31/10/11

Los milagros de la vida

Los milagros de la vida (Acantilado, 2011) de Stefan Zweig en un relato corto más que una novela (poco más de cien páginas) que no pretende tener la profundidad moral de, por ejemplo, La piedad peligrosa pero que es una de esas leyendas, uno de esos cuentos que permanecen en la memoria, de los que se pueden leer en veladas tranquilas, de los que mantienen el interés a medida que avanzan, de los que uno puede contar ante un fuego que crepita. Una prosa cuidada, con un gran dominio del lenguaje (y hay que citar el dominio de la traductora), hechizante y muy visual en la descripción de los entornos y los escenarios, así como precisa al dibujar los sentimientos que inundan a los personajes. Aprovecha Zweig su cuento para mostrar, también, la división social llena de odio entre comunidades y religiones en el Flandes español, sin maniqueísmos pues todos los bandos – cristianos, protestantes y judíos- rezuman la misma intolerancia. Quizá peca de exceso de religiosidad medieval con ese entorno de señales divinas y milagros (los del cielo y los de la vida que aparecen cuando uno menos los espera y que dan título al libro) que todo parecen explicarlo y justificarlo, mas se trata de una leyenda fantástica y estas siempre están llenas de milagros y fuerzas invisibles. Se lee en un santiamén.


30/10/11

Como agua para chocolate

Como agua para chocolate (Debolsillo, edición 2009) de Laura Esquivel es una novela corta, escrita en 1989 y reeditada ahora, que narra la vida, la lucha por hallar el camino en la vida y los amores frustrados de una mujer, Tita, a lo largo de dos décadas. Obra de prosa rica, que puede encuadrarse dentro del realismo mágico, siempre llena de sensibilidad, delicada en la descripción y brillante en el lenguaje más que en la propia trama aunque esta es, asimismo, profunda en cuanto al análisis de las relaciones- afines unas, enfrentadas otras- entre mujeres, entre amigas, entre hermanas, entre madre e hija (la figura de la madre dura, lejana, embutida en un luto mental, frustrante, asfixiante, es particularmente atractiva) y en los propios prejuicios de la sociedad mexicana de la época. Es en esta exploración de todas las posibilidades de relaciones femeninas en donde la novela tiene su rasgo más característico. La sensibilidad femenina de la autora se refleja en el cariño y en el detalle con que recrea la personalidad de las protagonistas y su evolución desde la inconsciencia adolescente hasta el destino que la vida trae para cada una de ellas. Como curiosidad formal, Esquivel engarza recetas de la cocina tradicional mexicana en la historia de forma natural, sencilla y apropiada al momento narrado.

29/10/11

Cecilia



Cecilia creado por el grupo de estudiantes autodenominado “Fantasía” (Jose Federico (Pepe) Almeida González, Amaia Arroyo Sagasta, Marga Serrano Valdés, Israel Vacas Sánchez-Escribano y Lucía Camarero Cano) es una biografía digital muy interesante en la que se narra la vida de una virtual ganadora española del premio Nobel por sus descubrimientos en la curación del cáncer, Cecilia Arbesa Hart. Se trata de un trabajo realizado dentro de la asignatura “Narrativa Digital” de un máster de la UNED y es realmente interesante porque combina texto, vídeo, fotografías, audio y otros elementos multimedia (aunque hay algún enlace roto) de manera inteligente para que el lector explore la vida libremente de la supuesta investigadora. Hay una versión en Flash y otra en formato wiki. También conecta con un blog y con una página de Facebook. El interface, con una imagen muy periodística, permite elegir cinco etapas de la protagonista: niñez, adolescencia, juventud, madurez y vejez. Hay dosis de mucho realismo, como los artículos en revistas científicas o divulgativas, el discurso en inglés cuando recibe el Nobel, etc.


Future Book 2011


El próximo día 5 de diciembre, en la sala The QEII Conference Centre, no lejos del Parlamento británico, junto al Támesis, tendrá lugar el evento Future Book 2011 en donde se tratará el futuro del sector editorial en esta época digital. Entre los ponentes caben destacar Pieter Swinkels de Kobo Inc, Anna Rafferty de Penguin Digital o Stephen Page, CEO de Faber and Faberm entre otros. Entre los asuntos que se abordarán figuran si la industria editorial puede pensar sólo en términos digitales, los problemas de propiedad de los contenidos digitales, las tendecias editoriales en el mundo digital, autopublicación, impacto del lenguaje HTML5 y muchos otros.


