30/9/14

Feria de Frankfurt 2014




La semana que viene, en concreto desde el día 8 hasta el día 14 de octubre, se celebra la feria del libro de Frankfurt, en su edición 2014. Este año, el país invitado es Finlandia.

En lo que respecta a la literatura electrónica, digital o digitalizada, habrá un pabellón - el 8- dedicado a la innovación digital, así como otro centrado en las innovaciones 3D en la enseñanza literaria. Por supuesto, estarán representados los principales suministradores de lectores y de contenidos. También se impartirán conferencias sobre edición y libros electrónicos.
 
Para más información, puede accederse al sitio de la feria en este enlace.
 
 
 

29/9/14

II Jornadas "Leer y Pensar"





Los próximos días 3 y 4 de octubre se celebran en el ex-convento de La Laguna, Tenerife, las II Jornadas "Leer y Pensar" que pretenden analizar cómo atraer al niño a la lectura. Están dirigidas a docentes, padres, responsables de bibliotecas o animadores sociales entre otros colectivos.

Dentro del programa de estas jornadas, Elisa Yuste impartirá la ponencia de clausura bajo el título de "Niños, jóvenes y lectura digital". En ella, la ponente analizará las diversas aproximaciones del niño - potencialmente un nativo digital- a la lectura en un mundo cada vez más digitalizado y que les rodea.
 
Para ver el programa completo, puede accederse a este enlace.
 
 


28/9/14

Neuro Knitting





Neuro Knitting de Varvara Guljajeva es una instalación curiosa que transforma nuestras reacciones cerebrales en un dibujo tejido en lana.
 
El usuario se coloca un casco con 14 sensores que detectan la actividad cerebral mientras escucha las variaciones Golberg de Bach. Se toman muestras del encefalograma cada segundo de los diez minutos que dura la obra al piano y se miden, en función de las ondas detectadas, tres características: relajación, excitación y actividad cognitiva. Los valores se mezclan entonces para generar un patrón visual que se envía a un tejedora automática la cual imprime ese dibujo a medida que va tejiendo.

Para analizar la onda cerebral tomada por los detectores se usa la teoría de la rueda de emociones desarrollada por Robert Plutchik.
 
También participan en el proyecto Sebastian Mealla  y Mar Canet.




25/9/14

Eventos sobre literatura digital en octubre




El proyecto Reading Digital Fiction anuncia una serie de eventos para el mes que entra. Así, el 12 de octubre, tendrá lugar la conferencia Beyond the book: digital fiction impartida por Kate Pullinger. La autora analizará sus ya célebres Inanimate Alice, Flight Paths y su participación en el proyecto Letter to an unknown soldier. La entrada es gratuita pero deben cogerse entradas en The Showroom Box Office (15 Paternoster Row, Sheffield, S1 2BX)
 
El día 14, por su parte, se convoca el taller Introducing Digital Fiction, impartido por Jen Smith y dirigido a personas que se acercan por primera vez a la literatura digital. Las entradas pueden reservarse desde este enlace.
 
El día 22, por fin, se inaugura una exposición que permanecerá abierta hasta el 14 de noviembre, bajo el título The future of Reading? An Exhibition od digital literatura, un evento dirigido por Alice Bell y Astrid Ensslin. Esta exposición está patrocinada por la ELO. El día 25, Alice Bell ha organizado también un tour a través de algunas obras de literatura digital en inglés y el día 29, Christine Wilks impartirá un taller sobre creación de literatura digital.
 


23/9/14

Kindle Voyage



Amazon ha presentado su nuevo modelo de Kindle, que denomina "Voyage". Es un lector pequeño, de 6" de pantalla, a un precio demasiado alto de 199 dólares en versión WiFI (269 USD con 3G), e ideado probablemente para ser manejado con una única mano. Las mejoras son marginales, siendo la más importante de ellas el disponer de un sensor físico en el borde (una especie de botón lineal) que al sentir la presión del pulgar hace pasar la página. La pantalla de cristal, por su parte, es plana y sin resalte. Dispone de iluminación y de un sensor de luz para adaptar la luminosidad automáticamente en función de la luz ambiente. La definición de la tinta electrónica es de 300 dpi.
 
Para más información, puede accederse a la página de Amazon.



