31/8/12

NYGames




El próximo día 5 de septiembre tendrá lugar el evento NYGAMES, un foro donde se analizará el futuro y las novedades del sector de los juegos, entre ellos los narrativos. Basado en conferencias simultáneas y paneles, se celebrará en el Museum of Jewish Heritage, en Battery Park. Entre los ponentes se anuncia la presencia de directivos y desarrolladores de PlayStation, SuperData, Reloaded Games, TAG, Electronic Arts, GameLab, 3D Vision o Arkadium entre otros. Eso sí, no es nada barato. 700 bucks

El programa completo de la jornada puede verse aquí.
 
 
 

30/8/12

Inmortalidad





21.2.2067
La humanidad ha dado el paso definitivo, el que puede decirse que la convierte en raza divina. Ayer, los tres laboratorios más prestigiosos del planeta, el I.S.F, el O.O.T.Y. y el A89T confirmaron lo que ya se sospechaba desde hace un par de años. Se ha encontrado la clave de la inmortalidad. Aunque los aspectos científicos del descubrimiento escapan a las posibilidades de esta nota de prensa, citaremos que la milagrosa oportunidad que se brinda a nuestra especie está sustentada en el hallazgo de que la actividad de la proteína QQ9oLYH puede ser regulada por el fármaco Ab8823 con cuya acción las células se regeneran de modo automático. La noticia ha eclipsado cualquier otro evento. Todos los medios de comunicación dedican al completo su tiempo o su espacio a este hecho revolucionario y fantástico. Las redes sociales hierven.
25.2.2067
Se ha creado con carácter urgente una nueva institución planetaria, a la que se han adherido y sometido todas las naciones de la tierra, que coordinará la investigación sobre el mecanismo de inmortalidad recientemente confirmado, la elaboración del fármaco Ab8823 que ha quedado nacionalizado y filtrar todas las noticias referentes al descubrimiento ya que se ha detectado que grupos de presión de dudosa filiación están promoviendo rumores infundados o científicamente incorrectos. La nueva institución recibe el nombre de OTIH, u Organización del Tratado de la Inmortalidad Humana.
3.3.2067
Varias empresas farmacéuticas interpusieron hoy, ante el Tribunal Mundial de Justicia, una demanda contra la OTIH al entender que la nacionalización del Ab8823 es ilegal, supone un atentado sobre la propiedad privada de los accionistas de las firmas y no compensa adecuadamente el ingente volumen de investigación realizado por los demandantes durante décadas. El juicio, según los expertos consultados, puede durar varias décadas dada la complejidad del asunto.
10.8.2068
Los laboratorios centrales planetarios para el desarrollo del Ab8823, bajo el auspicio y severo control de la OTIH, difundieron hoy un comunicado en el que señalaban que se comenzará a realizar ensayos clínicos amplios en unos dos años. Se está seleccionando una lista de cien mil ciudadanos a los que se les aplicará el tratamiento inmortal. La OTIH no ha facilitado más datos, afirmando que es aún pronto para dar más detalles.
1.9.2069
La filtración de que ya existen en el planeta un par de millones de individuos inmortales ha desatado disturbios en varias grandes capitales del mundo. Aunque, hasta ahora, se creía que la OTIH efectuaría ensayos amplios el próximo año, un informe robado por personas desconocidas en la sede central de la oficina en Nueva York, indica que desde hace muchos meses, personas con elevados ingresos económicos han venido comprando Ab8823 a varias empresas farmacéuticas que, sin informar al gobierno mundial, han continuado produciendo el medicamento mágico en laboratorios ocultos. La OTIH ha desmentido la noticia señalando que informaciones de este talante sólo buscan desestabilizar la sociedad y crear una inquietud que no se ajusta a la realidad. La OTIH ha afirmado que faltan muchos años para que la inmortalidad sea un bien de uso común financiado por los servicios médicos gubernamentales.
15.9.2069
En el marco de los violentos enfrentamientos que han tenido lugar frente a la sede del gobierno mundial en Londres, un portavoz de la recientemente creada AIPT, “Agrupación pro inmortalidad para todos”, señaló que es inmoral que se juegue con la vida y la esperanza de los diez mil millones de personas que pueblan el planeta. “El pueblo quiere ser inmortal y no podemos permitir que un bien así sea disfrutado sólo por unos pocos millonarios”. La policía ha dispersado con dureza a los varios cientos de miles de iracundos manifestantes que lanzaron cohetes y bolas de plasma concentrado sobre las patrullas. Se dice que hay dos mil detenidos y se ha amenazado con imponer la ley marcial. La OTIH continúa pidiendo calma y afirmando que, aparte del ensayo clínico ya previsto, todas las demás noticias son falsas y terroristas.
20.3.2070
El ministro de salud no supo qué contestar en la masiva conferencia de prensa que se vio obligado a dar hoy en Pekín. Ante varias decenas de millares de periodistas manifestó que el altercado de Nueva Delhi está siendo investigado y que no puede confirmar o denegar las noticias que llegan de aquella ciudad.
Como nuestros lectores saben, ayer un hombre atacó, en lo que se piensa era un simple robo común, al magnate de la aeronáutica, Sr. Abruptah. En el curso de la acción, el asaltante disparó a bocajarro una decena de balas explosivas a  la cabeza del millonario. Este recibió el impacto, mortal de necesidad, pero se recuperó a las pocas horas y ayer saludó sonriente, en compañía de su esposa y sus dos hijas, a los miembros del club de golf Marhala. Inmediatamente, los rumores se dispararon sobre la posibilidad- casi certeza, vistos los hechos- de que el Sr. Abruptah es una de las personas que ya se medica con el Ab8823 y que, fruto de ello, las balas no le han causado impacto dado que es inmortal. La evidencia es tan abrumadora que el ministro prefirió callar a negar lo que ya todo el mundo da por cierto.
22.3.2070
En casi todas las grandes ciudades del mundo se desataron hoy manifestaciones millonarias en las que el pueblo pide disfrutar de la inmortalidad. En Madrid, la marcha tuvo una longitud de dieciséis kilómetros y tardó en dispersarse siete horas. En París, la protesta acabó con un ataque al centro gubernamental de la rue de Mantres que terminó totalmente incendiado. Se rumorea que varias personas, altos funcionarios, quedaron atrapadas por las llamas pero se recuperaron en minutos de las gravísimas heridas sufridas debido, probablemente, a que también tienen acceso al Ab8823. En Sao Paulo, más de mil farmacias fueron asaltadas cuando la plebe buscaba frenéticamente el medicamento. La policía señaló que ninguna de ellas lo tenía en sus almacenes ya que se custodia únicamente en el centro de Palo Alto.
30.11.2070
Continúa la violencia en todo el mundo. En Roma se organizaron varios encuentros religiosos para orar por el regreso de la paz del mundo. En Sudáfrica, el premio Nobel de la Paz del año 2055 señaló que es inhumano, cruel y horrible el que parte de la humanidad guarde para sí el secreto de la inmortalidad mientras el resto muere continuamente. Abogó por que el tratamiento de inmortalidad sea universal y empiece a aplicarse inmediatamente de manera gratuita, sin aceptar que ni un solo ser humano muera ya. La señora Jurten, de la GERT, indicó que la fabricación del Ab8823 es muy costosa y lenta y que pasarán siglos antes de disponer de cantidades suficientes para medicar a toda la población. Señaló que es doloroso y parte el corazón saber que es preciso elegir quién se salva y quién se muere pero que no hay otra solución. En la conferencia, su oponente, el señor Hilgery afirmó que lo importante es asegurar que no se cree una aristocracia inmortal que acceda primero al fármaco sólo por disponer de medios económicos. Abogó por crear una lotería planetaria para definir el orden de suministro.
30.12.2079
La agencia de noticias mundial mostró hoy la última evaluación sobre la aplicación del tratamiento inmortal en la Tierra. De los diez mil millones de habitantes, apenas unos treinta millones han sido ya tratados. Por decisión del pasado año del gobierno planetario, un millón de ellos son policías y guardianes del orden. Esta decisión, que fue muy criticada, ha significado sin embargo un cierto restablecimiento de la paz social por cuanto que les es imposible a los asaltantes combatir a unos soldados inmortales que, dado que lo son, no tienen miedo a nada.
22.8.2089
La policía comunicó hoy que ha desmantelado una red de tráfico ilegal de Ab8823 que suministraba el fármaco sobre todo en Sudamérica y Australia. Hay un millar de detenidos y se han incautado unas seis toneladas de producto. Las autoridades advierten que el Ab8823 ilegal puede esta adulterado y no convertir del todo a una persona en inmortal. El sargento O’Higgins dijo “fíjese usted qué decepción si después de gastarse una fortuna en una dosis ilegal, resulta que sólo le duran los efectos un par de siglos”.
5.2.2095
La violencia continúa desatada en todo el planeta. La lucha a muerte- qué ironía decirlo así cuando ninguno de los bandos puede fallecer- entre las fuerzas del orden y las mafias organizadas, todos ellos inmortales, se ha expandido en el último mes hasta los últimos reductos de la superficie terrestre. Al saberse inmunes a la muerte, todos los bandos muestran una audacia y un valor infinitos. En cada batalla, mueren, eso sí, decenas de miles de inocentes, todos ellos pobres, que no han podido nunca acceder al Ab8823.
Con una crueldad y un sarcasmo repugnante, John Belono, del autodenominado Grupo pro Inmortalidad Selectiva ha dicho que estas contiendas están sirviendo para limpiar el mundo de inmundicia y que, en poco tiempo, no habrá más de mil millones de personas en el planeta, todos como dioses, que pugnarán por el dominio cósmico. Una guerra en el Olimpo, ha caricaturizado, que ganaremos nosotros.
10.10.2124
Con pesar, debemos cerrar nuestra agencia de noticias que durante un siglo ha venido informándoles. Las razones son múltiples. Por un lado, apenas quedamos una decena de trabajadores que no hemos podido acceder al Ab8823. Nuestra suerte está escrita y es cercana. Por otro, no hay mucho que contar. La historia como curso de acontecimientos ha terminado. Desde hace unos años, y ya para siempre, la Tierra se debatirá en una guerra que nadie puede ganar, en la que se destroza cada palmo de terreno y en la que nadie muere. Un ciclo sin fin. Un empate infinito que no les queremos ni debemos contar.
 