Future Book 2011 Digital Innovation Awards



Hasta el 4 de noviembre está abierto el plazo para presentar trabajos al concurso Future Book 2011 Digital Innovation Awards. Hay seis categorías en las que participar que son:

* Premio al mejor libro electrónico enriquecido (enhanced book)
* Premio al mejor lanzamiento empresarial en el sector editorial
* Premio al mejor sitio Web de promoción editorial.
* Premio a la mejor campaña de marketing digital
* Premio a la mejor innovación tecnológica en la industria editorial
* Premio a la persona más innovadora dentro del sector editorial.

Los premios se harán públicos el 5 de diciembre en el marco de la Conferencia Future Book 2011.


27/10/11

La Aldehuela


La aldehuela de Publiconsulting Media es una versión digital de la comedia de Lope de Vega del mismo título. Sobre la historia de los amorios del Duque de Alba con una labriega de La Aldehuela, villa de Ávila, Lope describe la forma arbitraria en que podía ascenderse en la sociedad, algo que hoy en día sigue estando tan presente. Este trabajo digital presenta la edición de Ricardo Serrano Deza, incluyendo una introducción del mismo y sus notas a lo largo de la obra. Puede descargarse una vista previa en formato Epub, aquí. Completo, puede descargarse por menos de un euro de Apple iBookstore.


26/10/11

Cantos otoñales


Cantos otoñales de Pablo Giménez Zapiola es un poema visual en el que los versos flotan espectrales sobre imágenes, vídeos y sonidos, consiguiendo una atmòsfera que auna la banalidad de la noche urbana con el sentimiento de la huida del tiempo y la llegada de la vejez, del fin, de la muerte. La fantasmagórica e inquietante música de Carlos Pozo engarza muy bien en el ambiente logrando que el lector sienta esa angustia hipnótica del tiempo que escapa. No hay interactividad.

El poema es de Wendolyn Lozano Tovar.


25/10/11

The power of six



The power of six es un libro digital para la plataforma IPad desarrollado por la firma Booktrack que tiene como particularidad el que la lectura se acompasa con sonidos que ambientan el texto justo con lo requerido en el momento requerido. En este caso se trata de una historia de ciencia ficción en la que los alienígenas atacan a la Tierra. El concepto no es nuevo. Fue utilizado ya en Fall of Giants, libro que ya comentamos en Biblumliteraria, aquí.

El libro puede descargarsede Itunes  aquí.




24/10/11

Repensar la calidad del e-book




El libro electrónico digitalizado trata de crecer en el mar de libros impresos en papel. Con la excepción de los Estados Unidos, en donde el volumen de ventas comienza a ser significativo (aunque aún muy reducido en términos absolutos), en el resto de países, su incidencia es aún casi simbólica. La sociedad, en lo que se refiere a la lectura, se está dividiendo en dos grupos casi irreconciliables. Por un lado, los que defienden a capa y espada las nuevas tecnologías y su rápida adopción y, por otro, los que defienden el papel con argumentos que, a veces, son técnicos (y es que el libro de papel es un gran invento) y otra veces son subjetivos (el tacto, el olor, la aparente identificación del lector con el continente). Y, a la luz de las ventas, parece que son muchos más los que se alinean con el papel. ¿Por qué?

Primeramente, por un marketing falso. Personalmente, creo que el continente digital será predominante en el futuro, aunque sólo sea porque no habrá suficiente papel en un mundo de generación de contenidos exponencialmente acelerada. Pero, creyendo esto, lo que es cierto es que los lectores electrónicos y los contenidos digitales actuales dejan muchísimo que desear. Su presencia mediática se debe al ruido comercial y de marketing, no a sus valores técnicos o artísticos intrínsecos. Los defensores del libro electrónico muchas veces consiguen la reacción opuesta a la buscada. Alabar lo que no es tan alabable, cerrar los ojos a las deficiencias, aceptar pasos atrás en la calidad es pretender que el mercado en general, que el público, es estúpido, que no distingue lo bueno de lo malo, es pretender que las personas comulguen con ruedas de molino, cosa que suele traer casi siempre la reacción airada de los comulgantes.

El factor fundamental por el que los libros digitalizados crecen es, querámoslo o no, dorémoslo o no, el precio. Son baratos, y es precisamente en EEUU donde la política de precios es y puede ser más agresiva donde avanzan más que en ningún otro lado. Esto ya tiene una lectura peyorativa. ¿El comprador de contenidos digitales, les otorga valor a los mismos? ¿O será como la masa de gente que come millones de hamburguesas porque son baratas, no por su valor culinario? El que las grandes cadenas de comida rápida tengan cuantiosas ventas y estén implantadas en todo el mundo no significa que superen a los buenos restaurantes en el gusto gastronómico del público. Si yo quiero quedar bien con usted, le invito a cenar a un restaurante coqueto, de buena comida, con servicio personalizado, no a una hamburguesería.