21/9/14

Escritores enfrentados






Durante dos décadas, Marcial Jiménez había sido su bestia negra. Escritor como él mismo, su obra y su forma de narrar representaban la antítesis de lo que él entendía debía ser una buena novela. Mientras que Ernesto Vellina gustaba de un estilo realista, siempre comprometido con la sociedad en la que vivía, prosa medida, pocos adjetivos y escasas concesiones a los anhelos de ventas de su agente, Marcial publicaba best-sellers, trabajos en los que las aventuras eran fabulosas, con personajes heroicos o muy malévolos, descripciones exageradas y paginación siempre por encima de las quinientas hojas. Aquel, tenía un fiel núcleo de seguidores que se autodenominaban intelectuales; este, aparecía en las más cutres tertulias televisivas de las parrillas de todos los canales. Los debates entre ambos tenían lugar en los periódicos. Una columna llena de veneno por aquí, una respuesta cargada de sarcasmo por allá. No desaprovechaban ocasión para despotricar del otro, bien fuera en la entrega de algún premio o en la apertura del día de libro.
Así que, cuando Vellina, recibió aquella carta tuvo que sentarse y releer el remite hasta convencerse de que era cierto. Se la enviaba nada menos que Jiménez. La leyó dos veces dudando de si su oponente había perdido el juicio o, simplemente, se trataba de una chanza. Marcial le invitaba a una cena en el Capitole, el restaurante de moda de la calle Manzaneque, cuyos precios sólo estaban al alcance de los muy aristócratas de toda la vida o de los pijos forrados de billetes de dudosa procedencia. Aclaraba que era una invitación, que él pagaría y que el motivo era darle las gracias. Ernesto pensó en mil posibilidades. Quizá se tratara de una encerrona con una cámara oculta en algún lugar. Ya se veía apareciendo en el magazine nocturno con sus imágenes aderezadas con carcajadas pregrabadas. O, no podía descartarlo porque Jiménez siempre le había parecido un tanto chiflado, sufrir una agresión en plena cena. Releyó otra vez más la misiva y tuvo que conceder que estaba escrita en un tono serio y cordial que en nada apoyaba sus muchas sospechas. Además, estaba redactada a mano por lo que era evidente que era suya y que, de ocurrir algo, Marcial Jiménez nunca podría decir que le habían tendido una trampa. Le intrigaba aquello de que el otro quisiera darle las gracias. Esto resultaba del todo incomprensible. ¿Agradecerle qué? ¿Los insultos? ¿Las críticas mordaces? ¿El desprecio que sentía por su obra?
Son cosas que pasan, que se deciden en algún ligar muy interno de nuestro cerebro o de nuestro corazón, que no pueden explicarse, pero lo cierto es que a la mañana siguiente, contra todo pronóstico y razón, contestó que aceptaba la invitación. Al igual que Jiménez, Vellina redactó de su puño y letra la respuesta.
El Capitole ocupaba una antigua abacería que, en tiempos muy lejanos, había sido asimismo cuartel de infantería. Disponía de dos plantas, la de debajo de ambiente decimonónico, íntimo y selecto, a medio camino entre salón de lectura de un ateneo y pub galés victoriano. Arriba, el comedor, elegantemente decorado, con las mesas separadas generosamente para permitir que las conversaciones fueran privadas, una orquídea en cada mesa y una lamparita de llama trémula confirmando el buen gusto. La cubertería era de plata y los platos grabados con un diseño sobrio pero cálido. El menú, con un vino económico, no bajaba de ciento veinte euros.
Vellina llegó primero y se sentó en una de las butacas del salón inferior. Pidió una copa de  vino blanco y tuvo que admitir que estaba excelente, seco como a él le gustaba y a la temperatura exacta. A mitad de copa, vio entrar a Jiménez.
-        Le agradezco que haya tenido la amabilidad de venir- Marcial le extendió la mano aunque mantuvo una expresión seria. El saludo fue breve, como si las dermis de ambos se repelieran por instinto.
-        No le oculto que me sorprendió, pero el que debe agradecérselo soy yo.
-        Veo que ya está bebiendo una copa.
-        Sí, un blanco excelente. ¿Le apetece algo?
-        Si a usted no le molesta, preferiría cenar. Me gustaría poder llegar a casa a una hora prudente.
-        Cómo no – respondió Ernesto.
Vellina eligió una crema fría de marisco con verduras de primero y una merluza confitada de segundo. Marcial prefirió unos huevos escalfados con trufas para comenzar pero tomó el mismo plato principal que su acompañante. Para beber, y aconsejados por el sumiller, se decantaron por un Burdeos del 97.
La primera media hora de la cena no abordaron lo que allá les había llevado. En buena lógica, debía ser Jiménez el que abriese el fuego pero Ernesto tampoco se animó a preguntar. Prefirieron alargar la farsa por algún tiempo, comentando las últimas tendencias literarias y las novedades vistas en la Feria de Frankfurt. Ni que decir tiene que estuvieron en desacuerdo sobre lo que era bueno o era malo, en lo que el público buscaba o en la calidad de los nuevos lanzamientos. Sólo coincidieron en poner verdes a sus respectivos editores y en criticar la subida del IVA, algo que se presuponía.
Por fin, a media merluza, Jiménez se animó.
-        Bien, Ernesto, creo que va siendo hora de que le explique el motivo real de mi invitación.
-        Sí, así lo creo yo. No podemos poner más a parir a nuestros agentes, se nos han agotado los improperios – bromeó Ernesto, intentando facilitar las cosas al otro.
-        Verá, lo he estado meditando durante meses. No ha sido fácil, créame. Pero lo que le decía en mi carta es cierto. Tan sólo quiero darle las gracias.
-        De verdad que no le entiendo – Ernesto le miró a los ojos.
-        No me extraña. Permítame que se lo explique.
-        Soy todo oídos – Vellina tomó un poco de merluza y se lo llevó a la boca.
