Un largo silencio

Un largo silencio (Planeta, 2000), de Ángeles Caso es una novela intimista, melancólica, en la que el drama de la derrota llama más a la tristeza que a la rabia, más a la supervivencia y al recuerdo que a la venganza. Una amalgama de historias tras el final de la guerra civil, las historias de las mujeres de la familia Vega que se entrecruzan entre ellas. Mujeres fuertes y valientes, sin hombres porque estos o están muertos o encarcelados.

 

Aunque la trama se asemeja a tantas otras que narran los años posteriores a la guerra (y habría que preguntarse si es posible que no se asemejen por cuanto que las guerras son todas así, horribles), esta novela se construye dedicando cada capítulo a la historia particular de cada una de las protagonistas. Narraciones que pueden leerse con independencia las unas de las otras pero que, en conjunto, con sus saltos en el tiempo, con sus ligazones entre unas y otras, describen con acierto la atmósfera opresiva y asfixiante, desalentadora y privada de toda esperanza, de la postguerra, tanto de cada mujer como del conjunto de la familia Vega. Una prosa elegante, en la que Caso combina el tiempo verbal pasado con el futuro en ocasiones.

 

Una novela corta que se lee de tirón y que, sin aportar elementos novedosos sobre otras novelas de la guerra civil, está contada con mucha sensibilidad, creando una atmósfera en la que reinan la vergüenza, el miedo, la humillación, el rencor, la crueldad, la falta de compasión y la fatalidad, también el coraje ante el horror, desde la sencillez, sin recurrir al tremendismo y, en ocasiones, con un cierto lirismo que impregna el texto, aun narrando hechos tan oscuros.

 

Recibió el Premio de novela Fernando Lara del año 2000.