Investigadores de la Universidad de York, en Toronto, liderados por Nariman Farsad, han creado un sistema para la transmisión de textos mediante señales moleculares, en vez de las convencionales eléctricas, lumínicas o radioeléctricas. Un concepto que copia a la naturaleza la cual, por lo general, utiliza moléculas químicas para hacer comunicar las células o las neuronas.
En concreto, el primer mensaje que han conseguido transmitir es el título del himno nacional de Canadá, "O, Canada".
Como todo sistema de comunicación, el nuevo concepto dispone de un transmisor y un receptor. El primero es un vaporizador controlado eléctricamente que lanza isopropanol, un alcohol particular. El receptor, por su parte, es un sensor de alcohol que puede detectar pequeñas concentraciones del mismo en el aire. El código utilizado es binario codificándose cada letra con una secuencia de dígitos 1 o 0. Un 1 se representa por el lanzamiento durante 100 ms de alcohol mientras que un 0 es simplemente la ausencia de alcohol. Parte del secreto está, por supuesto, en la sincronización del transmisor y el receptor puesto que este debe "leer" el aire justo en ciertos momentos determinados. El equipo de York ha logrado la transmisión de texto enviando un bit cada 3 segundos. Así, el sensor se activa durante 3 segundos. Si detecta cantidades de isopropanol, graba un 1. Si no detecta nada, un 0. Al final, es capaz de reproducir totalmente el texto enviado. De momento, la distancia a la que se ha logrado transmitir es de 4 metros. La necesidad de un ciclo tan largo (toda la comunicación molecular es lenta en comparación con la eléctrica, también cuando sucede en nuestros cuerpos) se debe a que la nubecilla de alcohol puede retrasarse o adelantarse dependiendo de la turbulencia del aire de modo que es preciso dar un tiempo amplio para evitar ambigüedades.
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