21/6/08

Las crónicas estelares - 3

Así que he tomado la decisión de escribir la crónica de mi biografía. La grabaré en un bloque de memoria molecular de la Biblioteca central planetaria con la esperanza de que, dentro de mil años, alguien la lea y aproveche mis experiencias y mis escritos para conocer el mundo actual en el que vivimos. Estoy seguro de que el ser que lea estas mis memorias en años futuros será tan distinto y tecnológicamente avanzado que quedará sorprendido de lo primitivo de nuestra sociedad. No obstante de la misma manera que yo he aprendido de mis antepasados, ese hombre futuro podrá aprender de nosotros. He de suponer que el lector futuro no tendrá ninguna referencia básica de nuestro mundo, así que habré de salpicar el texto con definiciones de nociones fundamentales pare que todo le sea mas entendible.

Mi intención de dedicarme, durante los pocos ciclos que me restan de vida, a escribir una biografía sólo es conocida por Atkan, mi buen amigo Atkan. Hemos mantenido una relación centenaria que comenzó en la ciudad de Gyndamow cuando ambos pretendíamos lograr un método mas rápido de síntesis de proteínas. Fallamos, pero aquella época cimentó una amistad duradera que se ha mantenido hasta hoy.

1 comentarios :

Anónimo dijo...

t� crees que, a lo largo de la historia, alguien aprende de alguien?
yo no soy tan optimista.

Antonio Jos