Permítanme hacerles una pregunta y respóndansela honestamente a sí mismos: si mañana usted tiene que regalar un libro a una persona que ama, un regalo de aniversario o de agradecimiento ¿le regalaría una edición en papel, de buena encuadernación, con una maquetación cuidada, o le enviaría un fichero electrónico por e-mail? La mayoría (de hecho, todos) de las personas a las que yo he interpelado en este sentido han contestado que regalarían la edición en papel, que sería con esta con la que mostrarían que la otra persona les importa. Es decir, el libro en papel tiene un “algo” que no tiene el fichero electrónico, un “valor” que no tiene el contenido puramente digital.

¿Este valor es el papel? Probablemente no, porque un regalo valioso también sería regalar un paquete de software de cierta importancia, una suite ofimática o una colección de todas las sinfonías de Beethoven en CDROM interpretadas por la Filarmónica de Berlín.

Mi opinión es que la falta de valor del libro digitalizado actual se debe a la falta de calidad, a su modelo de “massive scanning”, y con más detalle:

- Falta de calidad del lector, del continente. Por mucho que se diga, la tecnología actual aún deja muchísimo que desear en cuanto a los lectores. Los unos por sus limitaciones en prestaciones (los e-readers), los otros por su falta de legibilidad en cualquier condición lumínica y su generación de calor (las tablets), todos por su asepsia técnica, por su diseño “poco humano” tanto en lo intangible (sensaciones) como en lo perfectamente tangible como el tamaño. Cuando escucho que el teléfono móvil actual es el dispositivo de lectura del futuro no puedo sino llevarme las manos a la cabeza. Una pantalla minúscula no puede ser el dispositivo natural excepto que la evolución nos reduzca a la dimensión de los periquitos. Quizá en el futuro, la tecnología pondrá a nuestra disposición pantallas extensibles que se hagan más o menos grandes dependiendo de la necesidad, finas, enrollables, girables, siempre legibles, etc. pero, hoy, esto no existe. Es aceptable pensar que la tecnología actual es un paso necesario, pero nunca deberíamos encumbrarla como si fuera una maravilla. Es sólo un vector de marketing, no una realidad tecnológica. Sería como si, cuando se inventó el gramófono, se hubiese pensado que el futuro iba a estar lleno de gramófonos como “tecnología del futuro” y que había que abandonar las salas de concierto para escuchar el sonido gangoso del disco.

- Falta de calidad en el contenido. Cualquiera que haya usado un e-reader o una tableta habrá encontrado que casi todos los libros digitalizados presentan una maquetación deficiente, sobre todo dependiendo del formato utilizado (quizá, aquí, el PDF actual garantiza un cierto estándar de calidad mínima pero no es un formato pensado para el publicar, sino para imprimir. En particular no permite re-flow): líneas viudas o huérfanas por todos los sitios, zooms que desesperan y sacan de contexto la página, fuentes poco apropiadas, márgenes variables que resultan insufribles, mala digitalización, resolución pobre, resolución más de periódico que de libro bien impreso, descolocación de elementos en función del código, el explorador, el software del lector o el formato, anuncios que tapan el texto, menús pop-up que aparecen cuando nadie los necesita, etc.

Lo curioso es que la aceptación de que la mala calidad es aceptable es un fenómeno reciente. Por ejemplo, cuando comenzó a grabarse música, los aficionados perseguían la máxima calidad. El paso del fonógrafo al gramófono, al vinilo, a la cinta magnética, a los giradiscos con estabilización de velocidad y de vibraciones, a los primeros formatos de digitalización de sonido, a las tarjetas de sonido cada vez más importantes, iban siempre en la dirección de conseguir la mayor pureza de sonido posible, la mayor aproximación al original. No bastaba sólo con la “analogización” del sonido (en el caso de las cintas o los vinilos) o su digitalización sino que se buscaba disponer de los mejores equipos para reproducirlos. Equipos estéreo de alta calidad, con altavoces grandes capaces de reproducir fielmente los bajos, con supresión de ruidos, etc., etc. Y, de pronto, esto cambia y comienza a primar lo barato, lo pequeño aunque sea malo (puede ser pequeño y bueno pero no es el caso), los algoritmos de compresión (como el MP3) que facilitan la copia y la transmisión pero a cambio de sacrificar la calidad, se acepta como idóneo un pequeño auricular que apenas reproduce un rango menor de las frecuencias posibles, etc. etc.