-        Verá, usted sabe que durante años hemos disentido en prácticamente todo en lo que se refiere a la literatura y a la misma vida, diría yo. Yo no comprendo sus puntos de vista y usted no entiende los míos. Yo escribo lo que usted jamás plasmaría y sus obras me parecen a mí un aburrimiento enorme.
-        Menos mal que deseaba agradecerme algo – replicó Ernesto.
-        Déjeme continuar, por favor. Cierto es que no estamos de acuerdo en casi todo y que hemos aprovechado las oportunidades que hemos tenido para criticarnos severamente. Les soy sincero, no me arrepiento. Sigo pensando que sus novelas aburren hasta a los peces y que tanta reflexión humana y filosófica, tanta introspección psicológica, es la antítesis de la literatura. Yo, como bien sabe, creo en la literatura primigenia, en las historias que se cuentan de viva voz, en las fantasías llenas de héroes y hazañas, de aventuras en mares lejanos o tierras indómitas, escribo para el que no ha leído pero se emboba ante un trovador, para el que gusta de que alguien le muestre las palabras hermosas  y fantásticas que a él no se le ocurrirían, escribo para el que desea soñar, no para el que quiere pensar.
-        Ya,… - interrumpió Vellina mientras dejaba el tenedor sobre el plato vacío.
-        Y usted opinará lo contrario. Tanto da. No he venido a convencerle ni usted podría hacerlo conmigo. Mantenemos posturas irreconciliables y estamos convencidos de ellas.
-        Eso me temo. Lo que no entiendo es por qué entonces me invita y quiere agradecerme algo que todavía no atisbo qué es.
-        Porque usted ha valorado mi trabajo, porque es usted mi lector número uno- Marcial sorbió un poco de vino.
-        ¡Anda ya! ¿Se trata de una broma, verdad? Debí suponerlo. Así que el que yo piense que sus libros son una mierda, revaloriza su trabajo…. Debí suponerlo.
-        Lo he pensado durante meses y así es. – la cara de Jiménez no mostraba ninguna duda ni ironía. Hablaba en serio.
-        Pues seguiré revalorizando su obra todo lo que pueda – Ernesto hizo una mueca de sarcasmo.
-        En realidad, usted piensa que escribo bien.
-        ¡Jaaa!- Ernesto tomó la servilleta de sus rodillos y la lanzó contra la mesa.
-        Le quiero dar las gracias por centrarse en mí, por elegirme a mí. – Marcial volvió a beber de la copa.
-        No le entiendo. – contestó Vellina, intentando relajarse.
-        Cuando alguien piensa que otro es rematadamente malo, simplemente lo obvia, lo olvida, le da igual, no le preocupa. Si mañana aparece una novela autopublicada en Amazon de un autor desconocido que vende diez ejemplares, probablemente a su madre y hermanos, no me preocupo ni un segundo. Mucho menos, escribo reseñas o aprovecho un discurso en la Academia para despotricar sobre ese autor. Sencillamente, no existe en mi cabeza. Sin embargo, este no es nuestro caso. Usted, Ernesto, se ha preocupado en seguir mi obra, la ha leído como demuestra lo preciso que es usted en las críticas, citando párrafos completos que a su juicio son horrendos, me ha tenido en su mente muchas de sus noches, me ha odiado, me ha criticado, me ha combatido.
-        Y lo seguiré haciendo- se puso más serio aún.
-        Eso, Ernesto, ocurre porque usted valora mi obra. A sus ojos no soy un cualquiera, no soy alguien anodino, incluso podría decir que me odia y al que se odia se le valora. Si usted no tuviera cierta apego a mi trabajo, ¿por qué habría de dedicarme tanto tiempo, tanta reflexión?
-        No lo sé. Quizá por rencor, por deseo de venganza, por limpiar el mundo – Vellina comenzaba a interesarse en los argumentos de Jiménez.
-        Más a mi favor. Uno sólo desea vengarse de aquel a quién valora. Si esta noche le pica un mosquito, quizá pueda darle un manotazo si lo pilla en ese instante, pero es seguro que no pensará durante días en el insecto ni que pensará y repensará cómo hacerle daños. Si alguien en una reunión, - nos ha pasado a todos los escritores alguna vez - , le lanza una barbaridad, quizá le replique pero no será una persona que esté en su mente, que permanezca en ella, no será alguien sobre el que desee imponer sus argumentos y sus criterios. Si usted me tiene rencor, es que me valora; si desea venganza, lo mismo. Cada vez que piensa en mí, aun cuando sea para buscar mi ruina, ello implica que le soy importante.
-        ¿Usted cree?
-        Sí, lo he pensado mucho y lo afirmo. Ahora que ya la edad avanza y que los triunfos se relativizan, ahora que ya hemos visto pasar generaciones de lectores a los que no recordamos, críticos a los que hemos olvidado,.. ahora me doy cuenta que es usted el único fan incondicional que he tenido, el único que durante dos décadas se ha preocupado de mi obra, que me ha leído para denostarme, que ha mantenido el interés, que me sigue leyendo, que espera mi última novela para analizarla y criticarla. Y es por ello que quería darle las gracias. Si echo la vista atrás no encuentro muchas personas para las que haya sido tan importante. En verdad, es mi más incondicional  lector. Me lee incluso sin gustarle.
-        ¿Y esto no debería ser simétrico? – Vellina odiaba admitir que entendía a Jiménez.
-        Sin duda. Es algo que me fastidia muchísimo, no se lo oculto. El caso es que creo que es usted un mal escritor. Aburrido y cargante, un tipo que elige mal los temas, que escribe para sí mismo y para sus cuatro amigos pedantes. Pero, como usted, le he seguido, le he leído, me he enfurecido con sus interminables frases de sesudez barata, espero su siguiente trabajo para entresacar todo lo malo. Sí, Vellina, he de reconocer que yo soy uno de sus más fieles seguidores como usted lo es de mí.
Un rato más tarde, al salir del restaurante, se dieron la mano y, por primera vez en veinte años, sintieron algo de afecto en aquella piel ajena.
 
