El cuaderno rojo (Anagrama, 1994) de Paul Auster es un libro ya antiguo pero que yo no había leído antes. Se trata de un trabajo corto, de un libro de apuntes, de historias tomadas a vuela pluma, breves narraciones, casi reflexiones en voz alta, que reconstruyen hechos que quedaron grabados en la memoria del escritor y que este se encarga de repetir que son verídicos aunque nunca quede claro qué es realidad, qué es ficción o qué es lo que el escritor cree que es verdad sin serlo. Con todo, ese diario de notas, de recuerdos, se convierte en una novela consistente de una manera no prevista, no buscada, fundamentada en las casualidades que Auster narra en cada capítulo, con el casi convencimiento de que la vida es una colección de anécdotas que se interrelacionan las unas con las otras por azar, de coincidencias casuales que nadie podía prever pero que son el cemento de la existencia. La prosa sencilla, directa, clara, excelente, de Auster hace que estas historias se lean como quién ve la vida directamente, sin tener casi que pensar, convirtiendo lo cotidiano y banal en algo fantástico de observar, algo que siendo "normal", sorprende. Como la vida.
13/8/13
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