En el caso del libro digital, nos hemos lanzado directamente a esta estadio de mediocridad. Lo que importa es que el texto, la obra, el relato, la historia, esté codificada en un fichero binario compacto para que pueda ser transmitida fácilmente y que ocupe poco sitio para que podamos tener trescientos mil libros en 64 gigas, aunque la realidad es que no leeremos ni mil de ellos (se calcula que ningún hombre ha leído más de 5.000 libros en su vida. Una persona que leyera desde los 5 años hasta los 85 años un libro por semana, todas y cada una de las semanas de su vida, no llegaría a esa cantidad. Como mucho haremos el saltamontes, viendo unas pocas líneas de unos y otros documentos, renunciando al placer de disfrutar de la lectura, de la historia, de los personajes. Un zapping literario continuo). Una carrera que sólo puede llevarse a término sacrificando la calidad. Y en ese afán de minimizar el contenido en términos de bytes y en el de tener cuántos más contenidos mejor, -digitalizar el mundo lo más rápido posible-, nos olvidamos de la necesidad de hacer un buen trabajo. Los contenidos libres que se encuentran en red y, desgraciadamente, muchos de los que se pagan no tiene la calidad esperable. Sólo aportan precio y se compran por precio. Pero no tienen valor, ni añadido ni absoluto. Y eso, el común de los mortales lo intuye cuando piensa que un libro en papel es un buen regalo pero un fichero digital literario no lo es.

- Falta de voluntad de aspirar a la calidad, que sólo podrá darse mediante una estandarización masiva y estable en el tiempo del soporte y de la codificación. En el actual maremágnum de dispositivos, formatos, barreras anti-copia, diferencias que se crean entre unos y otros sólo para buscar un nicho de ventas, no porque sean necesarias técnicamente, etc. va a ser imposible que haya suficiente cerebro, tiempo, dinero y ganas como para desarrollar buenas obras, buenas digitalizaciones. Formatos que funcionan en un aparato y no en otro, compañías que vetan a otras porque compiten con ellas, cada parte tirando para su lado, contenidos que se leen en un sitio pero no en otro, que no se pueden prestar, disfrutar en compañía, lectores en los que uno se deja la vista (sobre todo de los 40 para arriba), ... lo contrario a un libro en papel que está muy estandarizado.

Repensar la calidad del e-book precisa algunas acciones:

- Las editoriales deben emplear profesionales que sepan, a la vez, de informática y del arte clásico de la impresión y encuadernación. No basta un becario escaneando texto y pasándolo por un OCR.

- Debe crearse un “arte de la digitalización” y eso no es cosa que puede hacerse de hoy para mañana. Como todo arte, como todo oficio se precisan muchos años y mejores acumulativas a lo largo de generaciones.

- Deben existir “maestros del nuevo oficio”. Sí, esto va en contra de pensar que la autopublicación es la panacea pero no es nada distinto de lo que ocurre con el papel. ¿Cuántas personas particulares pueden crear un libro de igual calidad a la conseguida en una imprenta profesional?

- Debe primarse la calidad artística a los objetivos comerciales. Esto, evidentemente, no podemos pedírselo a las empresas porque su función es hacer dinero y derrotar al competidor. Pero sí a los críticos, a los bloggers, a los gurús (si es que estos existen), a los analistas….

- Los contenidos no pueden ser un simple escaneado. Debe haber equipos que prueben los contenidos digitalizados en distintas plataformas, que los expriman previamente a su lanzamiento, que los testeen en condiciones de uso no óptimas, con usuarios inexpertos, que los juzguen con dureza en cuanto a estética, que no permitan errores tipográficos, ortográficos o de cualquier otro tipo, que cada obra digitalizada sirva para aprender el oficio, para que la siguiente sea mejor. Este camino sí conducirá a tener- en el futuro- un libro electrónico nuevo y realmente valioso. Poco a poco.

- Pero tampoco los contenidos deben sepultarse en efectos especiales para que sean más vendibles. No se trata de eso, no se trata de minimizar el valor del texto. Al contrario, de engrandecerlo.

- Debe haber un ritmo de creación digital más lento. Un escenario de cambio constante en el hardware, en los formatos, con el obstáculo del DRM en su concepción actual, el paquetes de publicación cada vez más distintos e incompatibles, en la búsqueda de diferenciaciones artificiales comerciales, en necesidades que cambian cada mes sólo puede conducir al fracaso. Porque la necesidad del ser humano de narrar y escuchar historias, de mirar más allá mediante la poesía, de entender el mundo y a uno mismo mediante la literatura, de soñar, no cambian cada mes.


21/10/11

Escribit 2011


Del 26 al 28 de este mes se celebrará la tercera edición de Escribit. Este año, Escribit 2011 tendrá como título Lecturas y escrituras del tecnoConocimiento. Entre las ponencias destacamos Aire Nuestro. La narratividad mutante y decoherente de nuestro tiempo impartida por el escritor Manuel Vilas, Teleshakespeare de Jorge Carrión, La biblioteca del futuro digital, ¿ni caja ni libros?: una aproximación desde Territorio eBook de Javier Balbuena, así como una charla debate liderada por Luisa Miñana con el título Cibercepción e hiperliteratura y el taller Escri-bit. Introducción a la literatura electrónica y al software de creación literaria.