 


18/9/14

Mr. Gwyn



Mr. Gwyn (Anagrama, 2012), de Alexandro Baricco, es una novela corta, de fácil lectura pero no liviana, que narra la búsqueda de un escritor por encontrar una nueva forma de contar mediante la “escritura de retratos”, sustituyendo el pincel por la pluma. Todo ello sirve para que Baricco reflexione sobre los seres humanos, sobre su presencia en el mundo, sobre cómo se conocen entre sí (más por percepción sensorial que por intercambio de ideas) y a sí mismos, sobre lo que en realidad somos, construidos como estamos con un poquito de todo lo que vivimos. Personas que mantienen un indefinido rol vital del que, finalmente, sólo queda la búsqueda de lo que no seremos y pinceladas de momentos que nos han definido o, en palabras de Baricco, “somos historias”. El autor sabe crear una atmósfera a medio camino entre la realidad y lo aparente, entre lo que somos y queremos ser, entre los sentimientos que a uno le envuelven y la incapacidad de completarlos.
 
Baricco es hábil creando escenas surrealistas pero verosímiles y evocadoras (el artesano de bombillas, el músico de ruidos, el estudio de luz cambiante, las lámparas que se extinguen una a una, etc.), con una forma de contar sin lujos pero eficaz. Es un relato que fluye natural, que se hace cercano. Quizá el final es un tanto decepcionante en cuanto a que el crescendo que toda la primera parte construye no se resuelve en un final espectacular y a que el hallazgo de una manera novedosa de contar que la búsqueda de Gwyn promete en un inicio se desvanece al regresar el escritor  a la novela de toda la vida, aunque lo haga desde el anonimato.
 
Capítulos muy cortos, a veces salpicados de humor ingenioso  (como los perros que reciben el nombre de pianistas), con algunas reflexiones interesantes, ternura en muchos de los pasajes y nostalgia las más de las veces al no poder alcanzar lo que queremos ser.
 
 
 

17/9/14

Realidad aumentada para niños



 
"En movimiento" es una pequeña colección de libros enriquecidos o realidad aumentada para niños, de la editorial Macmillan. El sistema es el ya habitual. En ciertas páginas del libro hay señales que indican que esa página debe ser colocada bajo la webcam del ordenador. Entonces, en pantalla, aparece una animación que se superpone a la imagen captada. Así, por ejemplo, en el título Dinosaurios en movimiento, el niño lector puede ver imágenes 3D moviéndose del animal lo que le aporta una información complementaria y visual más completa que la plana de una imagen convencional.
 
 

16/9/14

El autor en el nuevo mundo de la edición




Para el próximo día 20, la Asociación de escritores de Euskadi organiza una jornada de trabajo titulada "El autor en el nuevo mundo de la edición". Tendrá lugar en la Sala Bastida de Alhóndiga Bilbao con acceso libre e incluirá ponencias, mesas redondas y talleres prácticos. El horario será de 10.00 a 19.00 horas. La autoedición y el mercado digital tendrán un lugar preferente en las conferencias.
 
El programa completo puede leerse en este enlace.
 

Mapa literario de Londres





El artista gráfico Dex ha creado un interesante mapa literario de Londres. Eligiendo de 250 novelas sus lugares y sus personajes, estos se han dibujado en las zonas de la ciudad, los personajes en los barrios que más frecuentaban en la ficción.
 
El mapa en tamaño real e impreso puede comprarse desde este enlace.
 

15/9/14

II Congreso del Libro Electrónico




Los próximos días 30 y 31 de octubre se celebrará el II Congreso del libro electrónico que tendrá lugar, como en la edición anterior, en Barbastro, Huesca.
 
El interesante programa que se anuncia es:
 
DÍA 30, jueves:
 
10,00 Inauguración. El libro electrónico como metáfora
11,00 El papel de los editores en el nuevo ecosistema digital
12,00 El ebook en las bibliotecas
13,00 Del ebook al papel o los caminos del éxito
14,00 Almuerzo en el Centro de congresos.
16,00 El libro electrónico en las aulas – Contenidos y plataformas
17,00 El fin de la lectura tal y como la conocemos
17,30 La biblioteca ante el reto del ebook
18,30 Pausa café
19,00 Startups editoriales
20,00 Final de la jornada de trabajo
 
DÍA 31, viernes:
 
9,00 EPUB3, Readium: el futuro de la lectura digital
9,50 Experiencias en autoedición
10,50 Pausa café
11,10 Impresores, ¿aliados del libro electrónico?
12,10 Suscripción digital: ¿el futuro del libro?
13,10 Clausura: ¿Madrid, el DF o Seattle?: la central telefónica de los libros en español
14,00 Final del congreso

 

Para una mayor información, puede accederse al sitio del evento.
 
Por otra parte, está también disponible un e-book gratuito que recoge lo más significativo de lo tratado en el primer congreso. Puede descargarse en este enlace.


14/9/14

On line Etymology Dictionary





El diccionario etimológico inglés en red es una base de datos lexicográfica en el que se ofrece la etimología de un buen número de palabras inglesas pudiéndose, además, enlazar para cada una de ellas con un diccionario en donde, también, puede escucharse la correcta pronunciación de la palabra.
 
El buscador permite varias opciones, desde encontrar una simple palabra hasta encontrar frases completas. Es una obra abierta que va creciendo con las aportaciones y sugerencias de los usuarios.
 
Se trata de una idea de Douglas Harper que ha colaborado con Dan McCormack y Drew Carey Buglione para el diseño y programación del sitio. 
 
La información etimológica contenida proviene de muchos autores pero particularmente del  "An Etymological Dictionary of Modern English" de Weekley, del  "A Comprehensive Etymological Dictionary of the English Language" de Klein, del "Oxford English Dictionary" (second edition), del "Barnhart Dictionary of Etymology", del "Etymologisches Wörterbuch der Englischen Sprache" de Holthausen y del  "Dictionary of American Slang" de Kipfer y Chapman.


13/9/14

Aurelia: Our dreams are a Second Life




Aurelia: Our dreams are a Second Life es un trabajo de Belén Gache que traslada la poesía al mundo virtual de Second Life. Los versos del excéntrico poeta francés Gérard de Nerval son leídos por la propia Gache pero aparecen como leídos por un personajes ficticio, un avatar virtual que deambula por una ciudad igual de virtual.
 
Cuando Nerval se suicidó se encontró en su bolsillo el manuscrito de su poema Aurelia. Comenzaba con la frase El sueño es una segunda Vida. Una premonición, Second Life.



