El límite de miniaturización de las memorias electrónicas basadas en semiconductores va llegando a su fin. Sin embargo, queda un medio que la propia naturaleza ha diseñado: el ADN. La capacidad de grabar a tamaño molecular información en una cadena de ADN eclipsa a cualquier sistema basado en el silicio o el germanio. Por algo, el ADN es el almacén a largo plazo de nuestra herencia genética. Ha habido experiencias, asimismo, usando genes completos
Dado que el ADN se compone de pares de bases que usan 4 nucleótidos diferentes (adenina, citosina, guanina y timina) puede pensarse perfectamente en registrar información codificada en base 4, o en binario usando como fundamento cada par de bases. Ya en el año 2010, se llegó a almacenar 700 terabytes de información en un gramo de ADN pero, hasta ahora, el problema era la recuperación posterior y repetitiva de esta información. Es lo que han conseguido investigadores de la Universidad de Washington, un método que permite grabar y recuperar información de manera segura, extrayendo partes concretas de la cadena sin tener leer cada vez la misma completamente. El sistema se basa en una especie de formateo de la cadena en sectores.
Puede leerse en este enlace el artículo técnico de los científicos (en inglés).
Podemos imaginar todas las obras de la literatura universal recogidas en un diminuto recipiente de ADN. O todas las películas de la historia en una gota.
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