Como el cielo los ojos de Edith Checa es una muy interesante novela hipertextual. Una historia que nos relata la muerte de una mujer, Isabel, pero vista a la luz de tres personajes en trece momentos determinados. Momentos a los que se accede a través de unos iconos en forma de ojos. Son treinta y seis instantes en que Checa utiliza una prosa rica para contar treinta y seis escenas, no directamente relacionadas, pero con una continuidad profunda en ellas y a través de las cuales llegamos a conocer la personalidad y la vida de Isabel aunque esta nunca esté presente. El lector puede centrarse en las reflexiones de cada uno de los tres hombres que recuerdan a la mujer o cruzar sus historias en un momento determinado o saltar de aquí para allá. Siempre acaba por tener una idea precisa de sus sentimientos.
Es una novela sencilla desde el punto de vista hipertextual. Los enlaces están todos en un menú omnipresente y no existen más enlaces internos en el texto. Los fragmentos, aunque a primera vista pudieran parecer inconexos, no lo son y hay un orden precisamente establecido. Como, de hecho, lo muestra el propio menú que está numerado. La estética es de lo más sencilla. Sin fotos, sin multimedia, con un tamaño de letra enorme para facilitar la lectura en pantalla, sin abalorios. Ocurre que es una buena historia. Bien contada. Que delinea bien la personalidad de los personajes. Con su fuerza centrada en las palabras. Aunque el hipertexto es parte sustancial de la misma podemos decir que casi pasa desapercibido una vez que empezamos a leer.
Al igual que en otras obras (como por ejemplo, Una contemporánea tragedia de Caldesa de F. Remírez, http://biblumliteraria.blogspot.com/2008/06/el-control-del-tiempo-en-la-literatura.html), Como el cielo los ojos permite la visión simultánea de varios personajes sobre un mismo hecho aunque en esta obra de Checa no existe un control del tiempo y el lector puede saltar del futuro al presente.
Es una novela sencilla desde el punto de vista hipertextual. Los enlaces están todos en un menú omnipresente y no existen más enlaces internos en el texto. Los fragmentos, aunque a primera vista pudieran parecer inconexos, no lo son y hay un orden precisamente establecido. Como, de hecho, lo muestra el propio menú que está numerado. La estética es de lo más sencilla. Sin fotos, sin multimedia, con un tamaño de letra enorme para facilitar la lectura en pantalla, sin abalorios. Ocurre que es una buena historia. Bien contada. Que delinea bien la personalidad de los personajes. Con su fuerza centrada en las palabras. Aunque el hipertexto es parte sustancial de la misma podemos decir que casi pasa desapercibido una vez que empezamos a leer.
Al igual que en otras obras (como por ejemplo, Una contemporánea tragedia de Caldesa de F. Remírez, http://biblumliteraria.blogspot.com/2008/06/el-control-del-tiempo-en-la-literatura.html), Como el cielo los ojos permite la visión simultánea de varios personajes sobre un mismo hecho aunque en esta obra de Checa no existe un control del tiempo y el lector puede saltar del futuro al presente.
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