 

29/8/12

In Balance and Imbalance



 
In Balance and Imbalance de Nicholas Geist es un juego narrativo hipertextual que es la traducción a texto del juego Ico desarrollado por Fumito Ueda, ahora director de Play Station.
 
Se trata de un hipertexto en red que utiliza las técnicas de ficción interactiva. Así, en ocasiones, lo enlaces (desorienta un poco que el cursor no cambie al pasar sobre ellos, aunque están indicados con diferente color) desarrollan el texto mostrando nuevos párrafos de la historia. En otras ocasiones, el lector debe tomar decisiones al más puro estilo IF para lo que se muestran las opciones posibles en comboboxes.


En ciertos momentos, el texto toma la iniciativa volviéndose dinámico en función de lo que está ocurriendo en la trama y, en otros, la interactividad es gráfica y no textual.


A medida que avanzamos en la historia nos movemos a través de una serie de páginas web en red, cada una con su propio desarollo. En definitiva, una aventura conversacional interesante, bien presentada y que merece la pena leerse (o jugarse, según se mire).

27/8/12

When Ghosts Will Die



When Ghosts Will Die de Dene Grigar y Steve Gibson es una experiencia narrativa multimedia en tres dimensiones que utiliza un conjunto de sensores de movimiento para disparar un elaborado sistema de componentes multisensoriales (sonido, luz, vídeo, imágenes, etc) de modo que se activan o no en función de lo gestos y movimientos que haga el participante. Relata los riesgos de la energía nuclear y está basado en la obra Copenhagen de Michael Frayn.
 
 Evidentemente, se precisa de un espacio de actuación definido en el que se montan las pantallas y sensores. A medida que el usuario-espectador decide qué elementos virtuales tomar y usar, y realiza movimientos en el escenario que tiene asignado, se van disparando los diferentes elementos de la historia que se conjuntan de manera más o menos racional en función del propio espectador. Lo que implica, asimismo, que no hay dos performances iguales. Si llega el caso y la guerra nuclear comienza, uno se ve envuelto en imágenes de bombas estallando y el estruendo de los edificios derrumbándose por la explosión.
 
Técnicamente, es un sistema complejo que tiene por corazón el Gesture and Media System(GAMS) y un software especial de la firma APR.
 
When Ghosts Will Die se representó en varias ciudades en el año 2005.
 
Se puede descargar un vídeo de una sesión en este enlace pero tiene un tamaño de 125 megas por lo que se precisa bastante tiempo para descargalo.


   

26/8/12

En homenaje a Neil Armstrong. Yo lo viví.




Ayer falleció Neil Armstrong, el primer hombre que pisó la luna.
Yo lo viví. Era un niño entonces y lo viví con una emocíón que sólo los niños pueden sentir. Como homenaje, vuelvo a publicar un post que escribí hace unos años. Aún me veo a mí mismo frente a la tele en blanco y negro, Armstrong bajando la escalerilla, el corazón en ascuas.
Yo lo vívi. Y estoy orgulloso.





Aunque ahora muchos periódicos – por lo que se ve repletos de periodistas jóvenes que no vivieron el acontecimiento y que tiran de enciclopedia- hablan de que el hombre puso el pie en la luna el día 20, en España fue el día 21 debido a la diferencia horaria. Era de noche. Lo recuerdo bien. Yo era aún un chiquillo en pantalones cortos pero había ya mostrado mi interés por el cielo y, durante meses, había devorado todo lo que encontraba sobre el espacio y la carrera espacial. La única enciclopedia en tomos que teníamos en casa aún tiene las páginas más amarillentas en todos los artículos que tratan del espacio, tanta era la euforia con la que seguía yo todos los acontecimientos.

En Octubre del año 68, tres astronautas habían despegado en el Apolo 7 y orbitado unas cuantas veces el planeta. Con los ojos de hoy no parece gran cosa pero entonces el evento se acogió como una proeza, entre otras razones porque meses antes otros tres hombres se habían calcinado en un intento fallido. Y, poco después- era Nochebuena y yo puse una figurita de un cohete en el nacimiento que poníamos en la cocina- el mundo, y yo con él, quedó maravillado al ver la foto de la Tierra vista desde la órbita lunar. Por primera vez, apreciábamos nuestra casa. Azul, brillante, en cuarto creciente, volando a través de un cielo negro como el carbón. Creo que fue entonces cuando yo decidí que debía ser astronauta. Aunque, por entonces, también debatíamos sobre el nombre que debía darse a los exploradores espaciales. Astronautas los llamaban los americanos. Cosmonautas los soviéticos. Y la población – y yo- se decantaba entre una y otra denominación en función de la adscripción política. Franco vivía aún y llamar a Borman o a Armstrong cosmonautas nos parecía un pequeño e inocente desquite en nuestro casa.

