El Codex Gigas es una obra medieval muy particular. No sólo es el códice más grande en tamaño que se conserva – con un tamaño de 92 x 50,5 x 22 cm, un grosor de 624 páginas y un peso de 75 kg, lo que da fe del significado latino de su nombre “libro gigante”- sino que presenta características literarias notables y está envuelto en la leyenda. De valor incalculable, actualmente se conserva en la Biblioteca Nacional de Estocolmo pero no está expuesto al público.
La obra se compuso en el siglo XIII, contiene una nota en el manuscrito que señala que fue confeccionado por los monjes del monasterio de Sedlec, en Podlažice (hoy, Bohemia), en 1295. Esta reclamación no está comprobada y probablemente fue escrito a lo largo de varios años. Parece, no obstante, que fue hecho por un único escriba ya que la letra no varía a lo largo de toda la obra. La letra es muy pequeña (3 mm) en comparación con el tamaño del libro y esto hace que contenga una ingente cantidad de información. El escribiente debió dedicar de cinco a diez años a realizar la tarea.
Literariamente, contiene una Biblia completa y otros cinco largos documentos. Dos documentos históricos escritos por el historiador romano Flavio Josefo, la Enciclopedia de Isidoro, una tratado de medicina medieval, una crónica de Bohemia escrita por Cosmas en el siglo XI y una colección de textos breves. Obras que fueron elegidas con mucha intención para acompañar los textos religiosos con información acerca de la historia humana de Jesús, el conocimiento universal de la época y la historia local de la región donde fue compilado el códice. Es una obra realizada con 310 pieles (posiblemente de ternera), escrito en tipografía de minúscula carolingia y maravillosamente iluminada.
Se la conoce también como Biblia del diablo y aquí entramos de lleno en la leyenda. Esta afirma que el Codex fue escrito en una sola noche por un monje condenado a muerte a causa de sus graves pecados. Este, arrepentido, quiso lavar su culpa legando un gran libro al convento y prometió escribirlo en la única noche que le quedaba antes del ajusticiamiento. Como esto era imposible, vendió su alma al diablo para que le ayudara en la tarea, acuerdo al que Satanás accedió con la condición de que la figura del demonio apareciese en el libro, cosa que así ocurre.
El Codex Gigas se ha digitalizado en varias ocasiones y puede ser admirado y estudiado on-line . Ddado que no se exhibe al público, es esta vía provista por la tecnología la única forma de acercarse a la magna obra.
Por ejemplo, la Biblioteca Kungle ofrece la digitalización completa del códice en su sitio. Un trabajo que ha requerido la colaboración de numerosos especialistas dirigidos todos ellos por Michael Gullick, Ivan Hlaváček, Jan Svanberg y Anna Wolodarski. No sólo se ofrece el texto completo sino que puede leerse acerca de la historia del Codex Gigas, sus características técnicas y se adjunta bibliografía complementaria. Una website excelente.
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