30/9/21

Seltani

 




Seltani, de Andrew Plotkin, es un juego narrativo multijugador en el que el lector va construyendo mundos y explorando lugares a medida que otros usuarios hacen lo mismo. De este modo, no hay nada predeterminado en el desarrollo del mismo y la complejidad e imprevisibilidad pueden aumentar en varios órdenes de magnitud.

La programación está basada en el motor Tworld.

Más información en este enlace.



29/9/21

Lockee




Lockee es un sistema de programación de contraseñas que permite la rápida creación de un modo de entrada que puede incluirse en un sitio web, por ejemplo, para visualizar contenidos a los que posean la clave.

Permite varios modos de creación de la contraseña: una palabra o un número (lo más corriente), un código de colores, un patrón de líneas, una melodía musical sobre un teclado, una imagen, una geolocalización, etc. 

Si la contraseña, cualquiera que haya sido el método elegido, es correcta puede visualizarse una imagen, un texto, un vídeo o una página de Internet. La inclusión de las líneas de código necesarias se hacen mediante un "iframe" habitual.




¿Por qué esta entrada del blog está etiquetada también como "literatura digital"? Porque algunos de los modos de desenclavamiento pueden tener uso en obras digitales, particularmente la geolocalización. Así, podríamos programa una narración digital para que mostrara contenido (ciertos capítulos, ciertas imágenes) sólo cuando el lector estuviera en un lugar determinado. Por ejemplo, un diálogo que tuviera lugar en una iglesia sólo cuando realmente el lector estuviera dentro de la catedral de Logroño, por ejemplo.




No he visto la opción de desenclavar contenidos por hora y fecha. Esta opción sería muy útil en literatura digital

Puede accederse a la página de Lockee desde este enlace.








28/9/21

Jennifer Wilde: Unlikely Revolutionaries

 



Jennifer Wilde: Unlikely Revolutionaries es una narración textual con animaciones en blanco y negro muy elegantemente realizadas a mano y que, ya de por sí, justifican la lectura del trabajo por su calidad visual. Un estética de cómic muy adecuada. De hecho, para leer la historia, hay que colocar las viñetas en el orden correcto, logrado lo cual se desarrollará para esa página.




El relato nos sumerge en la vida de una joven artista, Jennifer Chevalier, que, en 1921, se ve envuelta en la investigación del asesinato de su padre. A través de un amuleto que le regalaran de niña, mágicamente, contará con el apoyo del fantasma de Oscar Wilde lo que da una impronta literaria a la trama.

Más información en este enlace.














27/9/21

Roadwarden

 




Roadwarden, de Moral Anxiety Studio, es una aventura textual con imágenes de fondo (siempre en tonos sepias) en las que el jugador/lector debe elegir qué acciones tomar o qué caminos seguir. El motor de diálogo parece bastante bien estructurado y el entorno varía a medida que evoluciona el juego..

La página del programa en este enlace.







16/9/21

Sudowrite





Sudowrite, empresa fundada por Amit Gupta,  es un generador de texto que utiliza técnicas de inteligencia artificial para redactar textos literarios de cierta calidad. El motor que mueve Sudowrite es el ya muy conocido GPT-3, de Open IA, del que hablamos en este enlace. Se trata de una red neuronal de casi doscientos mil millones de nodos que corre en uno de los supercomputadores más grandes del planeta. Tamaña fuerza bruta de cálculo hace que GPT-3 sea capaz de encontrar y combinar frases adecuadas a casi cualquier situación de entre los corpa lingüístico universal. Esto, obviamente, no implica que sea creativo en el sentido humano sino que es infinitamente más rápido que un humano en  combinar frases hasta dar con la apropiada.

Introduciendo un párrafo en Sudowrite, este se encarga de continuar la escritura de una manera más que razonable. 

A medida que este tipo de sistemas avanzan técnicamente, más atención se deberá prestar a la verificación y evaluación de los textos. Podemos, en unas décadas, no saber si una noticia es cierta, por ejemplo; incluso, si una cadena de noticias que parecen corroborar las unas a otras, son ciertas o sólo una estrategia de "alguien" (desde luego, no los algoritmos) para hacer creer cualquier cosa. No digamos ya de los exámenes escritos.