No hacía mucho que habíamos podido, por fin, comprar una televisión y yo me quedaba maravillado con las imágenes en gris desvaído. Mis intereses pasaban de Locomotoro y el Capitán Tan al espacio con una velocidad inusitada. Era un aparato casi mágico, hecho a mano y comprado a un señor que se dedicaba a fabricar televisores en sus ratos libres a precios más económicos que los que ofrecían las marcas comerciales, con un estabilizador de tensión casi más grande que el propio monitor, no fuera a ser que el inestable voltaje de aquella época fundiera los circuitos. Recuerdo que, muchas veces, me quedaba embobado mirando por las ranuras de ventilación de la tapa trasera de cartón, cómo las válvulas de vacío se encendían y apagaban. También, fue por entonces cuando decidí que estudiaría electrónica aunque eso se me pasó pronto.

Era Navidad y, como regalo de Reyes, mis padres me compraron un Lunik de plástico chiquitito. Un juego con una caja preciosa adornada con fotos de la luna. Dentro, una placa que simulaba la superficie llena de cráteres del satélite con un pequeño botón de acero en el punto de llegada; el vehículo espacial ruso de grandotas ruedas con un pequeño imán; y unos garfios con los que se le colgaba para intentar alunizar justo en el lugar elegido, a pesar del bamboleo que el largo hilo provocaba y los empujones que mi hermano le daba para hacer fracasar la misión. Ni que decir tiene que, en un par de días, atinaba con el imán en el destino exacto con una precisión que ni la NASA podía conseguir. Si debía ser astronauta en el futuro – y estaba convencido de ello- debía saber manejar con maestría cualquier nave espacial.

La primavera de 1969 pasó entre un tumulto de sensaciones. El Apolo 9 probó el módulo lunar en órbita terrestre. Fue un vuelo más bien soso pero yo aproveché para hacer unos dibujos gigantescos del aparato y de los chismes que llevaba, o yo creía que llevaba, por dentro. El Apolo 10 repitió las pruebas pero ya en órbita lunar y llegó a bajar hasta pocos cientos de metros de la superficie. Yo casi sentía la frustración que aquellos astronautas sentirían por haber estado tan cerca pero no haber podido ser los primeros en aterrizar. La heroicidad no estaba destinada a ellos sino al siguiente Apolo. El 11.

Me aprendí de memoria todos los instrumentos que llevarían en la misión. Sabía cómo funcionaban y conocía sus nombres aunque como yo no sabía de inglés, los pronunciaba a mi estilo: tepasiveseismoexperimento, telunardusto y cosas por el estilo. Eso sí, dicho con un acento copiado de los actores de las películas que cada domingo veía en el cine del barrio.

Con cartulina, construí un Apolo tan alto casi como yo. Me llevó bastante tiempo porque curvar la cartulina parecía fácil pero no me acababa de quedar circular. Y las secciones cónicas que unían cada fase me dieron muchos quebraderos de cabeza. Mas finalmente, entre un olor a pegamento que asfixiaba, la nave cobró altura y dediqué muchas horas a correr por la casa con ella en la mano.

Julio se acercaba y yo compaginaba la playa con la lectura de revistas (incluso, me entró el gusto por ir a cortarme el pelo ya que en la peluquería había siempre algún impreso con noticias sobre el proyecto Apolo) y me hice una carpeta, de esas de anillas grandes, en las que iba coleccionando todo lo que podía obtener. Recortaba las fotos con cuidado, las pegaba sobre hojas en blanco y añadía unos textos describiendo lo que era aquello. Empecé, por entonces, a escribir mi propia enciclopedia del espacio que llegó a ocupar mi tiempo por varios años y de la que aún guardo mucho de ella entre los arrumbados trastos del camarote de arriba.

Era un pelma. Ahora lo sé. Machacaba a todos con mis historias sobre la carrera espacial y les contaba qué ocurriría, paso a paso. Mi abuela- santa paciencia la suya- me escuchaba con atención y jugaba a hacerse la escéptica. Nunca supe si realmente creía que el llegar a la luna era imposible o si, simplemente y probablemente, se divertía haciéndome rabiar. ¡Pero cómo no iba a ser posible llegar!, yo me indignaba. Y volvía a explicar, paso a paso, todas las maniobras previstas, el lanzamiento, el desacople de la última fase, el viaje de tres días, la bajada del módulo lunar mientras Collins vigilaba desde la órbita el que todo fuera bien, el alunizaje, la salida por primera vez en la historia al suelo de otro astro, los experimentos, el regreso, la reentrada. Me lo sabía todo y tan bien que, aún hoy tantos años después, lo sé recitar de carretilla. Pero mi abuela decía que no. Que no llegarían. Y se apostó cinco duros a que no llegaban. Apuesta que recogí con la total certeza de ganarla aunque no sabía cómo podría yo pagarle a ella las veinticinco pesetas si por un casual el vuelo se cancelaba. Esa cantidad, para mí, era una fortuna.

Cuando el Apolo XI despegó, un rumor se extendió entre los entendidos. Los rusos no estaban dispuestos a dejarse ganar la partida. Habían lanzado el Lunik 15 y su misión era llegar antes que los americanos a la luna, recoger muestras y traerlas de regreso antes que los astronautas lo hicieran. Si los soviets no podían ser los primeros en pisar el polvo lunar, sí lo serían en traerlo a la Tierra. Y es que, claro, ya se decía que ellos habían sido los primeros en mandar a un cosmonauta allá arriba y debían ser los primeros en traer rocas del espacio. Poco duró la expectación porque el Lunik fue efectivamente lanzado pero se estrelló sobre la superficie de nuestro satélite unos días después. Así pues, el interés quedó centrado exclusivamente en el Apolo XI.

Eran más o menos las 9 de la noche del día 20. Estábamos todos juntos ante al televisor. Realmente, se vio poca cosa. Una superficie de cráteres redondos que se asomaba a través de una ventanilla triangular. En el audio se confundían las voces reales en inglés de los astronautas con la efusiva transmisión en español del locutor. De pronto, todo se nubla. La pantalla queda casi blanca. Es el polvo que sale despedido por el flujo del motor al chocar contra la superficie, comenta el narrador. Ha alunizado en el mar de la Tranquilidad y se oyen aplausos. Es hora de ir a la cama. Es tarde. Pido, pido y pido –porfa, porfa, porfa- a mi padre que me levante cuando Armstrong vaya a salir. No se sabe muy bien a qué hora será pero sí que ocurrirá en plena noche. Me voy a la cama no muy convencido mientras veo sonreír a mis padres. El sueño me vence. Caigo dormido.

