Tras el estudio se demuestra que el problema es grave con una amplia difusión de este tipo de artículos automáticos no declarados con el añadido de que, además, aparecen en sitios muy citados y siendo, también, elementos muy citados por otros autores que los toman por legítimos. Así, la mala información se disemina metastásicamente de manera asintótica.
Además, se han controlado las figuras que, muchas veces, son también generadas por ordenador. En algunos casos presentan fallos garrafales. Se cita, por ejemplo, el artículo de biología Frontiers in Cell and Devel opmental Biology con imágenes de los genitales de ratas a todas luces imposibles. El artículo fue retirado por los editores tras denunciarse los errores. Llama la atención la poca profesionalidad de muchos autores que no revisan lo generado y que prefieren tentar la suerte en aras a aumentar su ratio de publicaciones.
Para el análisis se han usado diversas técnicas entre las cuales puede destacarse la de detectar frases y construcciones típicas que las redes neuronales de generación de textos repiten como cotorras y que no son tan usuales en un texto humano. Se han utilizado 449 artículos publicados en 354 revistas y 51 ponencias presentadas en 45 conferencias.
En las conclusiones, se demanda que los editores sean mucho más rigurosos a la hora de asegurar que los textos generados por ordenador sean declarados claramente como tales.
El artículo completo puede leerse desde este enlace.
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