12/9/14

Litigation Highway





Litigation Highway, de Renee Turner, es un relato digital que va completando la historia que se narra haciendo aparecer en la pantalla ventanas emergentes (pop-ups). Ventanas que aparecen en ciertos momentos, siendo controlado el tiempo por el ordenador. Evidentemente, se precisa que el usuario desbloquee la aparición de ventanas emergentes ya que de otro modo no podría leer nada. Asimismo, es el ordenador el que sitúa las ventanas en lugares determinados. Hay que dejar que el programa se ejecute por sí solo ya que interactuar con las ventanas que van apareciendo rompe la dinámica establecida en el diseño.
 
La ventana principal (un vídeo en el que sólo se ven unas manos tecleando) relata la historia en la voz de la propia autora mientras que, de tanto en cuánto, van apareciendo las demás ventanas con mensajes o imágenes.
 
He podido probarlo en Internet Explorer.
 







11/9/14

OLE Festival





El próximo día 2 de octubre comenzará en Nápoles, Italia, el OLE.01 Festival, un foro en donde expertos y artistas en el campo de la literatura digital expondrán ideas y trabajos. Existirán dos grupos principales de trabajo, uno para jóvenes y otro de índole general.
 
Se hablará de poesía electrónica, videopoesía, poesía cinética, poesía 3D, e-teatro, danza electrónica, música electrónica, poesía multimedia, hipertexto, etc.
 
Para más información, puede visitarse la página del festival.


8/9/14

Crónica de lo sucedido en la mina de Corpus Christi





Crónica de lo sucedido en la mina de Corpus Christi, (2014), de Félix Remírez, es una novela corta digital que narra una historia de intrigas, conspiraciones y corruptelas coloniales en la Honduras de finales del siglo XVI.
A la corte de Felipe II llegan noticias contradictorias sobre lo que está sucediendo en las mimas de plata del centro del istmo, particularmente en la de Corpus Christi. Por un lado, el  padre Martín de Abásolo informa que, contraviniendo las leyes nuevas, el encomendero esclaviza a los indígenas y somete las rebeliones a sangre y fuego con cientos de víctimas. Pero, a la vez, las noticias que llegan de la encomienda y de todas las autoridades son que reina la calma en la región. Juan Díez, un maestro  metalúrgico es encomendado por el rey para que se traslade hasta Honduras y, discretamente, indague y averigüe la verdad de lo que está sucediendo. Juan Díez se verá pronto envuelto en un mar de intrigas y fechorías que ponen en riesgo su propia vida. Todos los que se cruzan en su camino, la familia Berrozar, el alguacil Pinzón Mestre, el capataz Ávila y su ayudante, el indio Martijo, el cacique Sicumba, el gobernador y los demás personajes, parecen actuar de manera sospechosa y torticera. Díez va tomando notas, entrevista a cada individuo y viaja por aquellas tierras indómitas para intentar averiguar qué está sucediendo. El lector vivirá junto a Juan Díez la aventura y deberá, con él, reconstruir los sucesos  en base a todas las informaciones fragmentarias, falsas en ocasiones, interesadas en otras, contradictorias la más de las veces. Las ambiciones personales, las tramas políticas, el ansia de poder y la codicia de todos, harán que la labor de Díez y del lector no sea sencilla.
Se trata de una novela corta porque, de escribirse en papel, ocuparía unas 80 páginas, eso sin contar el material gráfico. En un escenario de cataratas bravas y selvas generosas, el lector puede desplazarse a su través (con efectos de parallax) encontrando los materiales que Díez va acumulando en su investigación. Bien sean dibujos y apuntes que ha realizado, o bien las transcripciones de lo que ha hablado con cada personajes, vídeos que muestran lo que su retina ha grabado al visitar los lugares más emblemáticos y su diario en el que cada día se enlazará con nuevas ventanas con más información. En cada zona de la selva aparecerán escenas, animales y personas que se moverán a su antojo por la pantalla, habiéndose de esperar a que completen sus movimientos para poder saltar a otra área. Siempre, rodeados por el sonido de la jungla tropical que nos acompañará a lo largo de toda la lectura.
Aunque recomiendo iniciar la lectura por la explicación que se da en la primera pantalla, la lectura es absolutamente libre y puede hacerse de muchas maneras distintas. Leyéndolo todo, el lector podrá comprender qué sucede en Corpus Christi, del mismo modo que lo acaba haciendo Juan Díez. Pero, el orden de lectura que tome determinará una experiencia u otra.
Crónica de lo sucedido en la mina de Corpus Christi está programada en Flash CS5 y, por tanto, debe leerse en plataformas que permitan Flash (es decir, el Ipad no podrá hacerlo). La resolución óptima es de 1280 x 1024 píxeles o mayor.
Las zonas más importantes de lectura son:
·        La pantalla de inicio, donde se recomienda comenzar, en que Díez narra cómo se le encomendó el encargo.


·        El diario, donde Díez ha ido anotando los más importantes eventos de cada jornada.




·        Las memorias en las que Díez transcribe lo que ha hablado con cada individuo. Fiel al encargo de mantener la discreción, prefiere charlar sin apuntar nada para que sus interlocutores no sospechen, debiendo escribir de memoria y a solas lo que ha escuchado cuando se encierra, más tarde, en su cámara.


·        Los apuntes y gráficos que ha ido tomando sobre las minas, sobre cómo se extrae la plata, sobre la selva o sobre las aún inexploradas tierras hondureñas en el año de 1578.

·        Los paisajes que mantiene en su memoria (que en la aplicación digital aparecen como vídeos): la travesía por el río Ulua, la población de Gracias, las galerías de las minas, la montaña del Celaque o las rebeliones de los lencas ante los conquistadores.