Alguien me sacude cariñosamente en el hombro. Es mi padre y son cómo las dos de la mañana. Me dice que el astronauta está a punto de salir. Mi hermano, más pequeño, duerme y no le despiertan. Me siento el rey de la casa. La televisión está encendida en la cocina. Me levanto en pijama. Es difícil ver qué ocurre porque los grises son tan grises que casi no hay contraste. Se ve una escalerilla y, abajo, un terreno polvoriento con pocas rocas. Una sombra indica que la portezuela se abre y se ve medio hombre en escafandra, grabado desde lo alto, descendiendo por la escalera. Me sé de memoria cómo es aquel zapato espacial, de qué material está hecho el traje blanco que reluce bajo un sol que ninguna atmósfera atempera. Armstrong baja y pisa. Se ve la huella. El primer paso de un humano en un astro diferente a la Tierra. Ahora sí que son astronautas de verdad. El locutor recita varias veces lo que el comandante acaba de decir: un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la Humanidad. No tengo sueño. Quiero ser astronauta, quiero ser astronauta. Ya lo he calculado. Dada mi edad, podré volar en el Apolo 53. Armstrong y Aldrin corretean por nuestro satélite, ponen una bandera rígida, hablan con el presidente.

Me obligan a ir a la cama. No quiero, pero finalmente mi madre y la emoción acumulada me vencen. Me duermo y sueño con planetas y cohetes. A la mañana siguiente me falta poco para reclamar mi triunfo a mi abuela pero ella, sabia, me dice que aún deben regresar. No me cabe ninguna duda de que lo harán. Sí, hay debates en la radio sobre si la nave acertará con el ángulo adecuado para amerizar a salvo. Si el ángulo es muy grande, el rozamiento excesivo incendiará la nave; si es muy bajo rebotará sobre el agua. Explico el fenómeno a todo el que quiera oírme, lanzando piedras planas sobre el agua y viendo cómo rebotan y caen muchos metros más allá. Pero, les digo, si ocurre ese desgraciado rebote sobre las capas altas de la atmósfera el Apolo XI no tendrá donde caer. Se perderá en el espacio. Habrá, además, unos minutos de ruptura de comunicaciones en los que el mundo deberá contener la respiración sin saber si la reentrada ha sido exitosa.

Afortunadamente, todo marcha bien. Amerizan sanos y salvos. Lo veo en directo. Casi me siento en el portaviones que espera en el océano, aplaudo cuando vemos abrirse los grandes paracaídas y creo saltar con los buceadores cuando desde los helicópteros se lanzan a por los héroes. Ahora sí, mi querida abuela me entrega mis cinco duros.



Entrada original.

The 12 Labors of the Internet User




The 12 Labors of the Internet User de Serge Bouchardon, en colaboración con un extenso grupo de artistas, es un juego/relato digital que equipara al usuario de Internet con Hércules y le hace pasar por doce pruebas. Este transcurrir a través de dichas pruebas sirve también para recorrer la mitologia de héroe griego. Así, la aparición sostenida y enojosa de ventanas pop-up cuando queremos concentrarnos en el trabajo se corresponde con la batalla de Hércules contra la hidra. Por cada cabeza que se corta, aparecen dos más. Por cada ventana de anuncios que cerramos, nos saltan dos más. Navegar por la red es, en ocasiones, un trabajo hérculeo que nos desgasta.
 
 
Las pantallas, programadas en Flash (con algunas partes en PHP para las comunicacones y emails), son elegantes y variadas, combinando correctamente la componente literaria con la lúdica. Los efectos sonoros son adecuados. Disponible en francés y en inglés en el enlace que se indica al inicio de esta entrada.


Cuando me duermo a tu lado





Cuando me duermo a tu lado, abrazado a tu cintura y a tu pecho, un sueño hermoso está asegurado y da lo mismo si hace frío o calor, si llueve o la calle es ruidosa, si tengo pocas o muchas horas de reposo por delante. Cuando me duermo sintiendo tus piernas enlazadas en las mías estoy protegido de pesadillas y de inquietudes. Cuando me duermo pensando en cómo es posible que mi cuerpo engarce tan precisamente con el tuyo, tanto que parece que nos hubieran delineado precisamente para eso, para formar un ser único bajo las sábanas, sé que hay lugares que a uno le pertenecen desde el inicio de los tiempos aunque jamás hubiera imaginado que pudiera haberlos. Tú eres mi lugar. Cerrar mis ojos en la noche mientras ya respiras tranquila a mi lado es mi regalo. Despertarme en lo oscuro para sentirte cerca y acariciarte mientras duermes, muy levemente, pronunciando tu nombre y un te quiero, basta para saber que el mundo está bien y que yo estoy bien. Cuando me abrazo a tu pecho en esos nuestros ratitos de sueño perezoso, me enamoro nuevamente, sorpresiva y renovadamente, de ti, de tu piel, de los sentimientos que me creas, del aroma de tu cabello, de tu modelo del mundo, de lo que me enseñas, de tu sonrisa, de esa expresión tan tuya que evoca tardes de guitarra y cajón, conversaciones en el porche y baladas en el CD. Cuando me duermo a tu lado, abrazado a tu cintura o con mis manos asidas a tus pechos, estoy dando gracias aunque tú no las escuches y siempre digas que no debo dártelas. Gracias por cómo me modelas, por devolverme a la vida, por regalarme la aventura de vivirte, porque tus ojos – bendita sea tu miopía- me ven como un campeón que no existe mas que en tu cariño, porque me gusta en quién me vas convirtiendo poquito a poco.
 
 

Perfume que huele a libro





Ante la irrupción de la lectura en pantalla, son muchas las personas que echan de menos los aspectos más subjetivos del libro de papel: el tacto, la sensación textil, el olor del libro.
 
Pues bien, para los muy fanáticos de estas sensaciones y que deseen seguir teniéndolas cuando lean en pantalla se ha puesto a la venta un perfume que huele a libro llamado Paper Passion, un aroma creado por Geza Schoen a partir de una idea de Karl Lagerfeld. El estuche esun libro hueco en el que se encaja el perfume y que va acompañado en el papel que queda con textos de Lagerfeld y Günter Grass.
 
Costando 85€ cada botellita, hay que estar muy desesperado para necesitarlo.



25/8/12

Hygiène de l’assassin


Hygiène de l’assassin (Albin Michel, 1992) de Amélie Nothomb es una novela corta escrita con una estructura un tanto teatral puesto que fundamentalmente es diálogo sin artificios colaterales de ningún tipo. La historia se narra a través del diálogo y la interacción del personaje principal, el desagradable escritor Tach (posiblemente inspirado en la figura del escritor real Louis-Ferdinand Céline), y los periodistas que van a entrevistarle una vez que se anuncia que, debido a una grave enfermedad, le quedan apenas dos meses de vida. La novela se divide en dos partes, dos actos, bien diferenciados. El primer acto es la creación ante el lector de la personalidad repulsiva, por avasalladora y por el gusto extremo de humillar, de Tach a través de sus encuentros con cuatro pobres periodistas. Un acto en el que Nohtomb construye un personaje a través de pura conversación y en donde dibuja la piscología de Tach con su machismo, su sexismo, su homofobia, su racismo, su egolatría, su sarcasmo, su mentalidad retrógrada en todos los aspectos. Un ser repugnante pero que, a la vez, se vuelve fascinante y adictivo porque en ocasiones nos vemos asintiendo a sus malvadas aseveraciones (aunque el recurrir a potenciar ese dibujo con la descripción de un físico desagradable es cuando menos políticamente incorrecto. Los gordos no tienen por qué ser el arquetipo del energúmeno). El segundo acto, de algo más de la mitad de la obra, es cuando el escritor se encuentra con la horma de su zapato, con la periodista Nina que es capaz de mantener el debate intelectual y de hacer frente a la crueldad dialéctica del otro. Un debate con el que, poco a poco, la arrogancia de Tach se derrumba, salen libres los remordimientos de un oscuro pasado y se le aparece, como en un espejo, la propia podredumbre.

