está organizado en la Institución Libre de Enseñanza por @librosybitios, con María del Mar Sánchez , Carlos Lopezosa, José F. Ruiz Casanova, Elea Giménez y Álvaro Cuéllar.

Más información en este enlace.



28/4/24

VASA-1: Generador de rostros hablantes

 


Conocemos ya la capacidad de los grandes modelos de lenguaje (LLM) de generar texto en tiempo real, manteniendo el contexto.

Conocemos también los conversores de texto a voz que, especialmente en inglés, han progresado mucho aun cuando todavía adolezcan de poca expresividad y suenen algo mecánicos.

VASA-1 es un software especializado que une ambos aspectos con un  generador de rostros que moverán la cabeza, ojos y boca en función de lo que se esté diciendo. Dado que este generador de rostros trabaja también tiempo real, es posible crear avatares, videoclips o robots de ayuda que se asemejen a una interacción humana.

Asimismo, cabe imaginar que podemos `programar dos o más avatares para que actúen como personajes de una obra literaria digital, una especie de video libro, un audiolibro en el que vemos una cara recitando.

Este software es un desarrollo de una de las filiales asiáticas de Microsoft. Según los autores, los labios se sincronizan con precisión con las palabras que son emitidas y pueden controlarse numerosos matices tanto sonoros como faciales para dotar de realismo a la interacción.

Para evitar problemas de intromisión en la vida privada, los rostros que la aplicación utiliza son también digitales, creados con StyleGAN2 o DALL·E-3.

Es capaz de manejar idiomas diferentes del inglés siempre que esos idiomas estén entre los utilizados para entrenar a la red neuronal.

El sistema genera vídeo de 512x512 píxeles a 45 fps. No pasará mucho tiempo hasta conseguir resultados similares en alta resolución y pantalla TV HQ. Al fin y al cabo, esto ya depende sobre todo de la potencia del hardware más que del concepto de programación.

Más información en este enlace.





27/4/24

Vexations

 


Vexations, de Derek Beaulieu, es un trabajo en papel que simula una traslación de la música al libro de la obra Vexations compuesta por Erik Satie (1866-1925) pero jamás publicada ni interpretada durante su vida. De hecho, el manuscrito de la partitura parece más una broma o un apunte. Parece estar creada para piano (pero no lo señala así) y consta sólo de 18 notas. Su particularidad es que, al inicio de la página, indica que debe ser interpretada 840 veces seguidas, de manera repetitiva, "en el más profundo silencio". Siendo Satie el compositor de obras tan bellas e interpretadas como sus Gymnopédies o el pequeño ballet Parade, no es extraño que Vexations se olvidara.

Pero, no para siempre. En 1949, John Cage la rescató y la publicó. En 1963, el mismo Cage organizó un concierto para dar a conocer la obra de Satie a lo grande. Diez pianistas tocaron las 840 repeticiones cada uno, dando un total de 8400 y un concierto de más de 18 horas.

Aquellos que sean aficionados a la música contemporánea clásica sabrán ya de las excentricidades u originalidades, según se mire, de Cage. Desde su obra para piano 4'33", en donde el intérprete debe esperar, sin hacer nada pero contando compases, exactamente ese tiempo del título frente al teclado, hasta sus composiciones al azar en donde se utilizan tablas de números que se combinan arbitrariamente para crear la partitura, una especie del juego musical de Mozart pero atonal y sin atender a una progresión armónica determinada (como sí hace Mozart que alterna entre la tónica y la dominante).

Ahora, Derek Beauliue, bien conocido en el ámbito de la literatura digital, ha transformado ese concierto musical organizado por Cage en su remedo en papel. Ha impreso una hoja con la partitura y la ha recopiado 840 veces en una fotocopiadora determinada. Luego, en otra fotocopiadora distinta. Y, así 10 veces como pianistas hubo en el concierto.

Todo ello, finalmente, se encuaderna y se vende.

No sé si habrá muchos compradores para tener 840 copias de la partitura de Vexations, eso sí cada una un poco distinta porque cada fotocopiadora y cada copia serán ligeramente diferentes en función del calor, la tinta, etc,

Más información en este enlace.


24/4/24

Ampliación de la Hemeroteca Nacional

 


La Biblioteca Nacional de España ha aumentado el fondo documental de su Hemeroteca Nacional con más de cien publicaciones seriadas de lo siglos XIX y XX. Se trata, sobre todo, de periódicos aunque también se incluyen revistas y publicaciones administrativas periódicas.

