28/2/14

En la librería





Era demasiado tímido para abordarla. Además, ¿Qué iba a decirle? ¿Qué la había visto una tarde en el autobús y se había enamorado como un chiquillo? Con suerte, le tomaría por un chiflado y, sin fortuna, llamaría a un guardia y lo denunciaría por acoso. Por otro lado, siempre había sido un gran tímido y el sólo pensamiento de imaginar acercarse a ella y entablar conversación con algún tema anodino le encogía el estómago. Esas cosas pueden hacerse cuando uno tiene veinte años pero no a los cincuenta. ¿Cómo decirle a alguien que tienes el alma alborotada de amor? ¿Cómo explicar, sin que a uno lo encierren en un manicomio, que tareas anodinas y baladís un día - comer, respirar, dormir, descansar, escuchar la radio- se convierten en odiseas titánicas al siguiente si la persona deseada no está cerca?
Cinco semanas ya. Cinco semanas de un dulce desasosiego. Afortunadamente, nadie imaginaba lo que su corazón sentía, nadie sabía de su pulso agitado, de las noches medio en vela creando sueños incumplibles en el que se veía junto a ella en el cine, o cenando, o besándola. Castillos en el aire, el cuento de la lechera, una estupidez.
Casi todas las tardes la seguía, asegurándose muy mucho de que ella no se daba cuenta de que lo hacía. La línea entre la admiración y la molestia es muy tenue, sobre todo para el molestado. Luego, cuando ella se iba a su casa, él se encerraba en la suya, sin apetito, deseando que llegara el día siguiente, escribiendo en un pequeño diario que se había comprado lo que había visto, lo que había sentido, el cómo la veía.
Debía trabajar en un banco porque todas las tardes, a las cuatro y media, salía de la sucursal en la calle San Marcial. Algunos días tomaba el autobús- la línea 27, donde la conoció una tarde en que llovía a cántaros- pero por lo general paseaba, bien directamente hacia su casa o deteniéndose en algunas tiendas. Era elegante, de eso no había duda. Hermosa, también. Para él, la más bella del mundo. Inteligente, lo parecía y además en aquellas cinco semanas había entrado al menos ocho o nueve en la librería de la Avenida y había estado allá hojeando novelas y poemarios, sin percatarse de que él se colocaba muy cerca y tomaba un libro para disimular, como si lo hojeara, mirándola cuando se despistaba, admirándola. En varias ocasiones, su admirada mujer había comprado un libro.
Aquella tarde, como cada tarde, esperó a que saliera del trabajo. El tiempo era desapacible y amenazaba lluvia. Ella, sin embargo, no cogió el autobús sino que se dirigió a la librería, una de esos establecimientos enormes, con varios pisos, y en donde uno puede elegir una obra y sentarse a leer algunas páginas siempre que se pague un café a precio de oro. La vio recorrer las estanterías de novedades con cierta indiferencia para detenerse, finalmente, frente al expositor de poesía. Revisó con lentitud los lomos de cada volumen, leyendo los títulos. Algunos los tocó con su dedo índice. En otros, inclinó la cabeza para leer mejor las palabras. Él la seguía de cerca, cogiendo al azar algún libro y pasando sus páginas para despistar. Por fin, ella tomó un ejemplar y se dirigió a la zona de lectura. Se acercó a la barra y pidió un descafeinado con leche. Cuatro euros.
Entonces se le ocurrió la idea.
Eligió un libro con cuidado- debía servirle para su propósito-, pidió otro descafeinado, abonó el precio y se sentó disimuladamente junto a ella. Podía haberle preguntado si el sitio estaba libre, aprovechar la ocasión para comentar alguna banalidad, entablar conversación, lo habitual - ¿vienes mucho por aquí?, ¿te gusta Neruda? ¿te he visto ya antes?- pero simplemente se sentó sin decir nada y ella ni le miró.
Durante varios minutos, pergeñó su idea. Pasó las páginas con rapidez hasta que encontró lo que buscaba. Acercó la taza de café al bordillo de la mesa porque así era necesario para lo que pretendía.
Ella continuaba absorta leyendo el libro que había cogido. Un poemario de Dámaso Alonso, Gozos de la vista. Él dejó su propio texto sobre la mesa, abierto exactamente por dónde él deseaba y, con un gesto brusco, hizo que la taza de café volcara y vertiera el contenido sobre su pantalón. Fingió sorprenderse y ella le miró. Él sonrió y se levantó despacio, mirando la mancha. Ella le observaba entre asombrada y divertida.
-        Lo siento mucho. Me parece que tengo que ir a cambiarme- sonrió a su vez, mientras ella asentía con cara amable.
Se dirigió con rapidez hacia la salida, muerto de vergüenza pero feliz de haberlo hecho. Se detuvo y se ocultó tras una de las columnas. La espió desde lo lejos. Ella había dejado su taza en una esquina y con una servilleta había secado el café derramado. Tomó el libro que él había cuidadosamente abierto antes de marcharse. Petrarca, su cancionero, el soneto 134. Vio que lo leía despacio, saboreando cada palabra mientras él la observaba henchido de ansias y rezando a Dios que entendiera, su corazón a punto de salírsele por el pecho.
Cuando finalizó, ella alzó la mirada y sus ojos buscaron la salida de la librería mientras su cara hermosa se iluminaba con una sonrisa. 