La historia es ficticia así como la mayoría de sus personajes pero los escenarios social, político, geográfico, toponímico e histórico son realistas y para construirlos se han analizado numerosas informaciones académicas y ensayos sobre el final del XVI en Honduras, México y Centroamérica.
Así se inicia la aventura:

6 de noviembre de 1578

Se me hace harto complicado informar a Su Majestad. Lo único cierto es que todos mienten. ¿Acaso creen los terratenientes, acaso piensan Álvaro Berrozar o Pedro Pinzón que pueden robar a la corona, a la nación, hacerse ricos, sin que me percate de ello? ¿Acaso Ávila puede suponer que no es evidente la brutalidad con la que se ha comportado y quién le paga? ¿Piensa el cacique Sicumba que no conozco sus salvajes fechorías y sus intenciones? ¿Imaginan que no sé contar los fajos de azogue o las carretas de plata?
Sé qué ocurre. Sin embargo, es difícil plasmar en un juicio ordenado y justo todo lo que mi conciencia me dicta para que sea entendido por otros que aquí no han estado, para que se dicte justa sentencia. He de esforzarme en recomponer todos mis hallazgos en una historia lineal y comprensible.
En este océano de engaños y falsedades no resulta sencillo escribir con frialdad y criterio, para aconsejar a mi buen Rey qué proceder es el más ajustado al derecho de Castilla y a la moral de nuestra religión. El tornaviaje a Sevilla ha de durar más de cuatro semanas y habré de tener tiempo para reflexionar sobre todo lo acontecido, leer y releer las anotaciones que puntualmente he ido tomando y orar a Nuestro Señor con denuedo para que tenga a bien iluminar mi criterio y mi razón.
La manera sutil que al llegar ideé para llevar a cabo mi investigación - indirecta sin duda-, tomando notas en soledad y fiándome del recuerdo,  me obliga ahora a recomponer este rompecabezas que son mis anotaciones para dar forma y certificar lo que ya sé en mi intuición y mi pensamiento. Cuando estaba frente a todos ellos, prefería atender con esmero, fijarme en sus rostros, detectar pequeños estados de ánimo, apreciar la verdad o la mentira en sus gestos. Prefería eso a estar tomando notas que, por otro lado, les hubieran puesto en alerta frente a mí. Así, cada noche, he transcrito las conversaciones como si las estuviera reviviendo, aún con el riesgo de que mi enojo o mi perplejidad me hayan hecho cambiar las palabras exactas. Poco importa porque estoy seguro de haber escrito lo sustancial con certeza.
Qué lejos queda ya la tarde del 6 de julio cuando yo, Juan Díez, humilde metalúrgico, recibí la llamada de Gonzalo Ramírez, colaborador estrecho del de Éboli, Ruy Gómez, a su vez íntimo amigo de Su Majestad. Recuerdo todavía vivamente cómo quedé impresionado al ser requerido a palacio. Cuando uno ha cumplido los cuarenta años y siempre se ha mostrado discreto en sus asuntos, parece inverosímil que uno puedo ser solicitado desde las más altas instancias.
- Ante todo, os pido que me deis vuestra palabra de que todo lo que conversaremos esta tarde habrá de mantenerse en secreto- recuerdo que me dijo Ramírez cuando nos quedamos a solas en su despacho y sin apenas presentaciones.
Por supuesto, juré por mi honor que así sería, aun sin saber de qué asunto se trataba ni por qué había sido elegido para servir a la corona, cualquiera que fuera la tarea.
Hízome un largo preludio sobre las posesiones del Rey en Nueva España, los beneficios que aquellas tierras representaban para la península y el destino evangelizador que los españoles teníamos en aquellas latitudes, dando repetidamente gracias al Señor por haber sido elegidos como medio para expandir su palabra. Debió ver el bueno de Gonzalo que toda aquella perorata no hacía mella en mi sentimiento ni me enardecía patrióticamente por lo que fue pronto cuando decidió centrarse en el auténtico asunto por el que me había hecho llamar.





7/9/14

Slippingglimpse




Slippingglimpse, de Stephanie Strickland y Cynthia Lawson Jaramillo, con programación de Paul Ryan, es un conjunto de diez poemas digitales que juegan a combinar vídeos coloreados del océano con versos. Cada una de las diez partes puede leerse de varias formas. Por un lado, mezclando el texto con la imagen en escenarios de difícil lectura debido al juego de colores y el movimiento libre de las palabras. Por otro, puede dividirse la visualización en dos partes, con el vídeo en una y el texto en la otra al modo tradicional. Y, también, pueden seleccionarse diversas resoluciones y tamaños de pantalla.
 
Programado en Flash.
 






 



6/9/14

Nueva biblioteca totalmente digital





Se ha inaugurado recientemente en la Florida Polytechnic University (Lakeland, FL), una nueva biblioteca digital sita en un espectacular edificio ideado por Calatrava. Dentro, ni un libro en papel y muchas pantallas de ordenador y redes wifi que permiten acceder a unos 135.000 e-books archivados en las bases de datos de la biblioteca y descargarlos. Se puede acceder a los ficheros en formato de ordenador, tableta o e-reader. Existen impresoras para poder imprimir los textos digitalizados pero las autoridades académicas pretenden que se usen lo menos posible. El presupuesto de la Universidad para la adquisición de libros digitales ha sido de 60.000 dólares.
 
La Universidad de Florida promueve la cultura bring-your-own-device (BYOD), y por ello las informaciones, documentos, libros, materiales didácticos, etc. están siempre disponibles en la nube de la Institución.
 
Hay algunas preocupaciones. Por ejemplo, cómo se mantendrá el patrimonio de la biblioteca a medida que el hardware y la técnica cambie. Nadie puede asegurar que en pocos años se pueda aún leer un fichero Mobi o un ePub. Muchos formatos de principios de este siglo han ya desaparecido. El segundo problema son las licencias a las que obligan las editoriales en vez de la compra sin más. En muchos casos, es preciso pagar cada año lo que hace poco rentable el servicio.
 