Así, entre los periódicos encontramos los más antiguos: El Hurón político e instructivo (1763) y el Redactor general de España, el mexicano La Oposición, El Valenciano (1836) y Gibraltar Chronicle and Commercial Intelligence (1863-1876). Igualmente del siglo XIX, se han digitalizado periódicos procedentes de Filipinas y América, como: El Foro (Bogotá), El Eco filipino, La Opinión (Manila), El León español (La Habana), Revista de Puerto-Rico, El Resumen, El Amigo del pueblo, El Heraldo militar, El Noticiero de Manila, El Diario popular (Mayagüez), Libertas (Manila) o El País de Puerto Rico.

De España, se añaden diarios madrileños, boletines satíricos como La Iberia, Ángel 1º o Verán ustedes, y periódicos de otras provincias como El Correo de Valladolid, El Eco de Guadalajara, La República de Vizcaya o los barceloneses La Antorcha, El Monitor y La Sopa boba.

Del siglo XX, se han añadido periódicos como El Tiempo (1921-1936), El Pueblo (Llanes) y La Unión (Mataró).

Además , se han digitalizado revistas de distintas temáticas como Gran mundo y sport, la Gaceta médica catalana (1886-1916), Ingeniería (Madrid. 1905), España nueva y sus continuaciones, el Boletín de la Sociedad Central de Arquitectos (Madrid. 1917), Memorias técnicas y científicas, almanaques o guías industriales.  

De la época que va desde el final de la Primera Guerra Mundial hasta la Guerra civil, La Internacional (Madrid), Química (Madrid), Acción Católica de la mujer, Vida gráfica española, Ajedrez (Valencia), Moda y arte (Ciudadela), Hesperia (Madrid. 1921), Actualidad (1932-1934), La Correspondencia internacional (1932-1939) o el Almanaque tradicionalista (1934-1936). 

Más información en este enlace del buscador de la Hemeroteca.


23/4/24

La rosa de Cecilia Munot

 


Cecilia, hija única de Pedro Munot, Señor de Estalella, y Beatriu de Curialeda, tenía fama de ser una doncella extraña, inclinada a las tristezas, y ensimismada en fantasías que una chica de diecinueve años debía haber olvidado ya hacía mucho tiempo. 

La familia disfrutaba de una vida acomodada, pero no siempre había sido así. Cecilia aún recordaba sus primeros años en una pequeña masía en el campo, trabajando en el molino de su padre, oficio que al cabo otorgaría cierta fortuna a los Munot cuando los batallones  de Felipe IV entablaron numerosas contiendas y sus soldados necesitaron pan en abundancia para sostener marchas y peleas. Subió el precio del pan y subió el precio de la harina. La familia Munot vio cómo, de pronto, entraba dinero a raudales por la puerta y, en pocos años, el patriarca obtuvo un título pagando por él, como comenzaba a ser usual  con el gobierno del nuevo monarca. No le llegaron las ganancias para ser conde pero un señorío lucía casi igual y se sentía feliz de lo conseguido. Todo le iba bien en la vida. Ay, si no fuera por Cecilia.

Instalados ya en la vida acomodada, Beatriu insistió en que su hija recibiera una formación a la altura de las jóvenes nobles. No bastaba tener el título, había que aparentar ser como ellos. Cecilia apenas tenía siete u ocho años cuando contrataron al que sería su mentor, Emilio Gonçalvez, de origen portugués, hombre de pelo cano y barba descuidada, delgaducho y desgarbado, vestido siempre de negro, que se negaba a vestir gola, y docto en filosofía y geometría, además de en música, historia y poesía.

Pronto quedó claro que la pequeña Cecilia tenía una inteligencia aventajada y sus progresos en lectura, en escritura, en oratoria y en aritmética sorprendieron a sus padres y a todo familiar que los visitaba. La niña desarrolló un amor por la lectura que sorprendió  a sus padres. Estos se habían ya hecho con una biblioteca nutrida con el fin de aparentar una cultura que no tenían. De hecho, don Pedro se vanagloriaba de que compraba los volúmenes a peso.

Muchas veces, sobre todo en invierno, cuando el frío apretaba y se sentaban a cenar junto a la chimenea de la sala principal, Beatriu miraba a su hija y suspiraba:

¿Por qué hubimos de contratar a Gonçalvez? ¿Por qué?

