No será un año feliz. No habrá más años felices porque tú te has ido.
Cualquier tiempo pasado fue mejor, dicen sin creérselo del todo. No saben cuán cierto puede ser. Será una noche de sonrisas en la cara y lágrimas en el corazón.
La combinación de los nuevos conceptos de programación y gestión de páginas (CSS, XHTML, XML, SOAP, REST, JAVA, AJAX, P2P, RSS, widgets, etc) y la masiva gratuidad de hardware en los servidores supuso – esta vez sí- una pequeña revolución en el uso de la web. Usuarios que de otro modo nunca hubiesen tenido la maña o los medios para “subir” contenidos a la red, ahora podían hacerlo fácilmente. Esto generó las redes sociales, los blogs, las bases de datos de fotografías, etc. , etc. Y, aportó, conceptos como la Wikipedia y la creación colaborativa.
Desde el punto de vista de la literatura, el impacto ha sido importante en cuanto a digitalizarla aún más allá. Porque, ahora, no sólo es posible disponer vía Internet de numerosos fondos digitalizados sino que, además, muchos escritores – noveles o encumbrados- pueden volcar su obra en la red y ponerla a disposición de cualquiera que desee leerla sin necesitar de editores. Incluso, pueden crear obras entre varios autores de manera casi simultánea aún cuando se encuentren en zonas alejadas del planeta. La calidad de toda esta ingente producción es cosa de otro cantar. Asimismo, la persistencia de los potenciales escritores es, muchas veces, inexistente y tras una aproximación casi anecdótica para crear un blog y “postear” algunas entradas, la mayoría son abandonados. Algo no diferente de lo que ocurre y ha ocurrido siempre en la literatura convencional donde muchos lo intentan, pocos perseveran y muy pocos triunfan. También los medios tradicionales (editoriales, periódicos, etc) han usado ampliamente la web 2.0 para promocionar sus contenidos literarios, digitalizados.
Otra aplicación potencial muy interesante era/es el mash-ups (unión de varias aplicaciones aunándolas en una nueva con contenidos diferentes) pero, en la práctica, esta posibilidad se ha concentrado en la cartografía uniendo los mapas de Google Earth (u otros) a programas de localización de tiendas, restaurantes, rutas, etc.
Tanto con la web 1.0 como con la web 2.0, los avances en literatura digital (no en la digitalizada) no han sido importantes, al menos debido a ellas. Ciertamente, un creador de literatura digital tiene ahora más facilidad en “subir” una obra a la red pero, en cualquier caso, no tanta como se cree porque, por ejemplo, los servidores gratuitos y muchos de pago vetan ficheros de muchas categorías – particularmente los ejecutables o los que tienen contenidos activos- por razones de seguridad.
La web 2.0 en sí misma no aporta creatividad literaria digital. Desde este punto de vista, la aportación de FLASH es mucho más importante. Las posibilidades javascript ya estaban presentes en la web 1.0, de modo que tampoco suponen un cambio decisivo. La interactividad con el usuario que aporta la web 2.0 no ha sido importante en el desarrollo de la literatura digital ya que, como es bastante evidente, las opciones suelen ser bastante escasas (por eso, los blogs tienden a parecerse mucho en su formato lo cual, en cierto modo, es bueno para que los usuarios naveguen entre ellos sin ninguna dificultad. Lo mismo ocurre con twitter o fotolog. Vista una página, vistas todas, desde el punto de vista del formato).
En mi opinión, la opción de los mash-ups es aún muy interesante para la literatura digital. Cabría pensar en una obra que aunara contenido propio con textos de los clásicos combinados dinámicamente de forma novedosa y creativa. Pero no es una potencialidad explotada, probablemente por su complejidad de programación (una obra simplísima – y fallida- en esta dirección es Goggi
La “digitalidad” de la obra – aparte de que se introduzca un blog como escenario - viene del hecho de que los lectores podrán desarrollar la historia de los personajes a través de un blog que entrará en funcionamiento en un par de semanas y en el que podrán extender la propia historia de la novela. A fin de animar a la participación y la compra del libro, parece que se establecerá un concurso para premiar las mejores aportaciones. El blog recibirá también el título del “blog del inquisidor”. Silva fue premio Nadal en el año 2000.
Los testimonios que los autores recogen muestran, sobre todo, el factor humano, el miedo, la incertidumbre, la incomprensión por lo que ocurre, el valor en los peores momentos, la lealtad, la deslealtad, el sufrimiento de los niños que veían todo aquello traumatizados. Pero todo ello sin caer nunca en el tremendismo, acaso sí en la ternura, y manteniendo un elevado nivel histórico y metodológico.
Muy recomendable.
Mis obras en la Biblioteca Virtual
Trincheras de Mequinenza
Una contemporánea historia de Caldesa