Flores es exquisita con el lenguaje. Sencillo, lento, y algunas veces intencionalmente reiterativo. Y dice, sobre todo, lo que no dice. Aquello que se siente profundamente a través de la elipsis, de la insinuación. Ella propone, esboza, sugiere, pincela. Una poesía centrada en el deseo, en el cuerpo, en la carnalidad y en la pérdida de todo ello por la muerte. Es una obra cargada de sensualidad pero, a la vez, intelectualmente exigente. Poemas breves que, sin embargo, generan una infinita cascada de ideas y sentimientos.
6/7/08
Antología poética
Flores es exquisita con el lenguaje. Sencillo, lento, y algunas veces intencionalmente reiterativo. Y dice, sobre todo, lo que no dice. Aquello que se siente profundamente a través de la elipsis, de la insinuación. Ella propone, esboza, sugiere, pincela. Una poesía centrada en el deseo, en el cuerpo, en la carnalidad y en la pérdida de todo ello por la muerte. Es una obra cargada de sensualidad pero, a la vez, intelectualmente exigente. Poemas breves que, sin embargo, generan una infinita cascada de ideas y sentimientos.
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