Un asunto que se ha tratado en varias ocasiones en Biblumliteraria es la poca fiabilidad de los soportes físicos que han de guardar la literatura, bien sea digitalizada o digital. Para esta última, además, existen todos los problemas ya tratados de falta de estándares, desaparición de formatos en función de campañas de marketing o imposibilidad de lectura a largo plazo por obsolescencia del hardware y del software.
Para la literatura digitalizada, el mayor problema es que los soportes digitales sean legibles a largo plazo. En general, hoy en día, aunque nos parezca lo contrario, son soportes muy poco duraderos. Un disco duro se ve afectado fácilmente por campos electromagnéticos, un CDROM o un DVD por su exposición al calor o al sol. Basta leer las instrucciones de uso y garantías (que nadie lee) para ver lo poco fiables que son dichos equipos. Se considera que, en condiciones normales, un DVD convencional no sería legible en apenas 80 o 100 años. Un suspiro comparados con los miles de años de los grabados en piedra que aún podemos leer. De hecho, los soportes electrónicos tienen una vida útil muchísimo menor que los soportes más tradicionales. Las ideas sobre almacenamiento en ADN o estructuras biológicas adolecen también de sus escasa duración temporal.
Investigadores de la Universidad de Southampton, liderados por Yuhao Lei, han desarrollado una técnica que, en teoría, puede almacenar hasta 500 Terabytes de información en un sustrato con una duración de vida estimada de varios miles de millones de años, cifra muy por encima de lo que seguramente la raza humana puede existir (al menos, en este planeta, una vez que el Sol comience a aumentar su brillo y deje de haber suficiente CO2 - ¡quién lo diría hoy!- para mantener la fotosíntesis). Además, soportarían temperaturas de 1000ºC, con lo que sobrevivirían a bastantes cataclismos.
La tecnología, en la que llevan trabajando desde hace varios años, se basa en grabar con láser de femtosegundo en cuarzos nanoestructurados de silicio, dopados con partículas de oro o plata, un concepto que no es nuevo ya que los primeros "papers" sobre el asunto se publicaron en 1996 y se viene conociendo como "óptica 5D" por las dimensiones que utiliza. En este caso se combinan 2 dimensiones ópticas (por ejemplo, polarización y longitud de onda) con 3 espaciales para lograr una alta densidad de grabación de datos. El láser de femtosegundos permite una alta tasa de repetición iniciándose el proceso con un pulso de siembra, de alta energía, que crea un nanovacío, pero sin escribir ningún dato. Inmediatamente después, con pulsos de menor potencia, pero repetidos, un fenómeno conocido como mejora de campo cercano, se logran esculpir datos de una manera más suave y rápida. La velocidad alcanzada por el momento es de cerca de 230kbaudios. Lento, pero seguro, especialmente si se trata de almacenar información a muy largo plazo.
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