Paz no tengo, ni puedo hacer la guerra
y espero, y temo, y ardo estando helado;
vuelo hasta el cielo aunque estoy en tierra
y sin cuerdas el mundo he abrazado.
Quien me tiene en prisión, ni abre ni cierra,
no me retiene y nunca me ha soltado,
no me somete y nunca me deshierra,
no me quiere con vida ni enterrado.
Veo sin ojos y sin lengua clamo,
quiero morir y ruego por mi suerte
y a mí me odio como a otros amo.
Me alimenta el dolor, llorando río,
lo mismo me parecen vida y muerte.
Así estoy sólo por ti, amor mío.


 

27/2/14

La Babel de los formatos para libros electrónicos




En varias entradas de este blog hemos comentado la necesidad de estandarizar los formatos electrónicos para que los contenidos puedan ser transportables de manera sencilla entre dispositivos. La proliferación de formatos distintos no tiene sentido y se debe, sobre todo, a razones comerciales que buscan crear ecosistemas cerrados en los que atrapar a los usuarios y a los lectores. Cierto es que existen herramientas para traducir contenidos de un formato a otro pero estas, amén de obligar a un trabajo innecesario y cansino si hay que convertir muchos documentos, siempre presentan deficiencias que hacen que la visualización, finalmente, no sea de alta calidad.
 
La creación de estos contendientes se basan en tomar sólo un subconjunto de todas las características posibles (lo que permite el mensaje de marketing de "especializado en....") o bien, directamente, desarrollar esas características de modo distinto e incompatible.
 
En contra de la lógica técnica, los fabricantes siguen obcecados en crear nuevos y nuevos formatos de modo que, hoy en día, estamos ya inmersos en una torre de Babel digital que, como la bíblica, sólo puede acabar mal.
 
Un breve recorrido por sólo parte de la jungla de formatos y siglas:
 
  • TXT: texto plano en ASCII sin ninguna posibilidad de formatear el contenido por lo que es casi inútil para mostrar literatura o libros electrónicos. Sin embargo, es un recurso inestimable cuando queremos librarnos de todos esos códigos escondidos en un texto que lo hacen ilegible o impresentable en otro sistemas. Se pasa primero a TXT y se empieza de cero con el formato, un gran trabajo, pero al menos tenemos el texto intacto.
  • Doc: el formato más tradicional de un documento en Word de Microsoft. En general, no se visualiza correctamente en un e-reader excepto con ciertas condiciones muy controladas de fuentes, escala y paginación.
  • Docx: el formato de las últimas versiones de Word. En general, no se visualiza correctamente en un e-reader excepto con ciertas condiciones muy controladas de fuentes, escala y paginación.
  • RTF: Formato de texto enriquecido de Microsoft que se visualiza correctamente en procesadores de texto bajo Windows pero no así en otros sistemas y tampoco en e-readers.
  • PDF: Creado por Adobe, es un formato destinado especialmente a la impresión, a que la página impresa aparezca bien presentada y con alta calidad. Ya desde esta idea se puede ver que no es el formato ideal para un libro electrónico en el que no hay páginas sino que texto fluye y se reacomoda en función del zoom, el tamaño de letra y el tamaño de la pantalla. Aún así, casi todos los lectores manejan documentos PDF aunque el resultado puede ser muy malo.
  • HTML: el lenguaje propio de la web. La ventaja es que- en el set básico de instrucciones- todos los dispositivos y navegadores pueden leerlo y presentarlo. Las desventajas son que muchas veces hay instrucciones propietarias que no leen otros sistemas (instrucciones que Internet Explorer, por ejemplo, entiende pero que no lo hacen Safari o Chrome, o viceversa), que la maquetación es muy limitada y que los recursos (fotos, etc) no están incluidos en el mismo archivo.
  • MHT: un HTML que contiene los recursos en un único fichero.
  • CHM: un HTML compilado que permite enlazar varios ficheros HTML en uno sólo. Propio de Microsoft.
  • Ibook: el formato propio de Apple para los libros creados con el Ibooks Autor. Funciona únicamente con OS. Tiene funcionalidades de creación y maquetación de e-books bastante completas, incluyendo interactividad y capacidad de crear contenido enriquecido.
  • Mobi: es el formato utilizado por el Kindle de Amazon y es propio de esa empresa y de sus lectores. Es un formato pensado para leer en e-readers.
  • Mobipocket: =mobi.
  • Pcr: otro formato de Amazon que se utiliza cuando el contenido va protegido con DRM. Si el DRM es distinto del propio de Amazon, el contenido en pcr no puede ser leído ni por el Kindle, es decir hay barreras incluso dentro del mismo ecosistema.
  • Azw: otro de Amazon, también con DRM en general.
  • Topaz: otro formato de Amazon que viene a ser un PDF con capacidad de escalado según la pantalla.
  • Azw3: es un Azw mejorado para permitir la inclusión de elementos multimedia.
  • ePub: creado para ser un estándar multiplataforma, no lo es porque el Kindle no lo lee deliberadamente. Se trata de un formato bien diseñado, adaptado a la lectura de textos en diversas plataformas, y con muchas capacidades aunque no siempre fácil de programar para que el contenido se visualice con calidad.
  • ePub3: la nueva versión mejorada del ePub que permite sincronización de audio y texto, capacidades multimedia, contenidos enriquecidos, anotaciones, etc. Sigue aspirando a ser el estándar mundial y es leído por casi todos los dispositivos. Pero la excepción de Kindle- que tiene una importante cuota de mercado- hace que este estándar sea muy débil y presente muchas dudas de permanencia a largo plazo. Lo natural es que apareciese algún otro formato que uniera lo mejor de mobi y lo mejor de ePub3.
  • FB2: Fictionbook es un formato abierto, creado en Rusia, que a priori facilita su uso en muchas plataformas y su desarrollo por cualquier programador. Diseñado para su uso en e-readers. No acepta DRM lo que hace que las editoriales lo eviten y sea poco utilizado.
  • CBA: un formato diseñado para manejar libros con muchas imágenes, motivo por el cual es ampliamente usado para visualizar cómics.
  • CBZ: un CBA comprimido en ZIP.
  • CBR: un CBA comprimido en RAR.
  • DBT: llamado Daisy es un formato pensado para almacenar audiolibros.
  • Djvu: Dejavu es una alternativa al PDF que no ha tenido mucha difusión.
  • PML: creado por Palm Reader para sus dispositivos.
  • LRF: formato de Sony para sus primeros lectores que ha quedado obsoleto y ya no es soportado por la firma japonesa pero con el que aún hay muchos contenidos circulando por el mundo.
  • LIT: formato del Microsoft Reader que va cayendo en desuso.
  • Daisy: un formato soportado y promovido por el Daisy Consortium y con ciertas capacidades para personas con discapacidades lecto-escritoras que se espera converja con ePub en un futuro.
  • AEH: formato promovido por la firma francesa Archos Diffusion con un DRM propio.
  • IEC62448: un estándar creado por la IEC.
  • PKG: también conocido como Apple Newton, permite unir varios libros en uno y funciona con sistemas Newton. Tiene  muchas capacidades pero su ecosistema es limitado.
  • PS: PostScript, un lenguaje de descripción de página.
  • OXPS: Open XML Paper Specification.