20/10/11

III Jornadas Técnicas ANELE


El próximo 25 de octubre, en la sede del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Madrid, tendrán lugar las III Jornadas Técnicas organizadas por ANELE, cuyo tema principal será "Nuevas formas de lectura: un nuevo lector y negocio para un nuevo siglo". Entre los conferenciantes, destacan Edward Nawotka, director de Publishing Perspectives que hablará sobre cómo la digitalidad está transformando el libro y la propia sociedad, así como Gareth Mills, director de FutureLab cuya charla versará sobre cómo la digitalización de los libros de texto permitirá redefinir la enseñanza, particularizándola para cada estudiante. El prospecto de las jornadas puede leerse aquí.

15/10/11

Máster en Literatura Digital


La Universidad de Barcelona organiza a partir del próximo 8 de noviembre una nueva edición del Máster de Literatura Digital que integra un postgrado en literatura comparada en la era digital y un postgrado en lectura, edición y didáctica de la literatura en el ámbito digital (e-learning, blended-learning, etc.). Se trata de una formación on-line que dura dos años, en concreto hasta el 22 de octubre del 2013. Se imparte en catalán y en castellano. El curso es modular de modo que las personas interesadas pueden matricularse gradualmente de acuerdo a sus intereses particulares. Equivale a 60 créditos ECTS. Dirige el máster la doctora Laura Borràs, directora del grupo Hermeneia.



14/10/11

Imposible añoranza



Petru está cansado cuando llega a casa. El autobús va siempre atrasado y atestado de gente, en un verano en que el calor no cede hasta bien entrada la noche. Hoy, además, no ha sido un día tranquilo. Parece que el patrón ha conseguido nuevos pedidos y en épocas de crisis ninguna orden puede rechazarse aunque, como en este caso, los plazos sean imposibles. Las piezas deben estar acabadas para final de mes, una locura. Tendrán que trabajar a turnos de doce horas durante las próximas tres semanas. Hoy han empezado. Cuando salió de casa por la mañana confiaba en estar cenando para las ocho pero son las diez y media y aún está caminando de la parada del bus a su apartamento. La cena estará fría y a él eso le molesta. Aunque, cuando lo piensa, el hambre se le pasó hace horas. Lo que ahora ansía es un buen vaso de agua fría. Confía en que no habrá cortes de agua como la semana pasada.

Petru es rumano y trabaja como tornero en una fábrica metalmecánica. Se considera afortunado porque hace años ya solucionó lo de sus papeles. No como Traian que al pobre lo van a deportar cualquier día si la policía lo trinca en cualquier bar. Petru lleva ya quince años en España. Llegó cargado con cuatro grandes baúles y una tonelada de sueños, acompañado por Maria, su mujer, y por Ilie que, entonces, tenía sólo ocho años. Aún le recuerda con los ojos extremadamente abiertos, mirando con admiración los rascacielos y los coches que les parecían tan modernos y nuevos. Él le abrazaba y se inventaba historias sobre la casa y el coche que iban a comprar en cuanto encontrara trabajo, acerca de cómo invitarían a su familia a venirse, sobre todo al tío Razvan que, a buen seguro, traería regalos y unos quesos kashkaval que tanto le gustaban al pequeño. Sería bueno reencontrarse en España y hacer una fiesta en Septiembre, la Sambra Oilor cuando llegaban los pastores al pueblo y colocaban farolillos colgados de los árboles y había baile en la plaza. Aquellos cuentos acabaron hace tiempo. Le preocupa Ilie. Le preocupa mucho. Si al menos se hablaran más, como lo hacían cuando era chiquito.

A Petru le gusta su país, no ha renegado nunca de él y, aunque la precariedad de su tierra le hace vivir lejos de ella ahora, confía en regresar algún día y volver a beber una buena cerveza charlando con los amigos que allá quedaron, contándoles sus peripecias en la otra punta de Europa. Está convencido que le considerarán un héroe, que se admirarán del mundo que ha visto y de cuánto ha progresado en la vida. María también quiere regresar. No ha hecho amigas en España y el idioma aún se le resiste. Dice que prefiere su pueblo, que añora las tardes de brisa suave en las que el cielo jugaba a ser una acuarela difusa de rojos y amarillos, que le agobia la ciudad llena de coches, cláxones y transeúntes apresurados, que está harta de que la miren con recelo. Lo han hablado más de una vez en la cama, los domingos, cuando se hacen los remolones para levantarse y, simplemente, se miran de cerca y hablan bajito, no porque tengan que hacerlo sino porque no quieren romper la paz que les inunda. En esas mañanas, hacen planes de vuelta y calculan cuánto les costará el viaje y comprarse una pequeña casa, quizá aquella que estaba cercana a la ribera del río con un pequeño bosquecillo de tilos al sur. Quizá exista todavía. Entonces estaba en venta. ¿Tú crees que aún estará en pie?- pregunta María, y el responde que sí, que era fuerte y sólida, que les estará esperando. A veces, escuchan canciones de su patria y las lágrimas se les arremolinan en los ojos, lo mismo que cuando reciben carta de Calin, el hermano de María. Vaya escrito frustrado que es, piensa Petru. Cada vez que manda una carta llega en un sobre grande que apenas aguanta sin reventar el montón de hojas plegadas que van dentro. Les cuenta todo, con un detalle que les hace revivir sus tiempos más jóvenes y les hace añorar una vejez que desean pasar en el mismo lugar que su juventud.