No hay descripciones, no hay escenario apenas. La estructura se sustenta en el diálogo conciso, irónico, preciso en la elección de la palabra (demasiado para mí que he leído la novela en francés y he tenido que hacer un amplio uso del diccionario), cínico y descarnado en el debate donde cada contertulio busca herir al contrario con una sola palabra, en un boxeo intelectual que también abruma al lector porque cada frase, por extrema, revuelve el estómago.  Una historia, a mi modo de ver, un tanto desperdiciada por demasiado extremada, por el gusto de epatar, que deja atrás la exploración intelectual rigurosa del ser humano para recrearse en lo grotesco, que pasa del análisis sicológico a la pura diversión dialéctica donde es más interesante contestar de manera imaginativa que debatir profundamente. Los periodistas- excepto la heroína- parecen tontos y el escritor se excede en cada frase. Al final, un personaje como Tach, que al inicio es interesante, acaba siendo una caricatura. El interés de Nothomb por hurgar en las alcantarillas del corazón humano acaba por adentrarse en el absurdo, desperdiciando la ocasión de una reflexión más profunda sobre el bien y el mal. Un Tach menos extremado hubiera resultado mucho más inquietante.

23/8/12

From Ireland with Letters



From Ireland with Letters de Judy Malloy es una excelente muestra de literatura digital con varios planos narrativos. Cuenta la historia de una familia irlandesa residente en Estados Unidos cuyo primer antepasado llegó al continente como esclavo raptado de su hogar natal en Europa. Un relato basado en hechos reales aunque los personajes que los cuentan son ficticios. Se narran dos historias diferentes, la de Walter Power, el chico originalmente esclavizado por los soldados de Cromwell y la de Hiram Powers, un decendiente suyo, escultor de cierta fama. La primera es contada por Máire Powers, descendiente contemporánea que está haciendo un trabajo sobre la esclavitud mientras que la segunda lo es por Liam O'Brien que está escribiendo un ensayo sobre el escultor. Ambas personas no se conocen pero su trabajo acerca de la misma familia las llevaran a encontrarse.


La forma de leerlo es flexible y compleja. Por un lado, se puede avanzar en el relato accediendo a los enlaces que, muchas veces, están constituidos por el párrafo completo. Por otro, el lector puede ser pasivo y dejar que el texto vaya avanzando automáticamente cada cierto tiempo. Existen varias línea de lectura: la que cuenta Liam, la que cuenta Máire, la que muestra los documentos que sustentan la historia, aclaraciones sobre ciertos aspectos como si fueran pies de página. Todo ello va emergiendo de manera fraccionada, simulando el cómo las memorias y los pensmientos aparecen en nuestra mente a medida que vamos involucrándonos en una historia, de modo que finalmente con esta aparente fragmentación  se construye una imagen coherente y global.


22/8/12

Twine



Twine es una plataforma de desarrollo para poder generar historias hipertextuales de un modo gráfico. Tiene particular interés para crear ficción interactiva. Sobre la pantalla se puede ir creando un mapa de los diferentes párrafos o capítulos que compondrán el relato (con la complejidad que deseemos para cada uno de ellos) los cuales aparecen como pequeñas ventanas y posteriormente crearemos los enlaces, simplemente marcando las palabras o frases que queramos. Estos enlaces se muestran en el mapa de creación mediante líneas gráficas que los señalan. Cada bloque gráfico que se ve en pantalla puede ser editado con un editor de textos que el programa lleva incorporado.  Como se ha indicado anteriomente, puede aplicarse a la creación de IF ya que, además de enlaces, la aplicación permite añadir elecciones a un enlace de modo que, llegados a ese punto, el lector pueda escoger entre caminos alternativos. También permite enlaces a webs externas y formatear la salida HTML que produce. Twine puede descargarse desde este enlace.





21/8/12

Apocalypsis





Apocalypsis es una webnovela que adquirió cierta notoriedad en alemán a finales del año 2011 y que desde mayo de este año se está publicando, por capítulos semanales, también en inglés. Cada entrega llega en formato e-book, aplicación para Ipad y audiolibro. La primera entrega es gratis, para ir abriendo boca (puede descargarse aquí en alemán y aquí en inglés), y las siguientes son de pago. Se compone de doce capítulos de unas sesenta-setenta páginas de longitud cada uno, lo que a la postre crea un volumen total denso y largo. La novela es una historia de enigmas, muy a lo Código Da Vinci y del mismo valor literario que las de su clase. Cada página tiene enlaces a audios, fotografías y vídeos, algunos internos y otros en la web.

Quizá lo más interesante de esta novela es su gestación. Al contrario que en la publicación tradicional en la que un autor llama a la puerta de una editorial, en este caso la idea original partió de la editorial Bastei Lübbe (a través de su subsidiaria digital Bastei Entertainment)  que la concibió como digital desde el primer instante. Y fue la editorial la que se acercó a creadores (más que escritores, creadores) hasta dar con el escritor y guionista Mario Giordano que fue escribiendo la novela semanalmente en estrecha colaboración con un grupo de artistas y programadores a fin de asegurar que el conjunto multimedia fuera coherente. Asimiso, la editorial logró que durante bastantes semanas el libro fuese popular ya que las entregas iban manteniendo el interés. Finalmente, y también al contrario de lo habitual, se publicó en papel una vez que la ola de interés digital decreció.

La editorial prevé tambén publicar Apocalypsis en español y en chino.





20/8/12

El certificado


Las dos mujeres están cansadas. Una de ellas se llama Olga. La otra Irina. El viaje en furgoneta ha sido pesado y lento. En dos ocasiones les detuvieron patrullas de seguridad pero el guía, que a su vez hacía de conductor, bajó del vehículo, repartió cigarrillos a los soldados y charló con ellos metiéndoles un billete en el bolsillo de manera disimulada. La noche pasada llovió torrencialmente y el barro hizo que las ruedas patinaran en un recodo. Tuvieron que descender y empujar. Las dos mujeres miran cómo sus zapatos están sucios y ajados.

Se sientan a esperar su turno en un taburete, al lado del puesto de control. El amanecer está hermoso. Más allá de la ventana, hay jirones de algodón rosáceo volando de este a oeste y la brisa de la mañana mueve inquieta las frondas de las encinas. Al fondo, muy al fondo, se divisa un gran cartel azul con doce estrellas en círculo. La frontera. Si todo va bien, estarán en la Europa unida en una hora. Este es el último requisito, la última gestión a este lado del mundo. Luego, rezar para que el aduanero comunitario dé por válido el pasaporte.

Las dos mujeres son amigas desde pequeñas. Se cuentan todo. Bueno, todo no, porque Irina nunca le ha contado a Olga que se acuesta con Doilid. Y es que no sabe si le quiere o, simplemente, se deja seducir para apartar la soledad. Ella contará sus amoríos sólo cuando vaya a casarse.

Hay un hombretón esperando frente al mostrador. El policía le mira una vez más y le pregunta algo. Ellas no pueden oír las preguntas. Serán las habituales. Que por qué deja el país, que a dónde se dirige, que si ha pagado las tasas. Finalmente, el oficial sella el pasaporte del individuo con un sonoro golpeteo, como si quisiera estar seguro de que la tinta se adhiera para siempre al papel del documento. Toc, toc, toc. Tres golpes que hacen sonreír al hombre que ya marcha hacia el cartelón azul con estrellas en círculo.