5/9/14

La cena





 Se demoró unos segundos saboreando la textura tostada del vino mientras la miraba fijamente. Aurora no había cambiado en los dos años que llevaban sin verse, sus ojos negros continuaban siendo como un imán, su cabello ligeramente ondulado sobre los hombros seguía pareciendo especialmente sedoso y su mirar le turbaba igual que antaño.
-        Es un buen vino, – dijo, por fin, Martín- Veo que no has perdido tu buen gusto. Se parece al que hicimos en el dos mil cuatro, ¿recuerdas?

 
 
Aquel 7 de noviembre del 2004, el telediario estaba lleno de imágenes del ataque americano a Fallujah. La mesa, en la casona sobre la colina, estaba iluminada con luces tenues y amarillas, como le gustaban a Aurora.
-        Quita las noticias. Es nuestra noche. No quiero nada triste. Hoy hay que celebrar el triunfo – él la besó en el cuello, con delicadeza, mientras la rodeaba por la cintura y le acercaba una copa de tinto. Su tinto.
-        Estoy feliz- ella se volvió y levantó su copa sonriéndole.
Había sido duro. Montar un negocio desde cero, siempre lo es, crear una bodega aún más. Se habían conocido en Pamplona, en una cata que habían organizado en la biblioteca. Aurora acaba de terminar sus estudios de enología. Él, un cabeza loca a juicio de ella, disfrutaba abriendo negocios que luego dejaba a medio desarrollar. No fue un flechazo instantáneo, hubieron de pasar varios meses pero un día, sin apenas percatarse de lo que ocurría, despertaron en una habitación de hotel, sus piernas enlazadas, las sabanas plenas de sentimientos. Luego, todo fue un frenesí.
-        Compremos un viñedo- había gritado él mientras echaba a correr por el sendero, una tarde que fueron al río, más a encontrar soledad que a ver los campos cargados ya de uva.
-        No tienes ni idea de cuánto cuesta eso – contestó ella.
-        Conseguiremos dinero y tú eres una gurú del sector, ¿no?- le sonrió.
Cómo Martín logró convencer al de la Caja de Navarra, cómo consiguió convencerla a ella de que serían capaces de pagar el préstamo y cómo un día estaban firmando las escrituras con toda la inconsciencia del mundo, era algo que Aurora nunca había entendido.
Pero, había salido bien. En la pedregosa tierra de la finca, se enraizaban viñas fuertes, Merlot en la zona sur, Tempranillo en la norte, un poquillo de Mazuelo. Trabajaban de sol a sol con la ayuda de algunos jornaleros cuando su precaria economía se lo permitía. Los primeros meses hubieron de echar mano de las huchas, de los ahorros y de sus padres para pagar los créditos. Vino de terruño- decía ella- ahí nos tenemos que especializar. Para establecimientos selectos. Compraron las barricas de roble para añejar el líquido bermellón, una prensa de segunda mano – sólo para empezar, dijo Aurora-, dos cubas de acero inoxidable y una embotelladora que encontraron en Olite.
Allí, estaban, celebrando su primer trabajo, un tinto de aroma intenso, carnoso en la boca, de un rojo con ribete teja en la copa, concentrado, sabroso.
 
Cuando les sirvieron los solomillos, Aurora bajó la vista, sabiendo que debían abordar lo que allí les había llevado.
-        Aquí están los documentos- sacó de su bolso un portafolio y se lo alargó. Supongo que querrás mirarlos…
-        No hará falta – el tomo  el fajo de papeles y lo puso a un lado- me fío de ti. A pesar de todo.
-        ¿Sin rencores? – musitó Aurora.
-        No podría tenerlos. Fue lo mejor que me ha ocurrido en la vida. Fuiste…– una nube de añoranza se abrazó a sus ojos.
-        La vida es así, es lo que hay – suspiró ella de modo casi imperceptible.
-        Pero a veces todo es una mierda –Martín sorbió un poco de vino.
-        Oí que vuelves a estar enamorado – le sonrió, intentando cambiar de tema. Su cabello se movió justo como a él le gustaba hacía años.
-        ¡Qué pronto vuelan las noticias¡
-        Me lo dijo Esteban – replicó ella.
-        Sí, es una mujer estupenda. Sonia, se llama- y no se atrevió a decir que nunca nadie podría ser como ella, que en el fondo de su alma, Aurora era todavía la mujer de su vida.
-        ¿Te va bien?
-        Sí, sí, somos felices. ¿Y tú?
-        No tengo tiempo para nada. Ya sabes, la viña, el negocio, viajar aquí y allá a ferias. Y ya me conoces – hizo un mohín cómplice-, no trato bien a los hombres.
 
 
El 23 de mayo del 2006 fue un día caluroso, anunciando un verano que llegaba árido y seco, y la noche que le siguió fue más tórrida todavía. El Ford azul que conducía Aurora se detuvo frente a la casa cuando ya había anochecido. Estaba cansada, sudorosa, habían sido casi quince horas de viaje desde Miami a donde había ido a promocionar sus caldos. Entró deseando darse una ducha rápida y tumbarse desnuda en la cama para dormir diez horas seguidas.
Se sorprendió. La mesa del comedor titilaba a la luz de una vela inquieta que se reflejaba en las copas de vino ya servidas, Martín la esperaba con una amplia sonrisa y una mirada que pedía a gritos amor y sexo.
-        Bienvenida- le dio un beso- tengo grandes planes para esta noche.
Supo que iban a discutir en cuanto sintió el frío de sus labios. Aquella fue la primera de sus muchas discusiones, de sus muchos desencuentros.
-        Tenemos un negocio ¿sabes?, hay que crecer, exportar, buscar nuevas combinaciones, sacar adelante ese “coupage” por el que tanto hemos trabajado – gritaba ella- Y estoy harta de ser yo la que me ocupo de todo.
-        ¿De qué nos sirve el dinero, la viña, el negocio y la madre que los parió si no vivimos, Aurora? ¡¿De qué coño nos sirve?! – se exasperaba él- ¡No te quiero lejos en ferias, te quiero conmigo!
 
