1/11/15

El Alzheimer del mundo



Nadie desea escuchar la palabra Alzheimer. Si hay una enfermedad que mina la humanidad misma es la pérdida de la memoria, de los recuerdos, de lo que somos, de lo que fuimos, de lo que amamos y de lo que fuimos amados. Es decir, se nos roba todo, absolutamente todo.

Y, sin embargo, no nos percatamos que el propio mundo sufre de Alzheimer. Las personas, como parte de toda la naturaleza- tan brutal siempre- no podíamos escaparnos a la propia enfermedad de la vida.

Me di cuenta de ello hoy, cuando te visité, cuando caminé nuevamente por las avenidas que nos vieron pasar del brazo, cuando miré las terrazas donde tomábamos café mientras compartíamos secretos, en los parques que escucharon nuestras promesas de todo.

¿Sabes?, han construido un parking feísimo de hormigón plomizo en aquel recodo del río donde te abracé por primera vez. Los jardines donde paseábamos al atardecer han sido aplastados por un McDonalds y el pequeño restaurante donde comíamos cada viernes se ha transformado en un Mercadona. Han talado los plataneros para colocar unas farolas de moderno diseño, el concesionario donde compraste el coche- tras tantos esfuerzos- ha quebrado y la librería aquella con estantes hasta el techo, sí, donde tú me compraste el poemario de Martí y Pol por mi cumpleaños, es ahora el bazar “Gran Templo de Xian”.

No reconozco ya el mundo que tuvimos, el que vistió nuestra historia de amor. La vida nos arrebata los recuerdos, los espacios sagrados que guardaban nuestros besos y nuestras tiernas palabras. Imperceptible pero implacablemente, el mundo va borrando los lugares que nos hicieron sentir, que nos hicieron amar, los decorados de esos instantes tan preciados.

Sí, el mundo sufre también de Alzheimer porque te está olvidando. Yo, jamás lo haré. 


2 comentarios :

Verónica Ruscio dijo...

Qué belleza de relato, Félix. Gracias.
Siempre leo, pero esta es la primera vez que comento, si no me equivoco.

Saludos.

Félix Remírez dijo...

Muchas gracias