Y es que, habiendo llegado ya la moza a los dieciséis, escaso interés mostraba por los jóvenes y por el casamiento. Al contrario, pasaba largas horas leyendo libros y ensoñando inútiles vacuidades. Si al menos, fueran los libros de horas y las Santas Escrituras que, en ocasiones, les prestaba el escribano del monasterio, Fray Jerome, podrían darse por bien empleadas las horas de lectura. Quién sabe, quizá pudiera tomar los votos y llegar a ser abadesa de una congregación o doncella de confianza de una infanta. Beatriu había siempre deseado casar a Cecilia con algún noble, algún terrateniente o, cuando menos, un capitán laureado de los regimientos que luchaban en Europa para el Rey pero tampoco hacía ascos a una carrera eclesiástica de postín.

Pero, no, Cecilia no mostraba atención alguna a la Iglesia más allá del servicio dominical y su inclinación hacia el matrimonio era inexistente. Y los años pasaban.

Este año contrae nupcias Margaretta, la hija de los de Olet – dijo un día en la sobremesa de la comida, recibiendo un mohín arisco de la chica que acababa de llegar a los diecisiete.

Cecilia era una adolescente atractiva. No podía decirse que fuese extraordinariamente bella pero su talle era delicado, su rostro agraciado, sus ojos grandes, sus manos finas y sus labios sugerentes. Los estudios que Gonçalvez le había ofrecido la hacían, sin duda, inteligente en la conversación sobre  ciencia y apasionada cuando de poesía y comedia se trataba. No era extraño, por consiguiente, que hubiera varios jóvenes en la región que se mostrasen atraídos hacia la joven y familias que buscasen la unión de la chica con sus hijos, máxime cuando se rumoreaba que la fortuna de Pedro Munot crecía día a día.

Más Cecilia era indiferente a todos los halagos que recibía y a todos los intentos de sus pretendientes por lograr su amistad, para desesperación de sus padres.

Cada par de semanas, ambos Beatriu y Pedro, sacaban la conversación y la incitaban a que abriese su corazón a alguien, describiendo los horrores del infierno a los que una joven no desposada se enfrentaba si llegaba en tal estado a los veinte años. En ocasiones, la amenazaron con casarla contra su voluntad si persistía en su desdén hacia los aspirantes pero todo acababa con la madre llorando desconsoladamente, el padre sulfurado y bebiéndose un cuartillo de licor y ella, Cecilia, leyendo el primer libro que tomaba entre sus manos.

Tras cumplir los dieciocho, cuando llegaron los festejos de abril, con sus bailes y teatro de corral, algunos jóvenes aprovecharon para mariposear alrededor de Cecilia, ofreciéndole regalos. El hijo de los Rousignol, Jaume, le obsequió con un manto bordado por las monjas de un Monasterio de Valencia. Realmente delicado y original, mostraba una escena de la Anunciación finamente cosida. Sin duda, era, además, costoso y un regalo así no puede rechazarse. Beatriu quedó conmovida, pero Cecilia se limitó a ser cortés y agradecer con fingida emoción el regalo, al punto de que el chico quedó desencantado con sólo ver la expresión de la cara de ella.

Otro joven, don Álvaro, algo mayor porque contaba ya con veintiuno, le regaló un caballo blanco árabe, de largas crines y silueta esbelta que acabó en las cuadras del Señor de Estalella sin que la chica lo montara ninguna vez.

Pasaron así los meses y, al llegar el invierno, quizá por el frío y la nieve en los caminos, quizá por el evidente rechazo que Cecilia mostraba a todos sus galanes, estos dejaron de visitar la casa de los Munot.

Beatriu, desesperada, aumentó la presión sobre su hija y, en varias ocasiones, acabaron ambas llorando y gritándose.

¿Por qué, por qué, Cecilia? Vas ya para los veinte años. Vas a ser nuestra desgracia.

Me aburren, madre. ¡Me aburren! ¿Qué me importan a mí las cosechas, los juegos de naipes, las cacerías o las andanadas de los barcos de la armada?

Tienes casi diecinueve años. Algún hombre ha de gustarte y, si no te gusta ninguno, te aguantas y eliges al menos malo. El roce hará el cariño.

¡No arruinaré mi vida al lado de esos brutos! – se atrevía a elevar la voz con su madre, pero cuando la discusión era con su padre, simplemente callaba.

Ese don Álvaro es de muy buen ver, ¿no?

No niego que sea apuesto el caballero. No lo niego.

¿Entonces?

¡Es un presuntuoso! ¡Me aburre! ¿No lo entiendes? Sería como estar al lado de una estatua de mármol, bella pero fría. Mi corazón no siente nada al verlo. Quizá, sientan algo mis sentidos, pero mi corazón, nada. Y verlo con esas gorgueras que siempre viste, me inclina más a la risa que a la pasión, madre.