¿Quién da más?


26/2/14

Mapas tipográficos




Axis Maps crea mapas a base de combinar miles y miles de letras de diferentes tamaños y tipografías. Estos mapas tipográficos tienen una precisión notable y, a pesar de que no contienen gráficos, su representación es totalmente fiable. Son trabajos que requieren un importante esfuerzo de creación porque se realizan a mano, no mediante ordenadores. Esto supone un importante esfuerzo pero también una precisión y un gusto artístico mayores.
 
Las letras, las palabras, las frases, puestas al servicio de la geografía y la cartografía. Los mapas pueden adquirirse en la web de la firma.
 

25/2/14

Nuevo intento de imprimir la Wikipedia




PediaPress, una start-up alemana, ha presentado su proyecto Indiegogo para imprimir la Wikipedia, estando de momento en fase de lograr financiación por medio del crowdfunding. El objetivo inicial es conseguir 50.000 dólares (de momento, llevan muy poco acumulado) para imprimir la Wiki completa en inglés. Se estima que -con una fuente de pequeño tamaño- el contenido podría encajar en 1000 tomos de  unas 1200 páginas cada uno. La paginación será continua a lo largo de los volúmenes, de modo que se llegará a la página 1.200.000.
 
Se puede entender el enorme volumen de información que ya existe acumulado en la Wikipedia y del ahorro en papel que la digitalización de las enciclopedias supone. De hecho, ya apenas se venden enciclopedias y no hace mucho, la propia Encyclopedia Britannica anunció que no seguiría imprimiendo y vendiendo la misma tras 244 años de historia, manteniendo solamente la versión digital.
 
Se trata de un experimento ya que PediaPress no tiene el objetivo de vender el resultado de la impresión sino de presentar el trabajo en la próxima Wikimania 2014 que se celebrará en Londres en agosto de este año.
 
 
 
 
 

24/2/14

Itahisa




Itahisa (Erein, 2013), de Toti Martínez de Lezea es una novela de amor, tanto del amor idealizado y desmesurado por la amada muerta como del afecto real y cercano que acaba sobreponiéndose al utópico que ya quedó atrás. Con todo, siempre amor romántico, amor que perdura más allá de la muerte o que vence cualquier dificultad, amor idealizado, dulce incluso en la tragedia, inmune a las rutinas. Se trata de una narración bien hilada, que une dos mundos alejados- el vasco y el canario de 1800-, una historia contada en dos tiempos paralelos (una escrita con una fuente convencional – la de Julián e Inexa- y la otra con la fuente en cursiva- la de Julián e Itahisa-) , cada una con su intriga, que finalmente convergen el final. Dos historias que se engarzan la una con la otra de manera natural, utilizando hechos o elementos de una para saltar a la otra sin solución de continuidad.
 
Una novela que se lee de corrido, entretenida, que mantiene un ritmo constante, que asegura el interés a pesar de saberse cuál es el final muy prontamente, sencilla pero bien escrita. Afortunadas descripciones del provincianismo de las ciudades – y del cotilleo generalizado- y de la vida rural en el campo, dos mundos cercanos pero aparte. Puede decirse que costumbrista. Algo maniquea en los personajes, sabiéndose siempre que el bien y el amor van a  triunfar. Utópica al ensalzar la vida rural y bucólica. No pretende moralizar ni hacer reflexionar, tan sólo interesar contando una historia de las de toda la vida con oficio.

