Espérame en La Habana ( MR ediciones, 2008) de Juan Antonio March es una novela a medio camino entre el relato romántico y la política ficción. Por un lado, el autor recrea la historia de Cuba sobre personajes y líderes imaginarios, simulando también un desenlace futuro en su potencial transición política. Por otro, las páginas de March están llenas de una indisimulada admiración por la isla, por sus paisajes, por su color, por sus parajes maravillosos, por su vitalidad, por su forma de vida que, sin ocultar las turbulencias y la maldad inherentes a toda sociedad, genera tanta capacidad de vivir y de amar. Podría achacársele, sin duda, que la panorámica es tan sólo desde el punto de vista de las clases acomodadas o influyentes del país.
Es precisamente en los párrafos que tratan del amor y del desamor , de la ilusión y el desengaño, de la nostalgia por el tiempo pasado y por un futuro mejor, donde March logra la mayor altura con textos de mucha sensibilidad y sensualidad. El escenario político puede en ocasiones resultar farragoso, sobre todo porque es sólo un escenario para lo que realmente importa: la vida de los personajes, el amor ciego de Jorge Basauri o el interesado atractivo de María Silva, los sueños rotos de Mielandra o las aspiraciones de Julio y Héctor. Uno lee deprisa los acontecimientos histórico políticos y se recrea en los capítulos emocionales. Es una novela sencilla, confusa en ciertos pasajes, pero que deja un regusto agridulce y tierno que perdura.
Es precisamente en los párrafos que tratan del amor y del desamor , de la ilusión y el desengaño, de la nostalgia por el tiempo pasado y por un futuro mejor, donde March logra la mayor altura con textos de mucha sensibilidad y sensualidad. El escenario político puede en ocasiones resultar farragoso, sobre todo porque es sólo un escenario para lo que realmente importa: la vida de los personajes, el amor ciego de Jorge Basauri o el interesado atractivo de María Silva, los sueños rotos de Mielandra o las aspiraciones de Julio y Héctor. Uno lee deprisa los acontecimientos histórico políticos y se recrea en los capítulos emocionales. Es una novela sencilla, confusa en ciertos pasajes, pero que deja un regusto agridulce y tierno que perdura.
0 comentarios :
Publicar un comentario