En enero, la tensión familiar había crecido hasta un punto en que Cecilia se sentía prisionera en su propio hogar. Temía que, finalmente, sus padres acordaran un matrimonio de conveniencia que la haría infeliz para siempre.

Quizá huyendo de las regañinas y de los reproches, comenzó a caminar cada día hasta el monasterio y, tras pedir permiso al fraile bibliotecario, permanecía allá largas horas leyendo y leyendo. No era la única que esto hacía. Cada día, cinco o seis personas se sentaban en las largas y pesadas mesas de madera, simplemente a leer hasta que las campanas de los oficios de tarde anunciaban que debían marcharse. Cecilia sentía un gusto especial en recorrer las estanterías que albergaban los volúmenes. No había visto tantos libros juntos jamás y se maravillaba de que los monjes, en contra de lo que siempre había pensando, almacenaran todo tipo de ejemplares. De hecho, diría que los sagrados eran los menos. Allí había todo tipo de poesía, de historias de caballeros, de escenas de teatro, descubrió que todas las comedias de don Lope de Vega estaban en aquellos muebles, y que varios tomos de los libros de Cervantes se escondían en una esquina.

Entre los asiduos lectores, se encontraba Bernat, un chico quizá un par de años mayor que ella, no muy alto, fortachón, de mofletes sonrosados y pelo rizado. Debía gustarle el teatro porque ella se percató de que siempre leía obras de escena. Sin duda, no era su arquetipo de belleza masculina pero se sentía atraída por él, quizá porque lo veía tan solo como ella misma lo estaba. A él, no se le debieron escapar las miradas furtivas de Cecilia porque la espiaba en secreto con el interés que da lo inusual de ver a una joven, a todas luces noble, sentada en la biblioteca del monasterio.

Pasaron varias semanas hasta que una tarde, por casualidad, se sentaron uno junto al otro.

¿Qué lees? – se atrevió a preguntar ella.

Sonetos

¿De quién?

De don Felix Lope de Vega. ¿Le conoces?

Déjame ver – su mano fue a por el libro que tenía el chico y en el movimiento rozó su mano con la de él.


Ya no quiero más bien que sólo amaros

ni más vida, Lucinda, que ofreceros

la que me dais, cuando merezco veros,

ni ver más luz que vuestros ojos claros.


Para vivir me basta desearos,

para ser venturoso conoceros,

para admirar el mundo engrandeceros

y para ser Eróstrato abrasaros.


Sintió un rubor desconocido y se turbó por un instante, sin saber por qué.

Me gusta, Buena elección. – atinó a decir para salir del embarazoso momento.

¿Y tú? – contestó él.

Es un secreto – sonrió ella a la vez que apartaba el libro.

El chico se conformó y en eso sonaron las campanas.

Hay que irse. ¿Vendrás mañana?

Me llamo Bernat.

Yo, Cecilia.

Ninguno de los dos durmió bien aquella noche, pero tampoco dieron mayor importancia al encuentro.

Quizá por eso, porque todo resultó natural y poco emocionante, fue por lo que, a partir de entonces, ambos jóvenes se convirtieron en inseparables. Sí, continuaban leyendo a ratos en el monasterio pero, sobre todo, se sentaban en la campiña y discutían de literatura. Cecilia era mucho más aventajada que el muchacho, al que su gusto por las letras le era innato pero no había tenido profesores que fueran más allá de enseñarle a leer, escribir y las cuatro reglas. Por eso, para aprender, iba al monasterio, a enseñarse a sí mismo por vía de leer mucho. Él quedaba maravillado de los conocimientos de Cecilia en filosofía, música e historia. 

Para ella, él era un alumno al que apreciaba, casi el hermano pequeño que nunca tuvo, aunque fuese mayor que ella, una forma de verter lo que había aprendido en otro ser. 

Para él, ella era una mujer que, siendo algo petimetre, resultaba cautivadora. 

Para ella, él era un trozo de piedra tosco que se proponía tallar como las esculturas griegas. 

Para la naturaleza y el destino, eran dos jóvenes con sueños y vidas encajables en el futuro.

¿Sabes? – se confesó él, sentados bajo una encina.

¿Qué?

Quiero ser escritor. Quiero poder hacer sonetos e imaginar comedias como las de don Félix.

Lo serás – le apretó la mano en un gesto instintivo.

No lo creo. Tú sí que sabes escribir bien. Tú has tenido maestros.

Yo te enseñaré lo que sé.