Siendo habitual en las novelas de Lezea su análisis histórico, esto no ocurre en este trabajo donde los años en que los hechos ocurren permitían haber profundizado en la influencia de la Francia revolucionaria y napoleónica en Europa.

 

 

I love you





I love you, de Leo Masucci, es una carta de amor en la que sólo pone "te amo" en muchos idiomas y en tipografías, colores y posicionamientos dinámicos. El lector puede ejercer un ligero control de la presentación que se limita a poder hacer girar la nube de frases hacia uno u otro lado y a intentar un ligero zoom. Está programado en Flash.
 
 
 
 

23/2/14

¿Son los Phablets los nuevos lectores?



Se denominan Phablets a esos aparatos - mitad teléfonos, mitad tableta- que se están popularizando especialmente en los mercados asiáticos. Aunque, como teléfono, son realmente incómodos su pantalla de más de 5.5" (pero menor que 7") los hace mucho más amigables para leer, chatear, correr aplicaciones, etc. que los Smartphone convencionales. Amén de que parecen ser cool en Japón, China y otros países en estos días. El año pasado se vendieron 20 millones de estos dispositivos lo que es una cifra nada desdeñable. Algunos analistas (ver para creer) aventuran que podrían llegarse a vender 150 millones en el año 2020. Aunque la oferta es amplia en estos momentos y hay muchos desarrollos en camino, lo cierto es que en algún momento las tabletas podrán incorporar el teléfono (con algún dispositivo o auricular inalámbrico y sin interferencias que evite tener que colocarse el mamotreto en la oreja) y ambos nichos se solaparán en uno sólo.
 
En varias ocasiones en Biblumliteraria hemos indicado que un teléfono móvil con su pequeña pantalla no es un aparato "humano" para leer. No es sensato estar leyendo en un diminuto monitor con muy pocas palabras cada vez y sin posibilidad real de respetar cualquier maquetación, especialmente cuando hay gráficos en el libro. Es cierto que los teléfonos se utilizan para leer - y mucho más también en Asia, en esos tediosos y largos desplazamientos en metro- pero las personas que realmente aman la lectura se pasan a la tableta o al e-reader directamente.
 
El mayor tamaño del Phablet respecto al Smartphone permite instalar baterías más grandes y, por tanto, más duraderas lo que, al menos, evita el eterno problema de los móviles que se descargan tan rápido.
 
¿Pueden ser las Phablets una alternativa real a la lectura de contenidos electrónicos? Mi opinión es que no aunque, sin duda, mejor es tener una pantalla de 5.6" (o de 6.1" como en el último modelo de Huawei) que una de 4". Pero sigue siendo pequeña para una lectura natural y descansada, y sigue siendo una pantalla de emisión que cansa la vista tras cierto tiempo de lectura. Además, no sé cuánto durará la necesidad de tener un teléfono en un dispositivo especializado porque el futuro podrá traernos los ya en desarrollo relojes inteligentes (smartwatch) que incorporarán la función telefónica en ellos.
 
 





El bosque es grande y profundo




El bosque es grande y profundo (Caballo de Troya, 2013), de Manuel Darriba es una recreación del cuento de Hansel y Gretel, ambientado ahora en un futuro planeta destrozado tras una gran guerra mundial. Los supervivientes huyen hacen un bosque en donde reina la ley del más fuerte y lo despiadado, un bosque que es madrastra cruel de los hijos que cobija en su seno. Darriba, en su historia, mantiene los nombres del cuento original, siendo Hans el viajero que asiste a la degradación de la moral humana a la par que se degrada el mundo y sociedad;  y Gretel, su hermana, una asustada niña que vive escondida junto a su profesora de piano en un sótano. Un viaje físico que es la metáfora de un viaje a la decrepitud, al hundimiento y degradación de la civilización y la razón (con guiños también a En el corazón de las tinieblas). La novela se estructura en dos relatos que se engarzan el uno con el otro. En el primero, Hansel se interna en el bosque donde halla a seres humanos que ya no lo son, que han perdido su conciencia y su ética, en un entorno desolado, rural, primitivo, de trabajo manual duro y repleto de miseria. Un bosque donde se han reproducido las estructuras jerárquicas más atrasadas. En el segundo relato, Hansel llega a la ciudad que el bosque esconde, un lugar esquizofrénico en el que hay que esconderse y en el que la tarea más cotidiana puede significar la muerte, una urbe comunal y despiadada, donde sólo sobrevivir importa. Finalmente, el libro termina con una figurada entrevista a Hans y una conclusión.
 
Una visión pesimista de la naturaleza por cuanto que el regreso a ella tras el colapso de la civilización, implica también la deshumanización y la vuelta a la amoralidad del más fuerte y la lucha por la supervivencia. Es un trabajo breve, de prosa y conceptos duros – quizá, excesivamente, pareciendo que el autor se recrea en buscar las heces del mundo por el sólo hecho de hacerlo, por experimentar, en donde deliberadamente se asume una humanidad incapaz de resistir a la barbarie y conservar su propia fortaleza ética -, forzadamente apocalíptica. Texto sin adornos, de párrafos muy cortos, un continuo de instantes e impresiones, que se excede en describir la fealdad y lo horrendo porque ello se convierte en fin en vez de en medio, con diálogos en ocasiones absurdos, en tercera persona (en la primera parte) y primera persona en la segunda.  
 