La página de Sudowrite puede encontrarse en este enlace.







 




 

15/9/21

Parmi les étoiles




Parmi les étoiles, de Du Dé, es una pieza de ficción interactiva que remeda La guerra de las Galaxias. Está en francés.

La interface es puramente minimalista aunque elegante con el texto en negro sobre fondo blanco. De tanto en cuanto, permite realizar elecciones entre varias opciones para que, según se la elegida, la narración tome uno u otro derrotero.

Puede jugarse/leerse desde este enlace. En ocasiones, la aparición del texto está temporizada por código.

Programado en Twine.










14/9/21

Libro conmemorativo de relatos





La Casa de Cultura de Santoña ha publicado un libro recopilatorio de todos los relatos ganadores durante los ya 25 años de existencia del Certamen "Santoña … la mar". Entre ellos, se encuentra "Los días de bruma en el puerto de Hashimoto", escrito por mí en el año 2013.

Como demuestra su permanencia en el tiempo y la aceptación del concurso, con varios centenares de trabajos presentados en cada edición desde muchos países, "Santoña...la mar" es, hoy en día, una referencia en la literatura de mar.

El libro, de casi 400 páginas, se presentó el pasado 6 de agosto.




12/9/21

10kb.site





10kb.site es un repositorio efímero de textos breves. Puede subirse a él cualquier texto con tal de que no ocupe más de 10Kbytes. Debe ser texto plano, sin formatear. Esos textos, así grabados, se mantienen vivos durante 24 horas, periodo en el que pueden ser leídos por cualquiera. Tras ese tiempo, son destruidos y nunca más puede saberse de ellos. Puede accederse desde este enlace.

Existe un programa muy parecido creado en Francia, llamado "Revue fmr", al que puede accederse desde este enlace.






11/9/21

Cambio de acento en el habla, en tiempo real





La empresa SANAS ha anunciado que está desarrollando una aplicación capaz de modificar el acento de un hablante en tiempo real para convertirlo en un tono neutro e indistinguible. El objetivo es que los teleoperadores, por ejemplo, contesten de una manera exactamente igual, sin acento que delate su origen o dejes propios del lugar de nacimiento, su edad, el estrato social o el nivel cultural.

La startup californiana está trabajando, de momento, en el idioma inglés para que el discurso del hablante, tras pasar por el filtro de la aplicación, quedé convertido en un inglés neutro propio de un telediario de los Estados Unidos, con el cual ningún oyente pueda discernir el origen étnico del que habla. La idea debe de gustar al mundo empresarial porque, en poco tiempo, han recaudado varios millones de dólares para proseguir con el desarrollo.

Si bien, técnicamente, lograr esta modificación en tiempo real parece un objetivo notable y realmente interesante, otra cosa es cómo afectaría a la sociedad, a la comunicación entre personas y a la riqueza literaria en caso de generalizarse en las relaciones económicas y de negocios. Seriamos todos robots, sin el carisma, la originalidad y el placer que tiene escuchar otros acentos, otras formas de contar. 

Asimismo, parece peligroso definir cuál es la lengua neutra, especialmente en idiomas multitudinarios como el inglés, el chino o el español. ¿Va a resultar que yo pronuncio mejor que Vargas Llosa o García Márquez, porque un algoritmo lo diga? 

Una barbaridad, aunque sea técnicamente maravillosa.

Más información en la página de la startup.




8/9/21

La musa




A finales de septiembre, la temperatura era aún agradable y las terrazas del boulevard se llenaban ya desde media mañana. Por si acaso, Fabiola reservó mesa en el bistró Amadeus, un establecimiento pequeño pero muy coqueto, de esos que todavía mantienen un sabor decimonónico, con camareros entrados en años, búcaro con una flor fresca en cada mesa, maceteros de geranios en la acera y una blanca pérgola que protegía del sol del mediodía. La cocina era sencilla, casi casera, aunque Juan Diego, el dueño, se empeñaba en añadir toques modernos que nada aportaban a los platos.

Lo cierto es que no le apetecía nada comer con Anabel, pero esta se había empeñado cuando la llamó el lunes y no supo cómo salir del paso.