-        ¿Sigues sin tomar postre? -preguntó él. 
-        Claro- sonrío con coquetería- hay que cuidar la línea. 

Martín recordó su cuerpo, la sinusoide de su espalda y de sus piernas, el sabor de sus pechos y el aroma de su perfume. Joder, - pensó- cómo los recuerdos se resisten a morir. A la mínima aparecen, reviven con una mirada, con un roce de una mano.
-        Creo que es un trato justo- dijo ella, señalando el dosier-, es lo que acordaron nuestros abogados.
-        Ahora podrás hacer todos los buenos vinos que siempre has deseado sin que yo te entorpezca. Seguro que la bodega marcha mejor sin mí dándote guerra.
Aurora quedó pensativa. Ciertamente, desde que habían roto, el negocio iba mejor. Se había concentrado en el trabajo, en buscar nuevos canales de venta, vigilaba sus viñas como si fuesen sus hijas al punto de que los trabajadores pensaban que sabía de memoria la carga de cada una de ellas. Presentía la calidad de la añada con meses de antelación y había presentado un par de reservas que habían obtenido críticas muy favorables. Mantenía una actividad frenética. Tan pronto estaba comprobando la acescencia o la concentración del tartárico en el pequeño laboratorio de que disponía, como palpando las bayas o caminando entre las vides. Ahora, todo iba bien, sola, dedicada a su trabajo, al vino, a su carrera. Pero, si había de ser sincera, Martín nunca le había entorpecido. Simplemente, la vida les había separado. Ahora lo tenía enfrente y lo único que todavía les unía eran aquellos papeles sin firmar. Una vez que lo hiciera, sería mucho más complicado volverle a ver.
-        ¿Más vino? – preguntó él y la sonrisa que un día la enamorara apareció de nuevo en su rostro.
-        Joder con la sonrisa- pensó ella, y se obligó a pensar que el pasado no vuelve, que Martín estaba ya con otra mujer, que la bodega estaba por encima de todo, que le esperaban días de sol duro y tierras asfixiadas, jornadas largas de prensado de mosto, de emociones al probar la primera cata. Era su vida. Lo malo es que aquel hombre estaba también anclado a su vida.
Martín tomó los papeles y, sin apenas hojearlos, fue directamente a la última página.
-        ¿Firmo aquí?
-        Sí, ahí.
Sacó la pluma de su bolsillo y se dispuso a hacerlo.
-        La tienes aún.
-        ¿Qué? – él levantó la vista.
-        La pluma. La que te regalé- le miró tan fijamente que él se estremeció.
 
El ocho de octubre, el día del cumpleaños de él, cenaron en el restaurante de la ciudadela. Pidieron, como no podía ser de otra manera, una botella de su propia bodega y se sintieron reconfortados cuando el sumiller alabó su elección. Llevaban algunas semanas en paz, sin enfrentamientos, habían hecho el amor con cierta frecuencia y ambos comenzaban a darse una oportunidad. Ella le regaló la pluma y él le dio un beso largo y cálido para agradecérselo. Aquella noche, pasearon por la avenida cogidos de la cintura, como chiquillos, y se durmieron muy tarde, cuando ya los cuerpos se habían saciado. A las ocho de la mañana sonó el teléfono.
-        Déjalo- protestó él- Durmamos.
Pero Aurora contestó. Un problema importante con uno de los pedidos, uno para Francia, un proyecto que le había costado mucho conseguir. Saltó de la cama y se vistió a toda prisa.
-        ¿Dónde vas?
-        Hay problemas y gordos. Los de Banteau, que quieren dejarlo. Mierda, mierda, mierda.- se movía agitada por la habitación.
-        Aurora, es sólo una venta. Ven aquí- le llamó con sus brazos y se revolvió en las sábanas.
-        ¿Y quién trabaja? ¿Quién coño trabaja?- gritó de pronto ella, enfurecida con los franceses y con aquel hombre.- ¡Estoy harta de verte gandulerar y vivir a mi costa!
Él se marchó unas horas después con una maleta liviana. Ella no le llamó en semanas y cuando lo hizo fue para proponerle una separación legal en la propiedad. Él aceptó sin pensarlo. Juan Abregó, abogado de ella, llamó a Pedro Martínez, letrado de él.
 
No tomaron café. Degustaron el vino que aún les quedaba en la botella. No hablaban. ¿Para qué? ¿Había algo qué decirse? Cada uno tenía su vida, una nueva oportunidad.
-        Martín…- ella tomó la iniciativa.
-        ¿Qué?
-        ¿Tú crees que….?
-       Quizá – contestó él, entendiendo sin más palabras. Confuso.
-        Has firmado…
-        Ya, pero…
Sonó el timbrazo agudo del móvil de Martín pero él no lo cogió
-        Cógelo, por favor- dijo ella.
-        No te preocupes, es un SMS.- replicó él
-       Venga, puede ser algo importante- Aurora necesitaba tiempo para ordenar sus pensamientos. Que leyera mientras calmaba su pálpito.
-        Vale, un segundo. Perdona.
Quizá sí, quizá sí- pensó ella. Su piel todavía recordaba la suya. Cómo se pegan los recuerdos al cerebro, cómo se quedan.
Le miró, pero él no le dijo nada. Estaba leyendo y no se movía. En la pantallita de su celular, un mensaje de Sonia, la mujer con la que vivía ahora. Dos líneas.
Cariño, buenas noticias, estoy embarazada.
¿No es maravilloso?
-        Se hace tarde- dijo Martín.