VerseCrafter, de Greg Kerr, es una aplicación de generación de lenguaje especializada en crear poemas que está disponible en
este enlace. En realidad, se conecta a
ChatGPT.
Funciona, pues, con los pros y contras de los LMMs y que ya hemos ido analizando en entradas anteriores de este blog. Trabaja, como es normal en los modelos de lenguaje, es muchos idiomas. Para usarlo hay que crear un "prompt" que explique al programa qué tipo de poema se desea y sobre qué ha de versar.
Por ejemplo, estos que he usado para generar los ejemplos que se muestran más abajo:
- genera un soneto en español sobre la dificultad de estar con la mujer amada
- genera un poema con la estructura de la "décima", en españo, que narre cómo un nieto rejuvenece a un abuelo
- generate a sonnet in the style of Shakespeare about the disasters of war
- genera un texto de 20 líneas en prosa y en español sobre la urgencia con que las personas van por la calle sin apenas relacionarse con un final amargo.
Ausencia cercana
Difícil es tenerla y no tenerla,
mirar sus ojos, ver que no son míos,
sentir su voz fluir por mis ríos
y al mismo tiempo el alma se me hiela.
Camina junto a mí, pero tan fuera,
su risa no despeja mis vacíos.
Sus pasos van trazando desvaríos
en la senda en que el alma desespera.
La tengo, sí, y no. ¡Qué amarga suerte!
Su sombra yace al borde de mi calma,
presente está, mas lejos que la muerte.
Amarla así desgasta más el alma
que el filo de la ausencia o de la suerte,
pues es prisión sin muros… y sin palma.
(en este caso, VerseCrafter nos da una pequeña indicación del patrón que ha seguido: Este soneto se ciñe a la forma clásica: 14 versos endecasílabos, dos cuartetos y dos tercetos con rima consonante ABBA ABBA CDC DCD. La temática del amor inalcanzable, aunque próximo, es un motivo frecuente en la poesía amorosa del Siglo de Oro.)
La risa que lo despierta
El viejo en su silla yerto,
mirada fija en el muro,
pensar lento, andar oscuro,
los años le hicieron cierto
que el mundo se había ido.
Pero un niño con su canto
llegó riendo y sin espanto,
y el tiempo se vio vencido:
el abuelo alzó un suspiro
¡y el corazón se hizo abierto!
(e, igualmente, nos indica: La décima espinela es una forma poética de origen español, compuesta por diez versos octosílabos con un esquema de rima ABBAACCDDC. Es una estructura elegante y compleja, ideal para relatar emociones profundas y escenas vividas con intensidad. Aquí tienes una décima que narra, con ternura creciente, cómo un nieto logra rejuvenecer el alma del abuelo)
The Ruin of the Sword
Wcannons speak and reason's voice is hushed,
And crimson stains the bloom of morning's breath,
The world, once green, lies trampled, torn and crushed,
Its music turned to cries and moans of death.
The fields that whispered peace now roar with flame,
As brothers meet with steel in bitter hands;
The noble heart, once proud, reduced to shame,
Made stranger in its own forsaken lands.
O war, thou beast with ever-hungry eyes,
Thy banquet is the youth of every shore!
Though kings may praise thy banners as they rise,
Thy glory leaves the common soul most poor.
Yet still we march, deceived by trumpet's call—
And never count the cost until we fall.
Lógicamente, como se basa en ChatGPT también trabaja en prosa:
La gente camina apresurada por las calles, como si el tiempo fuera una bestia feroz que los persigue, y ellos, agotados, intentan escapar. Los pasos resuenan en el asfalto, pero no hay ecos de palabras, solo el murmullo monótono de la ciudad. Nadie se detiene a mirar al otro, a ofrecer una sonrisa, ni siquiera a chocar por accidente. Todos son sombras moviéndose en una coreografía de impaciencia. Las tiendas, llenas de productos brillantes, parecen callar al ver el vacío en los ojos de los transeúntes. Cada rostro refleja un mundo interior lleno de prisas, de metas que no se alcanzan, de futuros que se alejan. Los semáforos cambian, las bicicletas pasan zumbando, los coches tocan el claxon y la multitud sigue su marcha, cada uno ensimismado en su propio universo de preocupaciones. El sol se oculta sin ser notado, como una presencia que pasa desapercibida. Hay una niebla invisible entre las personas, una barrera que las separa, que las convierte en extraños. Y al final, cuando todos se han dispersado, la calle queda vacía, como un lugar que nunca fue hogar, como un eco lejano de lo que podría haber sido. El silencio es el único que queda, más pesado que cualquier ruido. Las prisas, las distancias y la falta de conexión se han llevado lo más simple: el poder de una mirada.