    Venga, mujer – le había dicho −, no puedes quedarte en casa el resto de tu vida. Vale, te has divorciado. ¿Y qué? A rey muerto, rey puesto. Ya es hora de que te airees.

La tenía aprecio, pero no soportaba lo chismosa que era en ocasiones. Sabía que habría parte de interés sincero, pero estaba también convencida de que Anabel quería cotillear. Y, si algo no le apetecía, era hablar del asunto. No es que se arrepintiese de la decisión tomada, pero sentía un desasosiego impreciso y nada agradable cuando se enfrentaba a los recuerdos. Al cabo, había sido un fracaso, se mirase como se mirase.

Decidió caminar hasta el centro. No quería meterse en un autobús lleno de mascarillas y probar si la Pfeizer que le habían inyectado hacía ya unos meses, la protegía aún. Las calles estaban repletas de gente y cualquiera que no hubiera estado en este mundo durante los meses anteriores hubiera pensado que la pandemia no había existido y que, simplemente, había surgido una nueva moda, llevar una mascarilla de colorines en la muñeca, como si fuese un segundo reloj.

Anabel estaba ya sentada y agitó su mano desde la mesa. Se saludaron con ese ridículo modo que los tiempos habían impuesto, un choque de nudillos lo más breve posible, similar al que los boxeadores hacen antes de que suene la campana del primer asalto. Y, en cierta manera, Fabiola sentía que iba a comenzar un combate de quiero saber, no quiero decir.

Tras las frases habituales sobre lo agradable que había comenzado el otoño, el breve viaje de vacaciones, el precio de la luz y cuatro nimiedades más, pidieron dos vermuts sin alcohol.

    Me alegro mucho de verte – dijo Anabel −, y te veo mejor que lo que esperaba. Menos mal, mujer, que estás bien. Me tenías preocupada. Sin llamadas, desaparecida del Whatsapp y del Facebook, vamos, como una muerta.

    Claro que estoy bien – Fabiola sonrío ligeramente−, sólo que no tengo muchas ganas de relaciones sociales. Sobre todo, necesito descansar, dormir, hacer un punto y aparte. Ahora mismo, estoy en el aparte.

       O sea, no pensar – la interrumpió Anabel −, lo típico de alguien que se ha derrumbado. Mejor evitar que enfrentar, ¿no?

       ¿Qué dices? Nada de eso. Es sólo tiempo lo que preciso, sin nada oculto detrás. – Fabiola bajó la mirada, consciente de que mentía.

El camarero les sirvió las bebidas y, libreta en mano, les preguntó qué deseaban para comer. Ambas eligieron lo mismo. Verduras en tempura y un pescado a la plancha.

       Sin postre – concluyó Fabiola.

       Bueno, pero un Verdejo, sí que nos tomaremos, ¿verdad?

Sonó el tintineo de un teléfono. Anabel se aprestó a silenciarlo. Estaba claro que deseaba centrarse en la conversación.

  ¿Y qué os paso? Tras tantos años – Anabel se inclinó sobre la mesa, acercándose a su amiga −. Parecíais tan bien avenidos.

  Nada en especial. No podría decir que fue esto a aquello. No lo sé. Imagino que lo que siempre ocurre, la rutina, el dejar de hablar, la confianza que da asco, el aburrimiento…

       Pues, te lo digo como lo creo, a mí siempre me pareció que José Carlos te tenía en un altar. Hablaba maravillas de ti.

       Te creo.

       ¿Entonces?

       No lo sé, Anabel. No puedo contestarte porque no lo sé. Supongo que es parecido en todas las parejas que no siguen adelante.

       Bueno, algunos cabrones se van con veinteañeras – repuso Anabel, con una ira contenida que denotaba que ella tampoco había pasado página de su historia con Ángel. − ¿Hubo alguien?

       No, seguro que no.

       Entonces, ¿ha partido de ti?

       Sí, creo que sí – tardó en responder.