Petru mira a lo alto mientras camina. No hay estrellas. La luz de la ciudad las esconde. En Rumanía, sí que las había. A él le gustaba mirarlas, conocía sus nombres e invitaba a María a observar cuando caían fugaces. Petru está cansado del trabajo, de lo tarde que es, de estar en pie frente a la máquina tantas horas, de sed, de estar desubicado en un mundo que no le quiere. Arrastra los pies cuando introduce la llave en la puerta de su apartamento. Huele a fritura. Se escucha el ronroneo de la televisión encendida en la sala. ¿Quién es?- oye desde su habitación. María se ha acostado ya. Soy yo- contesta- tuvimos que meter horas extras porque hay trabajo. Estoy molido. Y ella le dice que ella también pero que es bueno que haya trabajo, que haya faena, que mira todos esos que están en el paro, que mañana le contará más cosas porque está rendida, que tiene un plato con la cena sobre la mesa.

Ilie está sentado en el sofá de la sala, con un par de libros delante de él y un bolígrafo en la mano. Parece ensimismado en la tarea. Petru le saluda y el chico responde con una especie de graznido. Tengo mañana examen- le dice- y tengo que hacer aún cuatro problemas. Mordisquea el capuchón del bolígrafo mientras pasa las hojas del libro de tres en tres. ¿Has cenado, hijo?- pregunta- Petru. Sí, comí una hamburguesa en el McDonalds con Teresa- contesta el muchacho. Teresa es su novieta, o al menos es lo que él dice. Una chica rubia con unos piercings en el labio que a Petru le dan repelús. Son tan raros los chicos de aquí. Él no era así y no cree que sean así en Rumania, aunque ha oído que la capital está cambiando mucho. Petru va a la cocina y cena en silencio. No tiene ganas para calentarlo. Se lo come tal cual está. Está cansado pero no tiene sueño, como si el ritmo frenético del día necesitara diluirse poco a poco hasta permitirle descansar. La televisión está encendida y unos energúmenos se gritan entre ellos en la pantalla. No entiende cómo Ilie puede estudiar con aquel ruido. Lo cierto es que saca buenas notas, que no tiene queja. Pero a Petru lo que le gustaría ahora es conversar con su hijo, compartir el día, hacer planes de regreso a su país. Cuando se gradúe como ingeniero, seguro que será muy cotizado en Bucarest, que tendrá muchas oportunidades, quizá llegue a ser un hombre importante. Y él se sentiría tan orgulloso de su muchacho. Acabará la carrera el año que viene. Quizá sea ya el momento de pensar en el regreso a Rumanía. Tienen ahorros, no muchos, pero suficientes. Se sienta en el otro sillón, mirando alelado al show televisivo que le aburre y asquea.

- ¿Es difícil? – le pregunta a Ilie. Tiene acento extranjero en su español fluido- ¿De qué tienes el examen?

- Mates – refunfuña el otro- algo que no entiendes- y Petru siente una punzada de desprecio que pasa por alto porque los hijos ya se sabe cómo son.

- A ver si tienes suerte, hijo.- le dice cariñoso.

- La suerte hay que trabajársela. Déjame estudiar, anda- protesta el chico.

Hay unos tipos en la pantalla que se insultan mientras el presentador grita y unos mensajes de texto corren alocados de derecha a izquierda de la pantalla. Petru añora la noche del pueblo, el ric ric de los insectos, el rumor del río.

- El año que viene podríamos regresar a Rumania. ¿Qué te parece?- pregunta- con tu título podrías ser un hombre rico allá- le sonríe, buscando la complicidad de sus sueños.

Ilie levanta la vista por un instante dudando entre si su padre habla en serio o está bromeando. Decide en una décima de segundo que no va a hacer mucho caso a aquello y que tiene trabajo que completar.

- No digas chorradas, papá. Si ni sé hablar rumano. ¿Qué se me ha perdido a mí en tu país?


Petru se va a la cama. Mañana le esperan doce horas de trabajo a destajo. María ya duerme profundamente.