Es su turno. Se levantan, se alisan un poco la falda y se dirigen al policía con aire sumiso. Es lo que el guía de la furgoneta les ha recomendado.

- Nada de hacerse el orgulloso- les ha dicho al despedirse- que se trata de pasar al otro lado, no de convencer al fulano del sello.

Entregan sus pasaportes. El hombre toma primeramente el de Olga. Pasa las hojas, una a una, lentamente. Si acaso hubiera sellos de muchos destinos, de países lejanos, aún podría entenderse este celo. Pero el pasaporte es nuevo, vacío. Ellas no alcanzan a comprender el procedimiento. Finalmente, retorna a la página donde está la fotografía, levanta el librito ante sus ojos y mira repetidamente, alternativamente a la foto y a la mujer, intentando discernir alguna diferencia, quién sabe qué enigma.

- ¿El certificado?- dice con voz hosca y fuerte.

Ella se lo presenta. Hay que pagar por salir del país, por obtener el sello acreditativo de que uno es digno de salir, de ser exportado.

Por el tiempo que transcurre se diría que el oficial ha leído seis veces el breve texto, sellado en cuatro lugares. Al fin, escucha el toc, toc, toc. El hombre devuelve el pasaporte a Olga y coge el de Irina. El procedimiento se repite. El policía levanta la fotografía y observa a Irina una y otra vez hasta cerciorarse de que la mujer que se encuentra ante él es la misma que la de la imagen. Luego, repasa las hojas vacías del pasaporte, quizá contándolas, quizá intentando ver algún rasguño que lo invalide, quizá sólo atemorizando a la mujer.

- ¿El certificado?- dice con voz hosca y fuerte.

Irina se lo da. Es igual al de su amiga. No debe haber problema con él. Pero el policía se demora. Se rasca la cabeza, vuelve a mirar a la mujer, vuelve a rascarse la cabeza.

- Un momento- dice.

Toma el teléfono que tiene en la mesa y marca tres o cuatro teclas. Espera. El volumen del altavoz debe estar al máximo porque se escucha el rinrineo tras las oreja del guardia. Tiene paciencia. No cuelga. Simplemente espera, sin quitar ojo de las dos mujeres. Finalmente, le contestan.

- Tengo un 0-7-1-2 – afirma lacónicamente.

Un cero, siete, uno, dos. Irina no sabe qué significa un cero, siete, uno, dos pero presume que es un problema. Suena tan de telefilm americano, tan impropio de su país. Un cero, siete, uno, dos.

- Aguardad ahí- dice con voz hosca y fuerte, mientras señala el taburete moviendo agitadamente su índice.

Las mujeres se sientan. No hablan. No hace falta. Irina está preguntando sin palabras, ¿Qué pasa? y Olga le está respondiendo, también en silencio, te dije que pagaras al tipo aquel.. Toman ambos documentos y los comparan. Son iguales. El texto es idéntico. Tan solo los sellos están en lugares diferentes pero eso debe ser puro azar. O quizá no.

Pasa una media hora cuando aparece un guardia con galones en las hombreras. Es un tipo delgado, con un bigotillo a lo Clark Gable bien recortado y algo de gomina en el pelo. Es feo, de facciones ahuesadas y piel lechosa, pero él debe tenerse por un galán.

- ¿Eres Irina? – pregunta, tuteándola como si la conociera de toda la vida.

- Sí – contesta ella sumisa tal como le ha recomendado el conductor de la furgoneta.

- Hay un problema con tu certificado. Ven conmigo. Esto llevará algún tiempo y el procedimiento indica que debes permanecer en la sala de registros.

- ¿Puedo acompañarla?- pregunta Olga mientras se levanta del taburete.

- Bueno, como quieras. Te vas a aburrir como un camello. Pero sólo hasta las tres. Luego, o cruzas la frontera o te vuelves para casa, que aquí no estamos para alojar gente.

Las dos mujeres siguen al hombre hasta la habitación. Cierran la puerta tras ellas y se escucha el chirrido de un pestillo. Parece un calabozo, no una sala. Hay tres o cuatro banquetas y una lámpara en el techo. Una ventana con una verja de hierro por la que entra un poco de aire. Las paredes parecen una biblioteca. A lo que se ve, son muchos los que han matado horas en aquella sala. “Nikolai, Febrero- 98”, “M.M., Junio-06”, “me cago en sus muertos. Anatoli”, “Que les jodan”, “Stova, Marzo”…

Las horas pasan lentamente cuando la incertidumbre asusta. Cada ruido en el exterior, cada paso que se escucha, cada conversación que se percibe, las altera. Hablan poco. Y Olga le vuelve a reprochar te dije que pagaras al tipo aquel. Y es que Olga pagó los dos billetes que le pedía aquel sinvergüenza por, aparentemente, no hacer nada cuando fueron a sellar los certificados. Para que queden bonitos lo sellos les había dicho con una sonrisa fea y desdentada. Irina le dijo que no, que el papel ya estaba en regla y el hombre dejó de enseñar sus dientes rotos, sus ojos se oscurecieron y aplicó los cuatro toc, toc, toc, toc. Pero, por alguna razón, los tocs de Irina no fueron los tocs de Olga.

El sol está muy arriba y un guarda abre la puerta. Trae dos bandejas de latón trapezoidales con huecos en los que hay algo de puré de patata y un guisote de carne. Deja, también, una botella de agua. Al menos, les dan de comer. Comen en silencio. Colocan las bandejas vacías en el suelo y vuelven a sentarse en el taburete.

- Te espero en la pensión. Ya tienes la dirección. Seguro que esto se arregla pronto. Te pedirán dinero. Lo tienes. Paga.

Se han quedado amodorradas, con la cabeza recostada contra la pared. Unas voces al otro lado de la puerta les sobresalta. Entra el primer guardia, el que revisó los pasaportes, el del cero, siete, uno, dos

- Son las tres. Tú, a la calle.- vocea, mirando a Olga.

Olga abraza a Irina. Le da dos besos y le recuerda que vaya a la pensión, le pide que esté tranquila, dice que rezará por ella. Toma la maleta y se dirige a la puerta. No mira al policía cuando pasa a su lado pero este le hace una radiografía completa de su trasero. Irina ve cómo se aleja por el pasillo. Mientras cierra la puerta, él permanece dentro, de pie, mirando a la muchacha. Se toma su tiempo. La delinea con sus ojos, con su mente.

- Podemos solucionar el problema con tu certificado – dice, con una leve sonrisa.

- Se lo agradecería mucho- contesta Irina.

- Pero, claro, eso cuesta algo. Ya sabes, hay que hacer gestiones.

- Pagaré, no se preocupe por eso- replica la mujer pensando en que será cosa de dos, tres, acaso cuatro billetes. Debía haber pagado antes, como Olga.

- Son papeleos complicados…- insiste el policía.

- ¿Doscientos? – insinúa Irina.

- No quiero dinero. Yo estaba pensando en otra cosa- contesta el hombre mientras se acerca a ella, como una araña se dirige hacia la mosca atrapada.

Irina comprende pero no hace nada. Está paralizada.