Mientras daban cuenta de las verduras, el silencio de comer con la boca cerrada trajo a Fabiola imágenes de los años pasados. Había conocido a José Carlos en una conferencia a la que ambos asistieron. No fue un amor con fuegos artificiales a primera vista, sino que fue construyéndose de conferencia en conferencia, de museo en museo, de paseo en paseo, de comida en comida. Se casaron en San Juan Evangelista y tras varios años intentándolo no tuvieron hijos. ¿Quizá eso les había apartado? La verdad es que lo que Anabel decía era verdad, que él la ponderaba como la mujer ideal, como la persona que le daba la fuerza, que le hacia seguir adelante. Nunca le escuchó una mala palabra y los enojos que tuvieron fueron pasajeros y escasos.

       ¿Hablas con él? – preguntó Anabel.

       Me manda mensajes de tanto en cuanto.

       ¿Y, contestas?

       Sí, brevemente, pero lo hago.

       ¿Crees que quiere volver?

       Estoy segura.

       Pero tú, no.

    No, yo no – repuso Fabiola con una convicción que le sorprendió a ella misma.

Agradeció el relativo silencio que impuso la lubina, que estaba deliciosa, únicamente salpicado por comentarios insustanciales.

Pidieron dos cafés, expreso para Anabel, cortado para ella.

       Perdóname, pero ¿por qué no? – insistió Anabel.

Fabiola no contestó.

       Excúsame, quizá pregunto lo que no debo.

    Sí, un poco. Pero, bueno, te conozco desde hacer treinta años y ya sé cómo eres – sonrió.

    Sí, me gusta saber, ya sabes. No puedo evitarlo. Pero, de veras, Fabiola, no es sólo eso. Estoy preocupada por ti. Veo con mis propios ojos que estás llevándolo mal por mucho que te refugies en el trabajo. Seré cotilla pero también soy tu amiga.

       Lo sé.

   Igual me equivoco, no soy psicóloga. Pero mi instinto me dice que lo mejor es hablar, soltar lo que sea, que salga y no intoxique el alma.

     Ya te he dicho que no hay nada concreto. Simplemente ha ocurrido. No siempre hay razones.

   Si no quieres hablar, dímelo. Pero no me cuentes milongas de tres al cuarto. No se rompe una relación de veinte años por nada.

     Puede ser, ¡qué sé yo!

  Fíjate, que José Carlos decía a todos que eras su musa, la que le inspiraba a esforzarse, a trabajar más duro, a correr riesgos.

       Su musa, sí,

       Sí. Lo repetía a menudo.

 

Fabiola calló, como si comenzara ella misma a comprender.

       Su musa. Sólo su musa.

       ¿Sólo? – repuso Anabel −, ¿te parece poco? Ya hubiera querido yo que Ángel me idolatrara como José Carlos te idolatraba a ti.

       No, Anabel, yo no quiero ser una musa para nadie.

       ¿No?

       ¿Ser la inspiración?, ¿para qué? ¿para quién?... para él, para su triunfo, para que soporte su esfuerzo, para su éxito, para que se sintiera reconfortado, para que él, siempre él, se sintiese bien. Me ponderaba porque le era útil … a él.

       ¿No te halaga? Me parece muy duro por tu parte decir que “le eras útil”

       Pues no, no me halaga. En absoluto. Eso he sido, sí, una palanca en la que apoyarse. Yo no quiero que me quiera porque le sirvo a él como ideal, como gasolina, como motor de su vida, aún sea que lo diga de una manera inconsciente. Quiero que me quiera para sentirme querida yo misma, para que triunfe yo misma, para que me complete yo, para que mi motor se ponga en marcha, no el de él, para realizar mis ambiciones. Quiero apoyarme, no ser apoyo.

       No sé si te entiendo…

       Quiero que me amen admirándome a mí, que ensalcen lo que hago. Necesito que quieran elevarme a mí, no elevarse con mi ayuda.

       ¿Y eso no lo tenías?

       Me amaba porque yo le daba alas a él, le imbuía de pasión para él, le hacía sentirse bien… ¿y yo?, ¿y yo? No quiero ser musa, quiero ser la mujer por la que un hombre da, no toma. Quiero recibir, no que tomen de mí un día y otro.

El camarero dejó un platillo con la cuenta y dos trufas de chocolate envueltas en celofán de colores, detalle de la casa.

       Pago yo – dijo Anabel.