La novela fue también publicada en gallego.
 

22/2/14

Requiem 2019





Réquiem 2019, de Sil van del Woer, es un precioso vídeo, lírico y metafórico que nos cuenta la posible extinción de las ballenas en el año 2019. Un trabajo lleno de delicadeza y estilo artístico con imágenes de un imposible e hipotético encuentro entre el animal y el hombre. Un modo original e impactante de llamar la atención sobre el extremo peligro que corren las ballenas.

21/2/14

Al final del día





 
-       ¡Enhorabuena!- dijo Coro al otro lado del auricular – lo mereces.
-        Sí, ha sido un subidón- contestó Lidia-, me ha dado las gracias delante de todos, no veas.
-        ¡Que lo mereces, chica, que sí! – reafirmó Coro.
-        Suerte, algo de suerte también.
-        ¿Entonces, lo celebraremos el viernes?
-       ¡Júralo! ¡Vamos a reventar la ciudad! – la voz de Lidia era cantarina, como si aún fuera una adolescente.
-       Ya he quedado con Merche y Julia. Cena en el Florencia y luego copichuelas en Buhos. Quedamos hacia las siete sin hora de finalización.
-        Me dais miedo – rio.
-        Quizá llamemos a Miguel y sus amigos. Están locos. – Lidia alargo la primera o de locos.
-        Pero después de cenar, ¿no?
-       Sí, que si no se ponen muy pelmas.
-        Bueno, Coro, voy a ver si como algo que estoy hambrienta.
-        Venga, te llamo el viernes. Enhorabuena, otra vez.
-        Gracias, un beso.
Se sirvió una copa de vino blanco y  lo saboreó con gusto. Miró al reloj. Era tarde, más de las diez. Un día bonito, de esos para recordar, ya iba siendo hora de tener algún éxito significativo en el trabajo. Sonrió al rememorar fugazmente el momento. Abancéns, una cuenta difícil, una gran empresa que producía máquinas, era el motivo de su contento. Llevaban años en la compañía intentando que ese fabricante les encargara sus campañas de publicidad sin conseguirlo. Hasta Solana, el mejor jefe de ventas que tenían, lo había intentado un par de años para darse de bruces contra la realidad. Y, ahora, ella, la más novata del equipo, lo había conseguido. Estaba convencida que le habían encargado el marrón de intentarlo porque, a estas alturas, ya nadie quería fracasar otra vez llamando a la puerta de Abancéns ¿Suerte? Quizá, pero sobre todo trabajo. Se lo había currado, había investigado los puntos fuertes y débiles de las instalaciones que vendían, había entrevistado de incógnito a algunos de sus clientes para averiguar qué les atraía de aquellas máquinas que construían, había dedicado muchas noches a prepararlo todo con esmero… y, bingo, la presentación les había encantado, la habían felicitado personalmente delante de todos, tenían el pedido y, al regreso a la oficina, el jefe había abierto una botella de cava, le había dado las gracias en nombre de la empresa  y habían brindado todos por el éxito, por su éxito.
El pitido del microondas le sacó de su ensimismamiento. Le esperaba una merlucita en salsa que había comprado en la Delicatessen de la Avenida Carlos V, un sitio coqueto, algo caro, que ofrecía muy buenos platos. Normalmente, se conformaba con un poco de embutido o una tortilla francesa pero hoy merecía la pena una cena un poquito más noble.
Se sirvió más vino. Lo cierto es que la vida le sonreía desde que lo dejó con José. José. Su cara le vino a la memoria. Le había querido mucho, mucho. Un año ya, el tiempo pasaba rápido. Había sido un amor loco, profundo, maravilloso. Nunca hubiera podido pensar que dejaría de quererlo, era algo inconcebible, le había amado con locura, obsesivamente. No podía decirse que fuera un tipo muy apuesto pero le encandiló su inteligencia, su amabilidad, la forma en que le hacía reír, sus ojos brillantes y negros,  la complicidad que sentía con él en la vida y en la cama. Los dos primeros años habían sido estupendos y cualquier momento era bueno para verse, para robarse un beso, para dormir juntos aunque él viajaba mucho en su trabajo y las ocasiones no se presentaban cada día. Recordaba cómo le gustaba abrazarse a él y verlo despertar, sentir el contacto de sus piernas entrelazadas, sentir su respiración entrecortada cuando se derramaba en ella.
La merluza estaba rica y la salsa pedía a gritos untar un buen trozo de pan. En el estéreo sonaba Pedro Abrunhosa y su Intimidade. Le gustaba aquel disco y recordó que lo había escuchado por primera vez junto a José, una noche que llovía a cántaros y que dedicaron a extenuarse mutuamente.
¿Por qué se fue acabando? No lo sabía, lo había meditado muchas veces pero no lo sabía. Se suele echar la culpa a la rutina pero es mentira, la rutina no tiene la culpa de nada. En realidad, no había habido ningún motivo evidente para que se muriera el afecto. Como todos, él tenía cosas que no aguantaba y seguro que ella también las tenía para él aunque siempre le dijo, hasta el último día, que era maravillosa. Fueron jodidos los últimos seis meses, devanándose los sesos sobre qué pensaba o dejaba de pensar, sobre qué estaría haciendo, odiándole a ratos y deseando que todo volviera al punto de partida, enganchada entre la rabia de perder la felicidad, la ira porque él la había defraudado y las dudas sobre cómo cortar. Tanto quebranto fue bueno, sin embargo, para el trabajo porque, quién sabe si para olvidar, se había volcado en él y dedicado todas las horas del mundo, enfrascada entre informes y proyectos que le hacían olvidar las peleas con José.
Dejó el plato en la encimera de la cocina y sacó un par de yogures del frigorífico. Se acercó al equipo de música para subir un poco el volumen y regresó a la mesa.
El final- y de eso hacía ya más un año- fue una conversación tensa que zanjó la cuestión. Él no lo entendió pero era hora de acabar con aquella situación. Ahora, aquel instante lo veía como un amanecer, como una liberación. En todos aquellos meses poco había sabido de José, un par de mails corteses y fríos y la felicitación por su cumpleaños. Mejor así porque estaba segura que él aún la amaba y agradecía que se tragara para sí cualquier cosa que sintiera. Sus amigas la habían ayudado y siempre les estaría agradecida. Y también se atrincheró en el trabajo que seguía siendo un refugio seguro. Lo que tenía claro es que no quería volver a engancharse de ningún tío, al menos de momento. Los dolores necesitan su tiempo para curar y a los soldados que han sido heridos en combate se les da un merecido descanso lejos del frente antes de volver a él. Tener amigos sí, alguna noche con ese loco -pero majísimo- Fernando, también. Pero nada más, los escudos debían seguir en alto para poder sentirse tan libre y tan bien como se había sentido durante el último año. El amor es efímero, dura seis semanas, y mejor saberlo de antemano para no caer en su espejismo.
Miró el reloj. Era tarde y al día siguiente, por mucho que fuera la campeona del día, la esperaban a las ocho. Hora de dormir. Colocó los platos en el fregadero y apagó la luz de la sala. Dejó la música para acompañarla. Ya se desconectaría solo el equipo al terminar el disco. Se desmaquilló en el baño, se limpió los dientes y se puso el pijama. Se metió en la cama y se envolvió en las mantas.
Un día bueno, de los que se recuerdan, un día lleno de venturas. ¿Por qué aquella desazón, entonces? ¿Por qué aquella melancolía? ¿Qué más podía esperar? ¿Qué sentía que la hacía anhelar no sabía el qué? ¿A cuento de qué la añoranza que le consumía?
Miró a un lado, estiró el brazo acariciando las sábanas y se dio cuenta de que seguía siendo fiel a su hueco en la cama.
 