12/10/11

Feria del libro de Frankfurt


Desde hoy y hasta el próximo día 16 se celebra la Feria del libro de Frankfurt que este año dedica un lugar privilegiado a la literatura islandesa.

Aparte de las novedades que esta importantísima feria mostrará en el ámbito editorial convencional, habrá asimismo un importante énfasis en lo que concierne al libro electrónico y la publicación digital, como lo prueban las muchas jornadas, charlas, talleres y seminarios que se han programado durante los días de Feria.

Hoy mismo, por ejemplo, se imparte la presentación comercial Ebooks to go donde se mostrarán conversiones rápidas de libros impresos a digitalizados, incluyendo su impresión (regreso al papel!). Asimismo hoy, presentaciones sobre publicación digital, publicación en red, una charla titulada Storytelling and Storyselling  (ya que, ciertamente, el negocio del ebook parece primar por encima del arte del Ebook) u otra Beyond Vanilla Digitisation que intentará ir entrever posibilidades más allá de la pura digitalización del texto impreso.

Para mañana se anuncian conferencias sobre casos exitosos de publicación digital, los metadata o los libros enriquecidos.

Un menú de opciones inmenso del que es preciso seleccionar sólo una pequeña parte porque el tiempo de los visitantes a la feria no da para todo.


Entre Ville


Entre Ville de J.R.Carpenter, la prolífica escritora digital canadiense, explora los barrios de Montreal sobre la base de un original collage que combina texto, relatos, poemas, gráficos (en ocasiones casi surrealistas), fotografías, vídeos y sonidos, tomados aquí y allá de ese entorno urbano que se quiere mostrar, mapas y diagramas. Pequeños detalles, insignificantes, de la vida cotidiana. Con estos retazos multimedia, que el lector puede explorar libremente, se forma una visión global y comprensiva del alma de la ciudad. La propia autora cita que está más interesada en mostrar la percepcion sensorial del entorno que listar todos los idiomas que se hablan en los suburbios de Montreal en función de los grupos étnicos que allá habitan. Estructuralmente, el trabajo se organiza en torno a una pantalla básica que hace de esqueleto (altamente interactiva pero sin indicaciones claras de dónde está tal interactividad, dejando al usuario la búsqueda de las opciones) y de la que emergen numerosas pantallas emergentes pop-up con información adicional.

Hace algún tiempo ya comentamos en Biblumliteraria otras obras de Carpenter como, por ejemplo, City Fish

11/10/11

Next Text Library


Next Text Library es una librería de código que permite la manipulación sencilla y ágil de fuentes y textos (siempre, para un programador, no para el público en general), de modo que pueden realizarse efectos muy rápidamente sin tener que recurrir a complejos procedimientos. Está desarrollada en JAVA por Yannick Assogba, Lucie Belanger, David Bouchard, Jason Lewis, Bruno Nadeau, Alexander Taler y Elie Zananiri y permite dotar de efectos dinámicos e interactividad a las fuentes. Utiliza fuentes TrueType para manipular y mover las letras en función de reglas y "comportamientos" que define el usuario y que pueden aplicarse a los objetos de texto creados. La librería puede descargarse aquí.

6/10/11

Mapping e-lit: Lectura y análisis de la literatura digital


Durante los días 24 y 25 de Noviembre (originalmente, programado para el 13 y 14 de octubre) tendrá lugar en Barcelona el congreso titulado Mapping e-lit: Lectura y análisis de la literatura digital organizado por el grupo Hermeneia y por la Universidad de Barcelona, que se impartirá en CaixaForum.

El congreso pretende ser un punto de encuentro y reflexión en torno a la literatura digital y los estudios que Hermeneia lleva a cabo en esta disciplina, a través de la participación y el diálogo de especialistas en la materia, autores y críticos de obras digitales. También se mostrarán ejemplos concretos. Más información, aquí.



4/10/11

Monos escritores



En un antiguo post de Biblumliteraria, se trataba sobre la imposibilidad de que el teorema de los monos infinitos pueda convertirse en realidad. Resumidamente, este teorema señala que si juntamos un número suficiente de monos (infinitos) durante un tiempo suficiente acabarían por escribir por puro azar las obras completas de Shakespeare. O bien un único mono tecleando durante un tiempo infinito llegaría a un resultado similar. Como se ve en el post antes citado, es casi imposible matemáticamente que esto suceda porque se necesitaría más tiempo que el que ha existido hasta ahora en el universo.