6/9/21

Phonpaper





Phonepaper, de Alexander Zolotov, es una aplicación disponible para Apple y Android que permite generar y leer espectrogramas sonoros. 

Por un lado, crea el espectro sonoro de lo que escucha (voz, música, etc.) y por otro leer un espectro emitiendo el sonido correspondiente.

Su uso es manual, es decir que para leer el espectro es preciso mover el teléfono o tableta por encima del gráfico.

Los resultados son muy variables.

Dentro de la literatura electrónica permitiría, por ejemplo, realizar esteganogramas, con un texto codificado dentro de un gráfico espectral. O emitir sonidos en un libro de realidad aumentada (por ejemplo, el trino de un pájaro en un libro sobre aves). O escuchar una melodía dentro de un libro de música. Una alternativa a la más utilizada de imprimir códigos QR en ciertas páginas con la ventaja de que no debe llamar a un enlace externo sino que la información está contenida en el propio dibujo.

Más información y descargas en este enlace.





 




4/9/21

Moiki




Moiki es una herramienta digital, en francés, destinada a la creación de ficción interactiva. Fue creada por Clément Jacquet.

Es bastante intuitiva, permitiendo crear nodos, que pueden adjuntar imágenes, y ligarlos por medio de hiperenlaces, de manera gráfica. O bien, ficheros sonoros. Permite también las opciones habituales de navegación a través de una historia como bucles, elementos condicionales, etc. Las últimas revisiones permiten asimismo incrustar código activo que maneje variables.

En cierta medida, se asemeja a Twine.

Las historias son exportables a PDF.

La página de Moiki en este enlace.








2/9/21

Behind the Frame : The Finest Scenery





Behind the Frame: The Finest Scenery , del taiwanés Silver Lining Studio, es un juego narrativo de ficción interactiva en el que el lector/jugador sigue a una artista oriental que está ultimando los cuadros de su galería. Mediante ciertas preguntas o asuntos a resolver, el lector puede elegir cómo terminar cada pintura, elegir colores o temas, etc. y, a la vez, ir descubriendo la vida de la artista.

Recién llegado al mercado, está disponibles para Windows, Mac, iOS et Android.

Los gráficos están muy cuidados y llenos de paz y melancolía al mismo tiempo. 

Más información en el sitio del juego.








 

1/9/21

Jornadas de Edición digital





Organizado por el Centro de Cultura Digital de México, los próximos días 8, 9 y 10 de septiembre se celebrarán las Jornadas de Edición digital tituladas Hibridaciones y Remediaciones en las que se reflexionará sobre el libro en la actual era digital, cómo evoluciona la distribución, la escritura por medios digitales o la propiedad intelectual del autor, entre otros muchos asuntos.

El programa es:

Miércoles 8 de septiembre

12:00 a 13:30 h
Tertulia: Alternativas al Copyright
 
17:30 a 19:00 h
Presentación de libro: ¿Tiene futuro la escritura ?, de Vilém Flusser
 
19:00 h
Presentación de la obra ganadora del Premio Nacional de Cuento  y Literatura Digital Julio Torri 2021
Exposición en línea de piezas de literatura electrónica que recibieron mención honorífica.

 
Jueves 9 de septiembre

12:00 a 14:00 h
Tertulia: ¿Qué es ese objeto que llamamos libro? Prácticas híbridas de edición
¿Cómo entendemos el libro en un presente de materialidades digitales, de archivos electrónicos y de dispositivos? ¿Ese objeto que llamamos libro es una interfaz doble página o es un espacio que despliega el texto y el espacio mismo? En esta mesa conversaremos sobre formatos editoriales, flujos, objetos y dispositivos editoriales desde diversos enfoques y formas de entender la edición.
 
18:00 h
Presentación de libro: Estamos Aquí, varios autores 



Viernes 10 de septiembre

12:00 a 13:30 h
Tertulia: Los lenguajes de la edición. Nacer y escribir para ser digital
 
18:00 h
Presentación de ensayo extendido: Escritura Diagramática, de Johanna Drucker 

 
6 al 10 de septiembre 

11:00 a 01:00
Taller- Libros electrónicos: hágalo usted mismo. Herramientas sencillas para hacer o reparar un ePub