En algún post anterior he insistido en que el lector de libros electrónicos del futuro tendrá poco que ver con el actual dispositivo que, a pesar de todo el ariete mediático, presenta demasiadas deficiencias técnicas y sensoriales. En un comentario realizado aquí yo indicaba que, en mi opinión, el libro electrónico del futuro no será papel pero será como el papel, entendiendo ese "como" en cuanto a que, al menos, debe tener todas las propiedades actuales del papel. Más muchas otras por supuesto.
Una idea en esta dirección es la que propone el húngaro Martin Perhiniak que ha desarrollado un diseño básico (aún no llevado a la práctica) para Apple. Se trata del Ibook. Este video es muy ilustrativo de todo lo que este concepto aporta. Se trata de un libro, muy parecido al que conocemos, pero con multitud de ventajas respecto al mismo. El Ibook se construye sobre todo lo que el libro convencional tiene ya, no contra él. Se construye sobre las ventajas del libro en papel, no en contraposición a él. Aúna la tecnología de toda la vida, la del excelente invento del papel, con toda la potencialidad del microprocesador. Sumando, no restando.
Algunas características que podría tener este Ibook:
- Tamaño similar a un libro convencional. Pantalla de tamaño similar, sencilla de leer
- Peso más ligero
- Gran capacidad de memoria (30 millones de páginas)
- Su manejo es con la mano, con los dedos. Se pasan las hojas “moviéndolas” con los dedos, mediante software de manejo táctil.
No hay sticks ni botones. Los botones de mando son táctiles y aparecen en la pantalla sólo cuando se necesitan.
- Rápido. Las páginas no necesitan una vida para pasar
- Color
- Lectura sin problemas en condiciones de luz ambiental muy intensa
- Permite búsquedas rápidas y avanzadas.
- Dispone de índices al estilo de los libros convencionales (los actuales e-books tienen índices que dejan mucho que desear)
- Permite el escalado de fuentes sin arruinar la composición de la página
- Dispone de “line tracking” semitransparente para poder seguir la lectura más fácilmente.
- Permite ampliar los gráficos e imágenes con un solo toque de nuestro dedo. Igualmente, es posible moverse a través de páginas más grandes que la pantalla arrastrándolas con el dedo.
- Dispone de un “bolígrafo” para subrayar o escribir como si lo hiciéramos sobre papel real. También se puede subrayar sólo con el dedo, incluso simulando un rotulador fosforescente.
- Dispone de reconocimiento de caracteres de modo que lo escrito a mano se auto convierte a fuente tipográfica automáticamente.
- Permite exportar nuestras notas o nuestro texto marcado a un ordenador.
- Tras cerrar el libro, al volverlo a abrir lo hace en la página en que detuvimos la lectura y lo hace muy rápidamente (2 segundos), sin precisar el interminable tiempo de arranque o de carga de un ordenador o un lector actual
- Mediante unos auriculares puede escucharse el texto leído o los elementos sonoros y musicales embebidos en el texto.
- Dispone de conectividad a Internet lo que permite navegar por la Red o descargar nuevos contenidos.
- Puede usarse como un ordenador convencional pasando del modo libro al modo computadora. Perhiniak propone ingeniosamente que una de las hojas del libro se convierta en teclado virtual y la otra en pantalla.
La idea no es aún perfecta. Perhiniak propone usar pantallas OLED que si bien representan un avance importante respecto a las LCD, aún consumen demasiado si las comparamos con las de e-ink o con otras técnicas novedosas (o las que están aún por ser descubiertas), El diseñador indica que podría tener una autonomía de 20 horas, lo que es muy poco en comparación con los siglos de un libro. Asimismo, el dispositivo sigue siendo frágil. Un libro se cae al suelo y no le pasa nada. Un microprocesador o una tarjeta de memoria no aguantan choques bruscos, vibraciones continuas o deformaciones notables. Y aún no se logrado que otras condiciones sensoriales (tacto: no es lo mismo tocar una carcasa metálica que un papel; olor, etc.) se simulen adecuadamente.
Pero no siendo perfecto es, desde luego, un gran concepto en la dirección correcta. Sólo falta construirlo. ¿Tardará mucho?