- Vamos, no te hagas la estrecha conmigo. Todas sois iguales. Lo sé bien. Aquí, muchos tiquis miquis pero luego, en cuanto pasáis la frontera, os echáis en manos de cualquiera que os pague una cena.

Irina se retira hacia atrás pero la pared le impide escapar. El hombre está ya a su lado y la toma por la cintura. Acerca su boca a la de ella.

- ¿Quieres esos putos papeles o no? – pregunta- No tengo todo el día.

La mujer está confusa. Jamás había pensado encontrarse en una situación así, jamás en prostituirse, le repele el tipejo. Pero, por otro lado, está en una situación desesperada y ella no es una mojigata. Le pasa por la mente que se trata de una prueba, de un trance que hay que pasar para alcanzar una vida mejor, un castigo que pasará rápido antes de tener el premio. Por un momento duda y piensa en ceder mientras aún forcejea con el hombre.

- Venga, putita. Lo vas a pasar bien y en una hora estás allá, con tu amiga. No me digas que no has follado antes…

Gira su cabeza para evitar que los labios del tipo se peguen a los suyos. El hombre la aprieta contra su pecho, la agarra con sus manos, la soba.

- Vamos, decídete- y le intenta subir la falda.

La puerta se abre de golpe. El guardia se echa hacia atrás instintivamente, con la expresión mudada de miedo. Se gira y ve al cabo, el Clark Gable aficionado, mirándole con ira. Balbucea unas palabras de disculpa que apenas son inteligibles. Sabe que le han cazado en plena faena, que eso tiene un castigo o, peor aún, una deuda que habrá de pagar con alto coste. El cabo, con sus galones brillantes en el hombro, no dice nada. No necesita decirlo. Luego arreglará cuentas. El guardia sale cabizbajo e Irina se siente aliviada. La puerta vuelve a cerrarse.

- Gracias – acierta a pronunciar Irina, mientras intenta arreglarse el pelo y calmarse.

El policía permanece de pie, tranquilo, mirándola. Enciende un cigarrillo y ofrece una calada a la chica. Irina lo rechaza. Él fuma por un rato, viendo cómo el humo grisáceo crea rizos y volutas ante la chica.

- He estudiado tu asunto- dice, al fin.

- ¿Y?

- Ya ha terminado la jornada de trabajo y por hoy ya poco podemos hacer. Me temo que deberás permanecer en esta sala hasta mañana. Hay un camastro que te traeremos. Pero mañana, si lo deseas, todo estará arreglado.

- ¿Podré marchar?- pregunta Irina.

- Es un caso difícil pero puedo ayudarte.

- ¿Qué hay de malo en mi certificado?

- Es muy complicado de explicar. Ya sabes, complejidades legales. No puedo aclarártelo en dos minutos.

- Puedo pagar, si es necesario.

- ¿Tienes mucho dinero? – se interesa el cabo.

- Puedo pagarle doscientos, trescientos… cuatrocientos incluso.

- Si llamamos a un abogado, te costará mucho más.

- No tengo mucho más.

- No te preocupes- sonríe el cabo- yo soy más barato y más rápido. Hay que saber elegir al que tiene la solución, no ceder ante cualquier guardia de mala muerte.

Irina comprende que no necesita el dinero. El hombre se está desabrochando la camisa.

Meograph





Meograph es un programa que permite crear de manera razonablemente sencilla, presentaciones narrativas interactivas y multimedias. Incorpora herramientas para combinar mapas (con mash-ups), vídeos, imágenes, textos y animaciones. Permite añadir enlaces de manera que pueden crearse historias hipertextuales o hiper-medias. Es de utilidad evidente para la tarea periodística.


19/8/12

Run





Run de Chris Whitman está a medio camino entre el cuento y el juego. La historia- el protagonista debe almacenar luz solar para poder permanecer posteriorment tres años sin luz- se desarrolla, como si fuera el terreno, a medida que jugamos con el relato al modo de los más antiguos juegos de arcade en los que había que avanzar por caminos de niveles saltando y avanzando. Si uno no es hábil en el juego, cae en la sima de las tinieblas y no puede seguir leyendo. Además, el juego obliga  a una cierta velocidad de lectura y comprensión del texto porque de otro modo el suelo se hunde bajo nuestros pies. En ciertos momentos, recuerda la estructura de maquetación de House of Leaves donde también el texto se va desarrollando horizontal y verticalmente.

Un interface sencillo pero suficiente. Tiene banda sonora. Además, el relato presenta una estructura hipertextual porque, en ciertos momentos, aparecen diverosos caminos de textos a diferentes niveles y es preciso elegir por dónde uno va. A medida que el juego/relato avanza, además, se intercambian pequeños juegos a modo de prueba.

La versión de prueba es jugable en red y se diferencia poco de la de pago.




18/8/12

Inquire




Inquire es un libro académico que combina un libro digitalizado de biología (en este caso el popular Campbell Biology ) con un pequeño sistema experto que sistematiza el contenido del libro en una base de datos de conocimiento que permite al lector efectuar preguntas que son respondidas por tal sistema experto. Evidentemente, no es el profesor casi humano que la publicidad indica pero sí es un avance respecto a los libros más tradicionales (digitales o no) ya que las preguntas más habituales son casi siempre las mismas.

Amén de esta base de conocimiento embebida en el sistema, la aplicación permite las habituales operaciones en este tipo de libros: ampliar las imágenes, enlaces, nomenclatura, explicación de palabras clave, tomar notas al margen, etc.

Es interesante ver este vídeo sobre cómo se crea la base de datos de conocimientos.

Ungrateful Bliss





Ungrateful Bliss es un blog narrativo en el que cuatro autores anónimos (o más, es algo que desconozco) van componiendo la narración en tiempo real, añadiendo capítulos cada ciertos días. Una especie de folletín por entregas, de novela radiofónica de toda la vida pero en pantalla. Cada autor escribe para un personaje, con sus características y su personalidad resultando, al final, una historia interactiva, cambiante, nunca acabada, imprevisible en cierta medida y que, aunque no tiene una calidad literaria elevada, sí aporta la idea innovadora de escritura colaborativa on-line/on-time.

Unos textos, por otro lado, inmersos en el mundo actual y que hacen uso de otras redes sociales como por ejemplo, cuando los personajes dejan fotos en una cuenta de Pinterest creada al efecto. O los podcast embebidos en ciertos enlaces, o las imágenes o lo enlaces a otras webs, algunas de ellas comerciales.



17/8/12

NVTS



NVTS de Alex Luna es un embrión de relato multiplataforma digital muy interesante y que podría llegar a ser muy complejo. Digo embrión porque es más el esbozo de una idea que un trabajo acabado. Se trata del boceto para un curso de literatura digital que nunca parece haberse completado.

En este trabajo se entremezclan webs falsas (como la de la falsa universidad de Orokubo), blogs ficitios creados por los personajes, servicios ficticios de microblogging, una red social, etc. Puede ser además colaborativo y está abierto a aportaciones (que, al parecer, nunca se han dado).

Una historia ambientada en un futuro no demasiado lejano donde impera el caos.

Como idea de combinar muchos elementos en red para completar un relato digital completo es interesante. Quizá alguien desarrolle de verdad una obra a partir de este boceto. En portugués.

Y según el contador , este es el post 1000 bajo la etiqueta de literatura digital en este blog.