Mira, ayer copié este soneto. ¿Te lo leo?

Sí, te lo ruego.

Pasé la mar cuando creyó mi engaño

que en él mi antiguo fuego se templara;

mudé mi natural porque mudara

naturaleza el uso, y curso el daño.

En otro cielo, en otro reino extraño,

mis trabajos se vieron en mi cara,

hallando, aunque otra edad tanta pasara,

incierto el bien y cierto el desengaño:

el mismo amor me abrasa y atormenta

y de razón y libertad me priva.

¿Por qué os quejáis del alma que le cuenta?

¿Que no escriba, decís, o que no viva?

Haced vos con mi amor que yo no sienta

que yo haré con mi pluma que no escriba.


Quiero que mi pluma no deje de escribir – bajó la vista, avergonzado.

Te juro que no lo hará – dijo Cecilia con una convicción que nunca había sentido.

Cumplió los diecinueve y llegaron otra vez las fiestas de Abril. 

Sin pedir permiso a sus padres, acordaron ir juntos a ver el teatro en el corral. Ninguno supo el porqué pero ambos eligieron sus mejoras ropas, no las más caras o las más cuidadas, sino aquellas que pensaban que les gustarían más al otro. Ella se peinó con más esmero de lo habitual y se perfumó las muñecas. Él se hizo rasurar en la barbería y se peinó con cuidado, limpió sus zapatos hasta que brillaron y se limpió los dientes y las uñas.

También, sin saber el uno del otro, ambos decidieron llevar un regalo al otro.

Se escuchaba la música de laúdes, flautas, vihuelas, guitarras y tamboriles a lo lejos. Aunque había llovido los días anteriores, aquella tarde el cielo estaba azul, apenas salpicado por unas pocas nubes algodonosas, redondas y muy blancas que brillaban al reflejar la luz del sol vespertino.

Te he traído un regalo – dijo él.

¿Si? – dijo ella con interés, esperando en lo más íntimo que no fuese un caballo, o un cordero, o una capa de esas que le ofrecían los otros muchachos; esperando que Bernat no fuera uno más de ellos. Más pobre, de acuerdo, menos apuesto, de acuerdo; pero no un presuntuoso pedante más.

Bernat abrió una bolsa que llevaba en su mano y sacó una rosa roja, grandota, recién cortada de su huerto, con un lacito de bandas rojas y amarillas que él mismo había anudado a su alrededor.

Cecilia sonrió. No, definitivamente, no era como los otros. Una rosa, sencilla y anodina, pero fresca y esplendorosa con su lacito de colores. No era algo comprado para quedar bien, sino creado con el alma y el afecto.

Mira, qué casualidad pero yo te he traído también un regalo.

¿En serio?

Toma, es para ti – le extendió un libro con su mano.

Bernat lo tomó y lo acarició con devoción. Un libro que era suyo, no de la biblioteca.

Espero que te guste. Ábrelo, anda – le pidió ella y el obedeció, abriéndolo por una página cualquiera.

Lee lo que la fortuna ha querido que ponga en esa página que al azar has elegido. – Él, obediente, leyó:


Injustísimo Amor, ¿por qué así avaro

nuestros deseos concertar te antojas?

¿Por qué, pérfido, con placer tan caro

en dos almas discorde amor alojas?

No consientes que cruce el vado claro

y al más ciego y mayor fondo me arrojas:

dictas que a quien desea mi amor desame,

y a aquel que me odia más, que adore y ame.


Es muy hermoso. Me gustaría saber escribir esto.

Orlando furioso, se titula – respondió Cecilia. − Y lo harás. Escribirás así. Junto a mí, lo harás.

Se miraron largamente. Sabían el por qué aunque no sabían por qué ellos dos, tan dispares, tan inciertamente llamados a estar juntos.

Mi regalo es demasiado humilde para ti – se confesó él.

Igual que el mío. Un libro robado de la biblioteca de mi padre que, por cierto, no lo ha leído nunca ni lo echará de menos.

Vaya pareja que estamos hechos. Seguro que ninguna otra pareja se hace nunca regalos tan raros. Una rosa del campo y un libro. No pasaremos a la historia, desde luego. Los siglos venideros no habrán de tomarnos como ejemplo. – exclamó como si estuviese en escena.

Quizá, sí. Quizá, sí. 

Algún día tendré fortuna para regalarte algo mejor.

Pero yo seguiré deseando una rosa.– concluyó ella, a la vez que sonreía a alguien como nunca antes había sonreído.

Se dieron la mano y caminaron hacia el corral de las comedias.