Sin embargo, hay un experimento en marcha propuesto por Jesse Anderson que busca precisamente reproducir las obras del escritor inglés en un mundo virtual de monos virtuales. Dado que los chimpancés reales son demasiado lentos y poco dados a la literatura (en el año 2003 se realizó, por cierto, un experimento patrocinado por la Arts Council for England con la “colaboración” de seis monos auténticos que, en un mes, consiguieron llenar cinco páginas con letras sueltas, particularmente eses seguidas una tras otra- se ve que el símbolo de la ese les atrae-. El experimento fue cancelado después que los animales rompieran varios ordenadores y usaran el resto como retretes), Anderson ha programado millones de simios virtuales computerizados muy rápidos que van generando secuencias de texto de nueve caracteres al azar hasta dar con combinaciones propias de los dramas de Shakespeare. Si la secuencia generada está dentro de alguno de los textos (comparándola con las obras de Shakespeare archivadas en el proyecto Gutenberg) se da por localizada y no se busca más. Hasta el momento, los programas han generado seis billones de combinaciones. El éxito de este experimento está siendo notable ya que el algoritmo ha “encontrado”, en poco más de un mes, casi todas las obras del bardo completas. El avance de obra puede verse aquí.

¿Ha encontrado Anderson un atajo que burla la estadística matemática? Evidentemente no. El algoritmo no es puramente aleatorio como el teorema propugnaba sino que existen reglas que acortan mucho los cálculos y, sobre todo, se sabe el resultado de antemano. Cada vez que se genera una secuencia determinada esta es verificada sobre las obras de Shakespeare y de encontrarse se salva, continuándose a partir de la misma. De este modo, miles de millones de potenciales combinaciones erróneas son eliminadas y no comprobadas ni intentadas. Un mono real, en una prueba al azar real, debería continuar escribiendo con la esperanza de que todo el libro saliera igual al original, dándose cuenta de que no ha sido así al final del proceso. No tendría atajos.



3/10/11

Evolución del libro electrónico hasta el 2015


Un reciente informe de la consultora PwC estudia la potencial evolución del libro digital (digitalizado) hasta el 2015. Como el propio informe señala, las expectativas anteriores que se han venido avanzando desde el 2007 no se han ido cumpliendo y la realidad es enormemente peor que cualquier previsión anterior. Con la excepción de los Estados Unidos en donde el e-book ha conseguido ya llegar al 10% de las ventas totales de libros (cifra esta, también muy inferior a la que los estudios de años anteriores preveían) en el resto de países las cifras rondan el 1-3%. Para el año 2015 el nuevo informe de PwC prevé una media del 10% (unos doce mil millones de dólares un total de ciento diez mil millones previstos en tal año) aunque en los Estados Unidos puede llegar al 22% mientras que en Holanda no se alcanzará el 5% y en Alemania rondará el 6%. El informe señala que está resultando complicado hacer dinero con los libros electrónicos y que la evolución de ventas dependerá de la evolución de la tecnología (el estudio da una interesante tabla de los aspectos técnicos que son relevantes a los usuarios) y del precio de los e-books. Al respecto, es importante citar que la gran mayoría de potenciales compradores (82%) no está dispuesto a pagar más de un 60% del coste de un libro en papel y una gran proporción no está dispuesta a pagar ni siquiera el 20% del coste del libro en papel. Estos datos- se quiera o no- indican el valor subjetivo que los lectores dan a un fichero electrónico en comparación con un libro en papel.

Probablemente este año, con la nueva campaña de navidad, volveremos a escuchar que el libro electrónico va a explotar en ventas pero no parece que la realidad lo refrende. Aún recuerdo una apuesta virtual que tengo con un amable lector del blog que, en el 2008, vaticinaba que en el 2018 el 95% de los libros serían electrónicos. No parece que eso vaya a ser así. Excepto que haya un cambio técnico notable (ebooks en color rápidos, electroforéticos o no pero legibles a pleno sol, de alta capacidad, estandarización de formatos, precios de los lectores del orden de 40-50 euros, mayor memoria, flexibles, no frágiles, sin restricciones antinaturales de préstamo y copia, etc.) va para largo. Y eso para la literatura digitalizada, que de la digital se sigue sin esperarla. Probablemente, es el momento de dejar de teorizar y ponerse a mejorar lo necesario en hardware, software, modelo de negocio y creatividad artística de forma bastante radical.



2/10/11

Lectura colectiva de Machado de Assis


1000 Casmurros de Globo Tv de Brasil fue un proyecto de lectura colectiva que se realizó en el año 2008 para conmemorar el centenario de la muerte del escritor brasileño Machado de Assis. Así, se digitalizó su novela Dom Casmurro y se troceó en mil párrafos para que, posteriormente, mil lectores aficionados los leyeran ante una cámara de vídeo. El sitio web es, por tanto, una lectura colectiva con una interface muy cuidada que permite ordenar los párrafos por lector, por páginas del libro, que permite saber quién leyó qué y prever los vídeos de cada persona que participó en el experimento.

El resultado es un audiolibro colaborativo.