Para explicar lo que siento por ti no necesito poemas románticos ni metáforas que iluminen mis sentimientos. Más bien, necesito un libro de física, de esos que hablan de Newton y de cómo los planetas giran alrededor de las estrellas. Porque estoy preso, bienaventuradamente esclavo, de tu gravedad. Eres mi estrella y orbitar en torno a tu vida es mi dichosa ventura.
La tierra se extinguiría sin la luz y el calor del sol y erraría vagabunda por la soledad infinita del espacio. Yo muero si no estás en el centro de mi existencia, si no puede estar ceñido a tu atracción, arrullado por tus besos, besado por tus caricias, refugiado en tu cuerpo.
Pero, ¿sabes?, soy más afortunado que los planetas y sus soles y sus ciclos eternos en el firmamento porque, contigo, siempre es primavera.
La tierra se extinguiría sin la luz y el calor del sol y erraría vagabunda por la soledad infinita del espacio. Yo muero si no estás en el centro de mi existencia, si no puede estar ceñido a tu atracción, arrullado por tus besos, besado por tus caricias, refugiado en tu cuerpo.
Pero, ¿sabes?, soy más afortunado que los planetas y sus soles y sus ciclos eternos en el firmamento porque, contigo, siempre es primavera.
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