16/8/12

Dakota española





Los trabajos de Chang, de Heavy Industries, se parecen como gotas de agua los unos a los otros. De hecho, parece como si sólo tuviese un algoritmo, un programa, que llena con diferentes textos. Es el caso, también, de Dakota española, un texto que se desarrolla en español (y esta es la novedad que hace que merezca un post) pero que no se diferencia estética y conceptualmente en nada de otros del mismo autor como por ejemplo, Rain on the Sea o
Cunninlingus in North Korea.

15/8/12

Ah.



Ah. de Emma Reel (Éditions du Seuil) es una novela digital con pleno sentido de la categoría. No es una obra digitalizada, es digital. Es la primera obra en lengua francesa que se presenta exclusivamente en formato electrónico. Y es que, realmente, no podría aparecer en otro formato. La novela tiene cinco páginas aparentes. La primera, una portada al estilo más tradicional. La segunda y tercera muestran sólo el título, autora, editorial y demás datos bibliográficos. ¿Dónde está, pues, la novela? En la página cuatro. Para empezar, Ah. elimina el concepto de páginas y toda la obra está en esa página cuatro de un modo nada evidente, fragmentado, escondido en los enlaces. Los textos se presentan animados y, en función de la interacción del usuario, nos llevan a unos u otros pasajes del texto. Existe, no obstante, un cierto orden ya que es el capítulo el que toma el relevo de unidad básica frente a la página. En realidad existe una linealidad subyacente (los capítulos son novelas cortas en sí mismas que fueron escritas en un orden) que el lector debe encontrar. La obra está preñada de hipertexto y elementos multimedia, como carruseles de imágenes o archivos de audio aunque siempre, siempre, es el texto el que prevalece.

Siendo un libro digital se permiten las típicas opciones de agrandar el tamaño de fuente, etc.

La última página nos permite tomar notas, opinar sobre el libro, etc.

La maquetación es bastante correcta aunque podría mejorarse ya que, por ejemplo, los márgenes casi no existen (en función también del zoom que se haga).


¿Y la narración? se trata de una historia de amor que se desarrolla a través de redes sociales, de e-mails intercambiados y blogs. Un estilo epistolar que describe con ironía las relaciones virtuales. Algún guiño original como ligar el enclace la la palabra éxtasis a un "error 404 (página no encontrada)".

Puede descargarse para la plataforma Ipad de la Itunes o bien desde Amazon para el Kindle.

Un excelente trabajo.


eBookCamp




Se anuncia que el próximo 3 de noviembre tendrá lugar en Hamburgo, Alemania, el eBookCamp correspondiente al año 2012, dedicado a analizar el estado del arte del libro electrónico. En este momento, se abre el plazo de presentación de ponencias para su aprobación por el comité de selección. Para aquellos interesados, el plazo vence el 15 de septiembre y las condiciones pueden leerse aquí. Claro, obviamente, todo en alemán.



12/8/12

El enredo de la bolsa y la vida



El enredo de la bolsa y la vida (Seix Barral, 2012) de Eduardo Mendoza es una novela satírica que continúa la saga de El misterio de la cripta embrujada, El laberinto de las aceitunas y La aventura del tocador de señoras con su loco detective lleno de humanidad e ironía, Ceferino. Una historia divertida, de serie negra atípica, cargada de esperpento y crítica con la sociedad en que vivimos, ambientada en la Barcelona más actual y con el escenario de fondo de la crisis económica que nos rodea. Es un libro que se lee fácil, de corrido, ameno, hilarante a ratos, mordaz, con un lenguaje sencillo, cargado de humor, con una enorme tendencia a los estereotipos (el retrato de la familia china es excesivamente estereotipado en cualquier caso, aunque resulte divertidísimo por momentos. Pero este tirar de estereotipos y exacerbarlos es quizá lo más discutible de la novela aunque logre la risa fácil), construyendo un mundo disparatado y absurdo que, sin embargo, se parece tanto al real que por un lado, nos atrapa en su verosimilitud y, por otro, nos hace ver lo más ridículo de los estamentos de la sociedad y sus instituciones, la mezquindad generalizada, de su cinismo. Un libro de verano, entretenido.




11/8/12

Almost Good Bye



Almost Good Bye, creado por Aaron A. Reed este mismo año, es un muy interesante relato de narrativa interactiva, una historia de ciencia ficción atractiva (un científico que deja la Tierra para siempre en su viaje al espacio, lo que genera el adios que da nombre a la obra), fragmentada, imprevisible, que necesita de la participación activa del usuario para su desarrollo. Pero, además, es un ingenioso experimento de cómo combinar un esqueleto narrativo fijo creado por el autor con un generador automático de contenido - procedural content generation (PCG)- que se integre de manera razonable en el contexto. Así, en vez de tener que codificar pacientemente todos los caminos posibles (lo que por otra parte, obligaría a que el relato fuese determinista), es la computadora la que va creando algunas ramificaciones que, además, pueden ser aleatorias. No es un trabajo fácil ya que aunque las técnicas PCG han dado buenos resultados en la creación de juegos, su uso en la narrativa literaria no ofrece creaciones de calidad sino, más bien, una galimatías abstracto.

Y, precisamente, esta obra de Reed es una contribución significativa a la búsqueda de esta imbricación entre la calidad del texto humano y la del generado automáticamente. Lo que Almost Goodbye quiere analizar es cuál es la cantidad mínima de contenido generado que afecte a la historia de manera no trivial pero que, a su vez, no derrumbe la calidad inicial del texto creado por el autor humano. Idealmente, que ese texto computerizado tenga la misma calidad que el humano. No pretende generar una historia completa de calidad partiendo de cero (algo imposible de lograr con la técnica actual) sino crear el mínimo conjunto posible de frases para modificar la historia de forma interesante sin perder calidad. La estrategia de Reed es generar frases satélite que se van integrando de manera esporádica (y esto en mi opinión es importante, lograr que la proporción de frases no humanas sea siempre pequeña respecto a las humanas para que la calidad no se vea sensiblemente perjudicada) que van matizando la narración previa, dándole color o añadiendo conversaciones que sólo son posibles en función de lo que ha ocurrido anteriormente en la interacción. Estas frases pueden señalarse en color para que el lector sea consciente de qué es lo que la computadora genera por sí misma. El generador se basa en una codificación de gramáticas que utiliza los textos originales del autor pero que son modificados por las decisiones del lector en los pasos anteriores y las restricciones del párrafo que se está leyendo.

Programado en javascript y Undum. Un trabajo interesante, tanto como relato, como por las habilidades técnicas y conceptuales que experimenta. Existen algunas superposiciones entre textos no resueltas que deberían corregirse.

Es interesante leer este artículo técnico del propio autor sobre los aspectos técnicos.





10/8/12

International Conference on Electronic Literature and Virtual Art



El Instituto Franklin y la Universidad de Alcalá de Henares han organizado para los próximos días 4, 5 y 6 de octubre, en Alcalá de Henares, la primera Conferencia Internacional sobre Literatura electrónica y Artes visuales. El plazo para registrarse y poder atender a la misma termina el próximo día 1 de septiembre. Las ponencias se impartirán en castellano e inglés, siendo esta última la lengua principal. No habrá traducción.

El evento se conforma como un espacio donde expertos e interesados podrán debatir y compartir conceptos sobre e-poetry, ciberdrama, literatura digital, narrativa digital o artes visuales entre otros. Se organiza bajo el lema A humanist enquiry into the digital field .

El registro puede efectuarse en este enlace.