Libranda está ya disponible. Se trata de un distribuidor intermedio digital que presta servicio a tiendas on-line y a editoriales. Una especie de almacén central desde donde las webs de venta on-line pueden proveerse de libros digitalizados. Para los lectores, una base de datos no muy completa que permite saber dónde se vende un determinado libro digitalizado.
Un portal con vocación de ser paso intermedio. Uno más, por cierto, sin aportaciones especiales, con una interface correcta pero que no aporta novedades especiales, con un catálogo reducido (al menos si lo comparamos con otras plataformas extranjeras y en otros idiomas), con su propia estrategia comercial (precios similares a los de los libros en papel, control de contenidos con protección DRM, etc.) definida por sus propietarios que seguramente piensan que es la más adecuada, estando en su derecho de desarrollar el modelo de negocio que crean más conveniente.
La plataforma ha nacido entre una importante marabunta de críticas en la Red, disertaciones de gurus, debates en las redes sociales, etc. y por ello hay que reconocer a los gestores de Libranda el haber conseguido una campaña de marketing a muy bajo coste y muy amplia, el sueño de todo publicista: siendo una plataforma como muchas otras, sin un valor añadido diferente reseñable, con poca diferenciación, escasa, ha conseguido ya una difusión enorme y particular sin gastar casi un duro. Que hablen mal, pero que hablen. Marketing de libro (no digital).
1 comentarios :
"ha conseguido ya una difusión enorme y particular sin gastar casi un duro. Que hablen mal, pero que hablen. Marketing de libro (no digital)."
Tienes razón, es un éxito del marketing offline, dónde la presencia y el ruido es más importante que el mensaje. Pero este caso en concreto tiene dos particularidades: la primera es que en Internet el mensaje si es importante. Tus compradores están online y se guían por las recomendaciones y comentarios de la red.
Por otro lado, todo el tráfico generado a la página estos días no se traduce en compras porque la página no vende nada y su interés como marca("Libranda") es nulo pues es solo un intermediario.
Por lo tanto, toda esta mala publicidad negativa revertirá sobre todo en las librerías y editoriales afiliadas que tendrán que tratar con unos usuarios predispuestos contra el producto. En la Red no vale solo que hablen, también tienen que hablar bien.
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