 
 

La lectura digital: aplicaciones para lectura electrónica y lectura social





Desde el próximo 25 de febrero y hasta el 26 de marzo, se celebra el curso en línea La lectura digital: aplicaciones para lectura electrónica y lectura social organizado por la Fundación Sánchez Ruipérez. Dicho curso será impartido por los profesores José Antonio Cordón, Raquel Gómez, Julio Alonso y Araceli García. El programa anunciado incluye:

Introducción: La lectura digital: una nueva manera de personalizar y compartir
Las apps y sus fuentes
Los dispositivos de lectura y los formatos de lectura


Las aplicaciones de lectura  • La plataforma de la lectura al entorno digital
 • La carga y almacenamiento de los contenidos
 • Aplicaciones de lectura   ◦Lectura recreativa y ensayos
 ◦ Artículos científicos y documentos de trabajo
 ◦ Cómic
 ◦ Prensa diaria y revistas
 ◦ Sindicalización de contenidos
 ◦ Lectura Social
 ◦ Síntesis de aplicaciones


Las aplicaciones de lectura infantiles y juveniles
 •Aplicaciones de lectura
 •Dispositivos
 •Sistema Operativo
 •Contenidos
 •Etapas lectoras
 •Precios
 • Acceso a la tienda propia del dispositivo
 •Organización de la colección
 •Interacción hacia fuera
 •Tutoriales de APPs


Otras aplicaciones para el aprendizaje y la investigación
 •Plataformas y bibliotecas
 •Ofimática


Para más información puede acudirse a este enlace.
 
 
 

20/2/14

Hollow





Hollow es una magnífica muestra de documental digital.  Dirigido por Elaine MacMillion al frente de un extenso equipo de artistas y profesionales, trata sobre la historia y situación actual de un valle de West Virginia (McDowell County), una de las zonas que más ha sufrido las depresiones a lo largo de la historia. Consta de seis partes diferenciadas que son The way it was (la historia), These Roots, For each other, For the land, When Coal was King y Around the Bend todas programadas con técnicas de Parallax a medida que vamos haciendo el scroll. La información está muy bien organizada, hay sonido mezclado con voces que crea la atmósfera perfecta además de ser informativo cuando las grabaciones son históricas, permite una navegación sencilla con un menú escamoteable inferior, incluye numerosos vídeos que pueden verse también en pantalla completa y existen, incluso, cuestionarios que pueden ser rellenados. Se trata de una narrativa no lineal, en la que el lector elige qué lee, cuánto lo lee y cómo lo lee, consiguiéndose que casi cualquier camino elegido resulte interesante. Tiene, asimismo, características transmedia por cuanto que salta del vídeo al texto, de las imágenes a los mapa, etc. de manera muy libre. Parte del gran interés que suscita Hollow es la gran cantidad de información contenida. Sólo los vídeos, por ejemplo, duran más de cuatro horas entre todos.
Existe interactividad adicional a la de navegar por la aplicación porque los lectores usuarios pueden actualizar las fotografías subiéndolas a Instagram o bien descargando documentos (en PDF) y canciones.


