El ayuntamiento de Grenoble ha puesto en marcha una iniciativa que pretende fomentar la lectura en la ciudad. Se han instalado una serie de dispensadores de pequeños relatos cortos. El usuario puede elegir entre cuentos que necesitan uno, tres o cinco minutos para ser leídos. Una vez seleccionada la opción, el pequeño relato se imprime en una estrecha cinta de papel, al modo de la factura de un supermercado.Para los relatos de 5 minutos, la tira de papel de unos 8 cm de ancho alcanza un metro de largo.
El diseño del dispensador es cilíndrico y de momento se han colocado ocho unidades para ver la aceptación por parte de los ciudadanos. Se trata de un servicio gratuito.
Casi todos los medios de comunicación franceses se han hecho eco de esta interesante iniciativa cultural.
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