11/3/23

Un tiempo de gracia

 

Un tiempo de gracia (Pre-textos, 2022), de Esperanza López Parada, es un poemario bello y emotivo. 

Ese tiempo de gracia se refiere al periodo del año que transcurre entre la muerte de su esposo y el de su padre, un tiempo de duelo, de incomprensión, pero, al mismo tiempo, de esperanza en un reencuentro futuro y, asimismo, un periodo de gracia por el recuerdo que los que se fueron han dejado en nosotros, una gracia que verdaderamente comprendemos cuando su fuente ha dejado de emanarla. No son poemas especialmente religiosos pero sí está presente de manera importante la trascendencia espiritual y la creencia, o quizá sólo anhelo, en un más allá, en un volver a verlos. La intuición de qué significan la vida y la muerte, cuando nos enfrentamos al tránsito, la negación íntima de que ese final tan anodino no tenga solución, el deseo de volver a amar a los amados.

Es esa espera en el reencuentro - en el sentido de desear que sea cierto- el que matiza el dolor, la tristeza y el abatimiento que impregnan los poemas. También, la conciencia del regalo de esas vidas que se cruzaron con la nuestra y la constatación sencilla de que nosotros aún vivimos. Porque esas muertes parecen tan comunes, tan nimias para el mundo, que lo único destacable es que hayamos sobrevivido:

Llueva mansamente este primer día,
llueve suave, sin los disturbios de los grandes fenómenos,
está lloviendo un aguanieve sobre el hibisco florecido.
La esperábamos a la lluvia,
regalo de aire conmovido al principio de todo,
lo contrario de la aparatosa tormenta 
en que las brujas profetizaran el reino para Macbech.
Modesta inclemencia, tiempo para los pobres de espíritu
con milagros humildes, el simple hecho de estar hoy aquí y haber sobrevivido.

López Parada escribe, en la mayoría de su trabajo, con contención, sin dejarse arrastrar por el sentimentalismo pero dotando a sus poemas de una trascendencia universal que a todos nos apela. Son poemas reflexivos, para leer lentamente, para masticarlos y para imbricarlos en nuestras propias desgracias y esperanzas.




0 comentarios :