No funciona en Internet Explorer pero sí en Chrome, ya que utiliza muchas capacidades avanzadas de HTML5 no soportadas por IE10.
 
Un excelente trabajo.
 

















19/2/14

The telescope





The Telescope, del mexicano Benjamín Romero, es un trabajo tipográfico que de una manera metafórica compara el espacio cósmico con el espacio de un texto. Simulando el objetivo de un telescopio, el lector puede focalizar su anteojo en una pequeña parte del texto y verlo más o menos de cerca modificando el aumento de la lente virtual. Desde cierto punto de vista, hay también una aproximación fractal porque, a medida que cambiamos el valor del  zoom, la apariencia del texto sigue siendo la misma a cualquier escala. En cualquier caso, se trata más de un experimento dinámico que literario.








18/2/14

Paragraph, un club para escribir





Paragraph es un espacio de trabajo en Nueva York para escritores, una especie de sala VIP o club especializado en facilitar a los autores un lugar adecuado para que efectúen su trabajo y les llegue la inspiración. Cada puesto de trabajo, de los 38 que existen, está aislado del resto para mantener la privacidad y el ambiente, como se ve en la fotografía, ayuda a la concentración y a sentirse confortable. Dispone de una cocina, un fuego bajo, un salón de estar, conexión WIFI e impresoras de uso libre. Está abierto día y noche, todos los días del año. Para acceder a las instalaciones, obviamente, hay que ser socio. Se encuentra situado en la calle 14.
 
Si uno no encuentra la inspiración en su casa o el ambiente no le facilita la concentración, este tipo de locales permiten poder trabajar mejor.
 
Aparte de su website, el club tiene página Facebook.
 
 
 

17/2/14

Mapas artísticos





Fernando Vicente es un artista gráfico que tiene una dilatada y exitosa carrera como pintor e ilustrador.
 
Una de las áreas de su excelente trabajo es la que dota a la cartografía de una visión diferente y creativa. En su blog muestra algunas de sus creaciones al respecto: Sudamérica como un elefante o un caballo, África como un cráneo y numerosas otras ideas muy interesantes, bien trabajadas y admirables.

(La imagen para ilustrar esta entrada se ha tomado de su blog)

16/2/14

Deadline




Deadline de la firma Infocom, es un juego de ficción interactiva  ya antiguo (creado en 1982) que hoy parece ya desfasado en cuanto a la capacidad del "parser" o en cuanto a su interface (que es de puro texto en pantallas absolutamente planas) pero que mantiene todavía un atractivo por la forma en qué está pensado y los materiales adicionales que lo hacen trascender del juego para parecerse a un libro. No sólo eso, contenía ideas que luego han podido desarrollarse mejor a medida que los ordenadores han ido mejorando. Un thriller interesante y bien trabajado.
 
Deadline se vendía como un portafolio de documentos en el que, además del disco que contenía el juego narrativo para el ordenador (un floppy de los de aquella época), el usuario hallaba diversos documentos y elementos que le permitían encontrar pistas y ser capaz de contestar a las preguntas que el ordenador le iba haciendo para poder continuar leyendo. Por ejemplo, copias de entrevistas con los sospechosos del crimen, una bolsa de plástico con pastillas supuestamente encontrada en el escenario del asesinato, fotografías del hecho, una carta del abogado, el informe de la autopsia, etc. Elementos de gran realismo y necesarios para poder continuar leyendo y descubriendo la historia.
 
No sólo esto. También incluía un control temporal. El lector-jugador tenía 12 horas para desentrañar el enigma porque, pasado ese tiempo, el caso se cerraba y no podía continuarse. El texto continuaba con su propia agenda independientemente de lo que nosotros deseáramos y, en este sentido, el ordenador interaccionaba continuamente con nuestra lectura y recreaba la historia porque al necesitar avanzar, las decisiones de lectura que tomábamos eran siempre distintas.
 
Sería interesante ver una versión actualizada al día de hoy con una interface gráfica y un parser más potente.














15/2/14

Murder Off Miami





Murder Off Miami, de Dennis Wheatley, es posiblemente el primer libro hipertextual, de narrativa no lineal y multimedia existente, publicado en una época en que no había ni hipertextos ni multimedias, en el año 1936. Este thriller narra la historia de un asesinato a base de acumular un gran número de materiales fragmentados y no ordenados. Al abrir el libro, el lector se encuentra más con un dossier policial que con una novela. Un fajo de mapas, supuestos informes de los detectives que estuvieron en el caso, recortes de periódico, notas, telegramas, fotos e, incluso, algunas evidencias físicas (cabellos, etc) tomadas en el lugar de los hechos. Uno va leyendo ese conjunto de informaciones y va logrando tener idea de qué ocurrió, quién fue el asesino y cuáles fueron los motivos del crimen, pero como realmente lo haría un policía, sin ser guiado por la mano del autor. Finalmente, al final, hay una sección sellada dentro de la cual está la resolución pensada por el escritor y uno puede ver si coincide con la propia.
 
