Se celebró ayer la conferencia ChatGPT for Writers, en la Universidad de Harvard, una muy interesante sesión sobre cómo el uso de los grandes modelos de lenguaje, y en particular ChatGPT, pueden ayudar al escritor literario.
Ya hemos visto en algunas entradas anteriores de Biblumliteraria (por ejemplo, aquí), lo difícil, por no decir imposible, que es lograr que estas redes neuronales generen contenido literario de calidad. Sí, todas las frases estarán bien construidas sintácticamente, los párrafos tendrán coherencia, podremos imitar el vocabulario y el estilo de ciertos escritores pero, a la postre, el texto resulta aburrido, sin alma, sin una dirección en la historia, sin interés.
Precisamente, los ponentes hicieron hincapié en lo erróneo de pretender que un modelo de lenguaje, un LLM, escriba una obra maestra, que escriba como un humano. No, al contrario, los LLM deben ser usados para darnos frases, situaciones, detalles que por sí solos no son interesantes pero que puedan disparar "nuestra" imaginación, que puedan expandir "nuestra" creatividad humana. En definitiva, que sean una herramienta de ayuda, no un fin en sí mismo. Deben ayudar a "nuestra" creatividad, no pretender que sean creativos los algoritmos.
La conferencia fue doble, hablando dos ponentes y dejando un amplio espacio de tiempo para las preguntas y el debate final.
Por un lado, Sarah Rose Siskind, guionista de comedias que se ha labrado un sólido renombre, habló sobre cómo ChatGPT puede ayudar a sortear la soledad del escritor ante el bloqueo que produce una hoja en blanco. Ahora, con la IA, podemos "hablar" con alguien. Probablemente, será un diálogo sin chispa y estándar pero es muy posible que nos haga pensar en algo que sirva para empezar, para crear, para escribir nosotros mismos.
También, señaló como la IA puede desarrollar una base de datos de elementos cómicos (Sisking escribe comedias y sitcoms) o introducirle, vía voz, ideas sueltas que vengan a nuestra mente para su futuro desarrollo.
La IA, también, puede detectar curiosidades o patrones en un conjunto de ideas que el escritor le dé para, luego, con las respuestas del LLM, proseguir nuestro trabajo.
Puede servir como ayuda en la recopilación y el análisis de documentación. Puede pedírsele que combine y recombine muchas veces ideas del autor para ver si, de esas combinaciones, sale algo nuevo que podamos aprovechar.
Asimismo, los LLM pueden servir de buscadores sobre conocimientos específicos de ámbitos o campos en el que se vaya a desarrollar nuestra obra y que nosotros no conozcamos. Muchas comedias se desarrollan en un ámbito especializado (Recordemos, por ejemplo, las especificidades técnicas de The Big Bang Theory), que precisan un conocimiento de terminología científica. Finalmente, en la traducción de chistes de un idioma a otro, algo que casi nunca debe hacerse literalmente.
Después, disertó Ken Liu, premiado guionista y autor de obras de ciencia ficción.
Señaló cómo los resultados de la escritura de ChatGPT son aburridos, baladís, lleno de clichés, sin interés. Es el proceso de crear humanamente usando el LLM el que resulta interesante. Hay que pensar en la IA, no como una herramienta para trabajar en los media actuales, sino como un media distinto en sí mismo. De igual manera que el cine encontró un lenguaje propio y no se le pidió que recrease las obras en papel, aún falta conseguir que ChatGPT y los LLMs generen su propio ecosistema, su propio lenguaje artístico. No vale buscar que una imitación del ser humano haga de ser humano, sino que hay que hallar el campo artístico propio de esas imitaciones.
Kiu propuso usar el LLM para captar particularidades en la generación de texto que se escapen a lo habitual, que nos sirvan de partida para encontrar algo interesante en nuestra propia creatividad.
Otra posibilidad es que el autor cree un determinado carácter de personaje y luego interactúe con la IA para desarrollar esa personalidad creada por nosotros. O bien, hacer que la IA haga preguntas/clichés aburridos; que nosotros contestaremos y, a partir de ahí, encontrar nuevos caminos.
La IA puede servir para crear Writer’s rooms virtuales pero formadas de diversos , no de gente real. De esas conversaciones, que pueden ser absurdas, podremos sacar chispazos de creatividad para nosotros mismos. No es inhabitual en la creación humana que el origen sea el absurdo.
Podemos, también, pedir que la IA nos critique un guión, pero no de una manera genérica (ya que nos contestará con clichés), sino forzando a que lo haga pareciéndose a un personaje o figura publica determinada.
Otra opción es que nos dé la terminología y la forma de hablar de alguien que sea experto en un campo en que no lo somos nosotros o que busque historias o anécdotas que puedan ayudarnos a crear algo nuevo.
Es posible, asimismo, pedir a la IA que nos fuerce a tener otro punto de vista diferente del que tenemos. La IA puede ampliar la subjetividad particular de cada humano
Siempre hay que tener mucho cuidado con las respuestas falsas, con las alucinaciones de los LLMs, porque podemos escribir con falsedades que creemos que son realidad.
Una conferencia interesante y realista.