No es fácil de encontrar este libro hoy en día pero, en su época, fue muy popular. Wheatley escribió otros pocos libros más del mismo estilo y concepción.





14/2/14

Carta en el día de San Valentín







Podría escribirle una carta de esas llenas de adjetivos dulces y empalagosos, pero prefiero no hacerlo. Podría decirle que usted es hermosa, muy hermosa, que su sonrisa me arroba, que me hechiza su mirada, que su cuerpo me cautiva y desboca mis pasiones, que es usted miel y vainilla, almíbar y fragancia de jazmín, mar y cielo, luz desaforada. Podría, incluso, crear unos versos de esos que luego se pueden recitar adornados de bordones cuando la noche, arriba, muy arriba, donde mora Dios, se ha alumbrado ya con luceros y hay farolillos amarillos colgados en las casas de aquí abajo. No sé, algo como:
 
No la quiero en matrimonio,
ni en su casa recogerme,
nada tiene que traerme
ni por mí dar testimonio.
Sólo deseo, señora,...
que anhele el tener que verme.
 
Pero no es eso lo que quiero decirle hoy, aunque todas y cada una de esas palabras me lleguen a la mente al pensar en usted.
 
Hoy le escribo para sincerarme, para contarle la verdad, para decirle que soy un egoísta. Sí, egoísta. Igual debería pedirle perdón o, por el contrario, darle las gracias o dárselas al cielo, pero un buen egoísta como yo sólo piensa para sí mismo, así que he tomado la pluma para contarle, con todo el descaro, por qué la adoro.
 
Sí, soy egoísta y quiero que me ame más y más, y es tanta la avaricia que tengo de usted que no me contento nunca. Necesito que me ame porque me beneficio yo. Cuando la quiero con esta locura tan profunda que me deslumbra, mis sentidos se estimulan, mi cuerpo tiembla, mi mente galopa por campos pintados de lavanda, navego sin navío, vuelo sin alas, percibo mil experiencias nuevas de las que sólo había oído hablar en los libros sobre alucinógenos. Cuando conversa conmigo lo aprendo todo en esas clases de vida que me ofrece gratis, me convierto en sabio. Cuando me sonríe, siento un cosquilleo que me satisface como nunca antes lo había sentido; sus ojos me emborrachan y endulzan el mundo como el mejor vino añejo; sus caricias engendran sueños tiernos, su carita hermosa me embelesa y borra cualquier pesar; cuando me acompaña su mirada- ay, su mirada- me convierto en valeroso caballero. La quiero a usted, en realidad, porque me hace sentir hombre, porque llena la vida de sabor y de pálpitos, porque la fortaleza de su carácter apuntala mi debilidad. Si me ama, aunque sea un poquito, camino por la existencia  protegido. Usted, con su inteligencia y su concepción del mundo, me guía en cada pequeño detalle, en cada encrucijada que debo afrontar, aunque no lo sepa ni lo busque. Usted es como un faro, como un mapa, como un libro de señales que me rescata entre las tormentas. Entonces, cuando tengo miedo, cuando dudo, le pregunto algo o imagino qué haría usted o, simplemente, tomo cualquier decisión tranquilo porque sé que tengo la red de sus brazos, la de su comprensión, la de su cariño y la de sus ánimos, ocurra lo que ocurra. Es como cuando de niños jugábamos a guardias y ladrones y, asustados porque nos iban a pillar, nos metíamos en el sitio convenido y gritamos ¡casa! Usted es mi ¡casa!, mi refugio.
 
Cuando le hago el amor, soy yo. Cuando la beso, soy yo. Usted consigue que yo sea la mejor versión de mí mismo. Quiero dárselo todo porque haciéndolo me siento bien. Me muero de amor por usted porque eso me convierte en el ser más especial. Deseo que sea feliz porque si no lo es, yo no lo soy. Quiero gritar su nombre para que piensen que soy el mejor de los poetas. Quiero escuchar su voz porque me gusta la música. Devuelvo sus abrazos porque me deleito con el tacto del terciopelo de su piel. La beso porque bebo néctar de sus labios. Anhelo su cabello porque me gusta sentir el mejor perfume de las flores. Deseo pasear tomándola de la cintura para que los demás se mueran de envidia al verme con usted. Todo es egoísmo, todo.
 
Por eso, por vanidad, por ambición, por codicia de usted, por soberbia, por el orgullo de ser el elegido, por querer que me envidie el mundo, por presunción, por arrogancia, por no dejar de sentir este portento que siento, deseo que me quiera locamente y, si eso no puede ser, al menos que deje que me engañe con el sueño de que me ama y disfrutar de la gloria de amarla, aunque le importune a veces. Permítame  soportarme en usted. Soy egoísta y no sé si sabré devolverle ni un poquito siquiera de todo lo que me da. Ha logrado que conozca lo qué es amar en demasía, con desmesura, cómo debe amarse. Y, egoísta como soy, no quiero perder ese privilegio que el cielo me ha dado con usted. Sepa que la voy a amar hasta el final de los tiempos. Por mi bien.
 
Desde este corazón que tengo yo pero que es suyo, le saludo atentamente.